Narra Maikel. Al fin conozco donde vivió mamá, ella me dijo que mi papá vive aquí a unas dos horas, a veces siento el deseo de verlo, pero no quiero que mi mamá se moleste. Voy al árbol que hay en la casa de la abuela y me siento en el pasto. —Theo te gustaría ver a tu papá—. Le pregunto a mi lobo. —No sé—. Me responde. —¿Por qué? —. Le pregunto. —Él le hizo daño a mami—. Responde. —Si, pero yo quiero verlo, quiero saber si de verdad está arrepentido de hacerle daño a mami—. Digo mirando a los árboles. —Dile a mamá que quieres verlo—. Me dice Theo. —Tengo miedo de que mami se enoje o se ponga triste por querer conocer más a mi papá, además ella va tener un bebé y no quiero que le pase algo a mi hermanito—. Agacho la cabeza. —Yo no creo que le pase algo, solo dile la verdad a mami—. Me anima Theo. —Si voy a decirle—. Levanto la cabeza y veo a mamá. —Hola mi amor que haces aquí solo—. —Mami puedo hablar contigo—. —Si mi amor siempre cuando tú quieras puedes decirme lo qu
Narra Roberto. Miro a mi hijo lo veo hacer todas las muecas que hacía Emily, lo sé porque la veía a escondidas, si fui un cobarde que no supo ver y apreciar a esa bella chica que desprendía inocencia, esa inocencia que yo destruí por imbécil. Pero voy aprovechar esta tarde con mi hijo, lo voy hacer al máximo es lo único que tengo de mi mate, mi pareja que la diosa luna me dio y la perdí por idiota. Algún día él tendrá que tomar su lugar como Alpha de esta manada, y yo estaré ahí para enseñarle, no dejaré que mi padre dañe su mente cómo lo hizo conmigo haciéndome creer que los humanos son unos cobardes, si Emily era humana y soporto todo lo que le hice y le dio una oportunidad a nuestro hijo, entonces los humanos no son cobardes, y yo puedo dar certeza de ello viví como uno por varios años. —Te gustaba mamá antes que le hicieras daño—. Por poco y se me va el helado por la nariz. —Si me gustaba mucho—. —¿Puedes decirme cómo era? —Si claro, ella era una chica alegre, siempre sonre
—Nos vemos Alphas—. Asiento.—¿A dónde me lavo las manos? —.—Vamos te llevo al baño—. Nos levantamos y vamos al baño, se lava las manos y salimos.—A dónde vamos ahora, ya no quiero estar aquí, esa niña me está mirando mucho—. Sonrió.—Y no te gusta que te mire—.—No es eso, es que no quiero que ella me miré, así como mamá mira a papá Darían—.—¿Por qué no?—Por no quiero, ella no es mi mate—. Asiento.—Vamos te llevo a la plaza te quiero presentar como mi hijo—.—Y ¿Por qué tienes que hacer eso? —. Pregunta curioso.—Porque eres mi hijo, él hijo del Alpha—.—¡Oh! —. Salimos del local y caminamos a la plaza…Cuando estamos a unos metros de distancia veo a casi toda la manada reunida en la plaza donde está la espada enterrada en la piedra en forma de luna.—Esto será un caos Roberto te das cuenta que todos saben que Abigail era la supuesta luna—. Me dice Daniel.—Lo sé, yo me atendré a las consecuencias, igual ya el consejo lo sabe y no me castigaron porque jamás marque Abigail como m
Narra Darían. —Pero que grata sorpresa, el Alpha Supremo nos visita, al igual que la luna suprema, esto es un gran acontecimiento—. Dice con sarcasmos Sebastián. —Hijo porque no invitaste toda la manada—. —Esto se pondrá bueno—. Susurra mi luna. —Mi demonía está ansiosa—. La miro. —Ni lo pienses mi amor, no te rebajes a su nivel—. Creo que si fue mala idea venir a la casa de Roberto. —Papá por favor compórtate—. Le dice Roberto. —Mama ¿qué les pasa a esos señores, porque te miran así? —. Pregunta Maikel. —Son unos señores muy resentidos amor, el resentimiento es malo, pudre el alma y el corazón—. Lo mira. —Jamás debemos dejar que él resentimiento nos dominé—. Maikel asiente. —A que debemos el honor Alpha—. Hace una reverencia. —El alpha Roberto nos invitó a cenar, aunque no pensé que así seriamos tratado, sobre todo mi luna—. Le doy una mirada severa. —Disculpe alpha estoy seguro que mis padres se comportarán, no es así—. Los dos miran a Roberto. —¿Quedo claro? —. —Si lo sent
