Narra Maikel. —Gracias por no odiarme, te quiero eres lo mejor que tengo en mi vida—. Dice papá. —¿Te quedas a dormir conmigo? —. —Si eso quieres—. Papá se mete en la cama, me acomodo. —Descansa papá—. —Tú también mi pequeño—. Deposita un beso en mi frente, me quedo dormido... Al día siguiente me levanto temprano papá aún sigue dormido, mamá entra a la habitación y se detiene al ver a papá en mi cama. —Buenos días amor—. —Buenos días mamá, le pedí a papá que se quedará dormir conmigo, no te molestes con él—. —No amor no me molestaré—. Asiento. —Voy a ducharme—. —Okey te espero abajo—. Me lavo mis dientes y me ducho, salgo y me visto, papá ya está despierto. —Buenos días—. Le digo. —Me quede dormido lo siento—. Dice papá. —Está bien papá, mamá no se molestó—. —Tu mamá vino—. Asiento. —Por la diosa—. Sonrió. —Ella se fue, anda a ducharte para ir a desayunar—. Papá asiente y sale de mi habitación. Papá regresa ya duchado y cambiado bajamos al comedor, le doy los buenos
—Si amor te vi, Theo eres muy hermoso—. Miro a la entrada donde vine Joseph, Roberto y Darían entrando, sin nada cubriendo sus torsos, un fuerte gruñido se escucha, no es de ningún lobo, si no de Briana supongo que, al ver a Joseph, aunque creo que yo estoy igual que ella. —Amor ve a tomar una ducha—.—¿Ya no estas asustada? —. Niego ante la pregunta de hijo.—Dentro de un momento voy a tu habitación—. Ya quiero recorre todo ese cuerpo, creo que voy a sufrir un infarto de ver a mi machote así, mis hormonas me tienen mal y él no ayuda.—Algo que te guste mi bella luna—. Me dice el muy hijo de su querida madrecita.—Me encanta todo lo que veo—. Sonrió. —Pero prefiero un helado de frambuesa—. Le guiño el ojo. —Vamos Briana que ellos solo quieren jugar con nuestras pobres hormonas que están a mil—. Briana se levanta y vamos a la cocina.—Eres una mala influencia para mi mate—. Refuta Joseph.—Ja, eso te pasa por querer jugar con las hormonas de una mujer embarazada, y la mejor manera para
—Amor deberías ir ya al médico no me gusta verte sufrir—. Dice papá. —Papá si voy al médico que sea cuándo ya mi hijo este por nacer—. Papá asiente.—Eres igual a tu mamá de terca—. Refuta papá.Desde que sintió que estaba pasando por este dolor llego. —Papá que has sabido del misterioso caballero de la noche—. Papá me mira. —Necesito distraer mi mente en algo_.—No es momento de hablar de ello Emily—. Bufo.Darían tampoco me quiere decir nada, sé que tiene varios lobos investigando por todo el planeta tierra, los guerreros no dejan de practicar con todo tipo de armas y luchas cuerpo a cuerpo, hasta Darían está entrenando en las noches.—Porque no me quieren decir nada, yo también puedo correr peligro o mis hijos, hasta los abuelos—.—Eso no sucederá amor yo tengo cada detalle cubierto no voy a dejar que nadie dañe a mi familia—. Nicolás lo mira, talvez nunca ha escuchado un demonio hablar de esa manera, pero es hora de cambiar y no ser unos seres irracionales que solo se preocupan p
Narra Emily.Tengo la familia más hermosa de todas que más podría pedir, tengo un hombre que me ama y tres hermosos hijos.Ya Zarek tiene tres meses de vida y es un niño vivas, no puede escuchar a Darían por que queda buscándolo, aunque no pueda mover su cuello del todo.Hace una semana encontré a Roberto en la habitación de Zarek, su rostro estaba iluminado viendo todos los movimientos que hacía mi bebé, no me asuste ni nada, él me ha mostrado que ha cambiado para bien, ya no se parece al chico que me hizo daño.Lo observé por varios minutos hasta que Zarek empezó a llorar y él lo tomo en brazos, me da pesar con él ya que no disfruto a Maikel de esa manera.En cuanto me vio se puso nervioso, le di una sonrisa tranquilizadora, tome a mi hijo en brazo y lo alimente.En todo ese momento Roberto me observó, su mirada era de amor y admiración, hasta que llegó mi lobito y casi lo saca a golpe, estuve que interceder, él no estaba haciendo nada malo y no me sentía incómoda como lo hacía ante
