Fue relativamente más fácil y tranquilo desde que Javier y yo llegamos a un acuerdo, los primeros días después de eso parecía que pisábamos sobre cristales alrededor del otro, pero poco a poco nos fuimos soltando al punto de regresar los viernes de pizza.

A Javier no le gustaban las excentricidades y aunque yo sabía que tenía dinero suficiente para vivir ostentosamente evitaba llamar la atención, una parte de mi lo entendía pues al ser un narcotraficante altamente reconocido quería mantener un perfil bajo, pero por otra parte yo sabía que tenía a funcionarios de gobierno en la nómina, sea cual sea el motivo para su forma de ser evitaba llamar mucho la atención por lo menos desde mi perspectiva por lo que era algo completamente inesperado que me trajera arreglos florales tan grandes y a todas luces costosos y no es que fuera interesada ni nada por el estilo pero saber que estos regalos los sacaban de su zona de confort hacía que mi corazón se derritiera un poco más con cada ramo de flores y eso sin mencionar las dedicatoria, no sabía si las escribía para mí o eran de algún libro de poemas, cualquiera que fuera el caso no me importaba yo era sumamente feliz con cada uno de ellos y quería que él se diera cuenta de todo lo que apreciaba sus regalos y atenciones para conmigo al punto de estar en un bucle que parecía no tener fin, él era cada día más atento y cariñoso conmigo y yo me esforzaba en saber que comida le gustaba más y así poder prepararlas más a menudo, también experimentaba con algunas recetas y aunque al principio cuando el experimento no salía como lo había planeado me preocupaba por el dinero que desperdiciaba pues algunas cosas las mandaba comprar específicamente para un platillo pero eso a él no le importaba solo me daba un beso en la frente y se despedía con un “tú sigue intentando, ya te saldrá”

Así que poco a poco mi confianza aumentaba gracias a él.

Sé que Javier no puede estar pegado a mi todo el día, todos los días y que el trabajo que tiene le da la comodidad de durar largo tiempo sin salir de casa al igual que en otras ocasiones estará mucho tiempo fuera y aunque me lo ha explicado y la verdad es que tiene lógica y por eso en su mayoría lo entiendo, pero es sumamente frustrante estar sola en casa durante tanto tiempo sin hacer nada y lo he intentado, lo juro pero solo hay un cierto número de cosas que una puede hacer dentro de una casa, así que cuanto me quedo sin cosas que hacer mi mente juega contra mí y por más que me digo que me estoy imaginando cosas esa voz malvada en mi cabeza no me deja en paz.

Son las 5 de la tarde y estoy completamente aburrida, hoy al despertar me encontré una nota en el lugar de Javier en la que se disculpaba por irse tan temprano pero hubo una emergencia y en cuanto se desocupara regresaría a casa y que estaría en contacto conmigo y aunque despertar sola no fue de mi total agrado lo entendí porque eran cosas de trabajo ¿verdad?, además se comunicaría conmigo, así que decidí ser una buena pareja y no llamarlo, ya sabes dejar que el tipo haga sus cosas y regrese a casa.

Me puse a limpiar pues después de una semana con él la mayor parte del tiempo me aburría sin hacer nada, así que despedimos a la señora que nos ayudaba con la promesa que era algo temporal.

Luego cociné un platillo que sabía le gustaba y me puse a esperar y aún sigo esperando y no sé por qué pero siento que me dejó como novia de pueblo, pues ninguna llamada me ha hecho, yo le llamé a eso de las 2 de la tarde para saber si lo esperaba para comer o se demoraba pero su teléfono estaba apagado, lo volví a intentar a las 3 y así sucesivamente sin resultado positivo, ahora me encuentro acostada en el sofá con la televisión prendida pero sin realmente verla pues mi mente se ha imaginado de todo, desde que está muerto, en la cárcel, en un hospital o con otra mujer y puede ser que sean exageraciones mías pero es que en su línea de trabajo, todo esto en realidad sí puede pasar.