Bajamos a la planta de abajo donde está la novia con sus padres... subimos al auto y vamos al lugar donde se hará la ceremonia, al llegar la novia al altar empieza el sacerdote a dar sus palabras para los novios, media hora después se dan el sí y son declarado marido y mujer. Nos trasladamos al hotel donde será la celebración, la comida es exquisita, está de más decirlo, horas después regresamos a casa, la señora Esther y el señor Mario partirán mañana a su luna de miel, aunque se llevarán a los gemelos. —Fue hermosa la boda—. —Si, pero la nuestra será mejor—. La abrazo por la cintura, hundo mi nariz en su cuello. —¡Darían! —. Gime mi nombre, solo eso basta para hacerla mía. Al día siguiente llevamos a Maikel a compartir con su padre. También tendré una reunión con los Alphas cercanos, tengo que implementar estrategias por si se da algún ataque de nuestro enemigo misterioso. Toda la semana me la pasó en eso al igual que supervisando los entrenamientos de los guerreros y claro qu
—Es que estás hermosa—. —Y tú no te quedas atrás lobito, ya tengo calor—. —Esperen que todos se vaya para hacer eso—. Gruñó al escuchar a Joseph. —Creo que alguien está más que envidiosos, eso de no tener sexo te está afectando, solo llevas dos días de castidad y te pones así, no quiero ni saber cuándo tenga al bebé, falta poco—. Se burla mi luna. —No es gracioso luna, no podemos hacer una excepción por hoy—. —No me preguntes a mi yo no dictamine esa orden—. —Pero tienes experiencia—. —No tengo ninguna Josh, cuando estaba embarazada de Maikel no estuve con nadie así que no sé—. Joseph suspira frustrado. Le prohibieron tener relaciones por unos días hasta que él cacharro se acomodé, falta poco para que Joseph sea padre, Raúl le ganó ya es padre y no pudo venir. Salimos al jardín donde se llevará a cabo la fiesta. Narra Emily. Siento que pronto mi hijo me abandonara, solo va para seis y siento eso, estoy muy sentimental, estas hormonas locas me tienen así, miro a mi hijo jugar
Narra Maikel. —Gracias por no odiarme, te quiero eres lo mejor que tengo en mi vida—. Dice papá. —¿Te quedas a dormir conmigo? —. —Si eso quieres—. Papá se mete en la cama, me acomodo. —Descansa papá—. —Tú también mi pequeño—. Deposita un beso en mi frente, me quedo dormido... Al día siguiente me levanto temprano papá aún sigue dormido, mamá entra a la habitación y se detiene al ver a papá en mi cama. —Buenos días amor—. —Buenos días mamá, le pedí a papá que se quedará dormir conmigo, no te molestes con él—. —No amor no me molestaré—. Asiento. —Voy a ducharme—. —Okey te espero abajo—. Me lavo mis dientes y me ducho, salgo y me visto, papá ya está despierto. —Buenos días—. Le digo. —Me quede dormido lo siento—. Dice papá. —Está bien papá, mamá no se molestó—. —Tu mamá vino—. Asiento. —Por la diosa—. Sonrió. —Ella se fue, anda a ducharte para ir a desayunar—. Papá asiente y sale de mi habitación. Papá regresa ya duchado y cambiado bajamos al comedor, le doy los buenos
—Si amor te vi, Theo eres muy hermoso—. Miro a la entrada donde vine Joseph, Roberto y Darían entrando, sin nada cubriendo sus torsos, un fuerte gruñido se escucha, no es de ningún lobo, si no de Briana supongo que, al ver a Joseph, aunque creo que yo estoy igual que ella. —Amor ve a tomar una ducha—.—¿Ya no estas asustada? —. Niego ante la pregunta de hijo.—Dentro de un momento voy a tu habitación—. Ya quiero recorre todo ese cuerpo, creo que voy a sufrir un infarto de ver a mi machote así, mis hormonas me tienen mal y él no ayuda.—Algo que te guste mi bella luna—. Me dice el muy hijo de su querida madrecita.—Me encanta todo lo que veo—. Sonrió. —Pero prefiero un helado de frambuesa—. Le guiño el ojo. —Vamos Briana que ellos solo quieren jugar con nuestras pobres hormonas que están a mil—. Briana se levanta y vamos a la cocina.—Eres una mala influencia para mi mate—. Refuta Joseph.—Ja, eso te pasa por querer jugar con las hormonas de una mujer embarazada, y la mejor manera para