Y es así como me encuentra Carlos cuando llega corriendo por las escaleras, pero no viene a la sala, se dirige sin perder el paso a la habitación que comparto con Javier, me levanto de mi lugar pero realmente no lo sigo solo me quedo parada en medio de la sala escuchando el ruido que está haciendo dentro de la habitación, cuando no puedo más y decido ir a investigar escucho otros pasos subir por las escaleras, así que espero asumiendo que el Javier pero no lo es, es un hombre que no había visto nunca y justo en ese momento Carlos aparece en el pasillo con la televisión.

Que haces con la televisión- pero Carlos me ignora y se la da al desconocido, me asomo para ver cómo sale de la casa sin cerrar la puerta, regreso a la sala solo para ver a Carlos desconectando la televisión

Qué pasa – pregunto interponiéndome en su salida

Nada –

Como que nada, por qué te estas llevando las televisiones, ¿y Javier? –

¿No te ha llamado? –

No –

No ha de tardar en hacerlo entonces –dice tratando de esquivarme

¿Por qué te llevas las televisiones? -

Javier no quería que vieras las noticias

Sus palabras fueron un golpe físico tanto que doy un paso atrás dejándole espacio suficiente para huir de mis preguntas.

Que pasó tan grave para que pase en las noticias y si de verdad le paso algo a Javier, o mató a Gustavo, y si está en la cárcel que va a pasar conmigo entonces.

Cuando logro salir de la sorpresa salgo corriendo tras de Carlos escaleras abajo pero justo cuando llego está cerrando la puerta y ya sé que me encerrará con llave así que logro abrirla antes de que tenga oportunidad de hacerlo y por unos cuantos segundos peleamos por la puerta, pero al final él gana.

No lo hagas Carlos, por favor- le suplico

Solo dime si está bien-

Termina de cerrar la puerta, pero por algún motivo aún no se va, pero tampoco habré.

¿Quién? – pregunta Carlos

Javier, ¿está bien?, ¿no le paso nada malo? -

Él está bien- dice en modo de despedida

Al principio no entendí la pregunta de Carlos, es decir ¿por quién más preguntaría?, luego recordé que estuve presente cuando pensé que matarían a Gustavo y la verdad es que no había pensado en la posibilidad de que esto hubiera pasado pues, aunque llegamos a un tipo de acuerdo nunca volvimos a sacar el tema y no sé qué pensar y me lastima la posibilidad de que los amigos de Javier piensen que estoy con él a la fuerza y que no me preocupo por él.

Y sí, yo sé que todo empezó así, pero, si lo quiero y claro que me preocupo es más tengo la teoría de que si nos hubiéramos conocido de otra forma todo esto hubiera sido mil veces más fácil.

Las horas pasan y pasan junto con la poca tranquilidad que me dio Carlos así que cuando Javier llega poco antes del amanecer estoy subiéndome por las paredes por las historias que ha creado mi mente.

¿te levantaste temprano? - pregunta Javier entrando a la sala

¿Dónde has estado toda la noche? -

Pues trabajando ¿Qué más voy a estar haciendo? -

Ni lo sé, talvez estés muerto o con alguna mujer-

¿estas locas? ¿cómo se te ocurre algo así? -

no lo sé, tal vez porque no sé nada de ti en todo

el puto día-

Laura no quiero pelear, acaso no vez que voy llegando a casa después de un día muy muy largo ¿qué no lo comprendes? -

Pues no en realidad no lo entiendo ¿y sabes por qué? –

A ver dime por qué –

Porque no me has llamado en todo el día –

Ahora estas siendo del todo irracional –

¿irracional? Te voy a enseñar que es irracional-

Y se desata Troya, no puedo creer la falta de empatía para con la mujer que dices es el amor de tu vida

Tomo lo primero que encuentro se lo arrojo y es como si ya no pudiera parar y sigo arrojando contra él todo lo que encuentro al alcance de mi mano.