—Es cierto, pero estoy seguro que en algún momento las especies se unirán para nuestra sobrevivencia—. Asiento.Un silencio se forma entre nosotros, vago en mis pensamientos, que estará tramando este ser o lo que sea, espero y mis sospechas no se hagan realidad.Minutos después entra los otros tres, con olor a sexo y lujuria, no me gusta percibir estos olores en los demás.Empezamos a trabajar, les muestro los balances de las pérdidas que no son muchas y las ganancias que van en aumento…—Fue un placer volver a verla luna Emily—.—Lo mismo digo Abadiel—. Los tres se retiran acomodo todo en mi maletín.—Ya sabe Luna Emily cualquier cosa estaré para ayudar también, aunque sea un vampiro solitario eso no quiere decir que no tenga mi gente—.—Serás el primero que llame Edwin—. Hace una reverencia.Me abre la puerta y salgo, me despido y voy al elevador ya en la planta baja acomodo todo y subo al auto, tengo que ir a la oficina, pero algo me dice que regrese a casa.Y claro que Darían me t
—Tu señor no es más que un cobarde—. Los tomo a los del cuello y lo alzó. —Es hora de acabar con sus malditas existencia—. Con mis garras corto su cuello.Sus cabezas se desprenden de sus cuerpos.—Pensé que llevarías prisioneros—. Miro a Gadreel. —Eso quiere decir que no, controla tu demonio—.—Lo hago, pero aún tengo sed de sangre—. La que habla es mi parte demonio.—Vamos igual estos no saben nada—. Me desplazo siguiendo el olor de Darían.Narra Darían.No es fácil dirigir una manada tan poderosa, hace dos días me enteré que habían desaparecido tres brujas de magia blanca, roja y negra, no sé, pero esto no me huele bien que digamos había convocado a una reunión con los Alphas, algunos mandaron a sus Beta y entiendo esa parte toda manada necesita a su alpha.Aún Daimon no da con él caballero de la noche, o quien sea al parecer solo se mueve en la oscuridad y no entiendo cómo es que Daimon no lo ha encontrado.Llegué a pensar que era uno de los demonios más poderosos que están con Da
Un fuego azul con humo verde rodea todo su cuerpo.—Hola cobarde—. No sé a quién le habla, truena los dedos y aparece un gran hombre lobo. —Viste toda la masacre como un cobarde, ¿porque te escondes?, Pensaste que no te encontraría—. Una sonrisa se le dibuja.—No, solo estaba esperando que tan buena eres, veo que eres una demonio muy bien entrenada—.—Dile al que anda tras esto que, de la cara, sé que no eres él—.—Como lo sabes, talvez lo tienes delante de ti—.—No eres él, solo con verte a los ojos sé que recibes orden de alguien más, no eres más que él que recibe órdenes y las trasmites, eres como su secretaria—. Sonríe de medio lado, el lobo se ve cabreado por el tono burlón que utilizo mi luna.—Te he subestimado abominación—. Mi luna sonríe ampliamente. —Eres peor de lo que él se imagina—.—Me siento halagada, pero es hora de terminar esta charla—.— ¿Qué vas hacer? —. La desafía.—No mucho perro pulgoso—. —Déjamelo a mí, mi luna—. Ella me sede el lugar.—Es todo tuyo amor, pe
Narra Roberto. Aún no salgo del asombro ver a mi luna, es decir la luna suprema Emily en su estado de demonía peleando junto con él Alpha Supremo fue impresionante verla de esa manera. Se que esto aún no termina si Emily dice que esa persona o lo que sea tiene cuatro brujas de magia muy poderosa todo se pondrá mucho peor de lo que fue, prepararé a mis guerreros y capacitare a todo aquel que quiera luchar en esta batalla que aún no sabemos a qué se debe. Lo malo es que no tengo a mi demonía que me diga sobre el peligro. Como envidio al Alpha Darían, él si supo valorar la luna que le dieron, me estoy llevando bien con ellos, al principio pensé que era solo por Maikel, pero ahora me doy cuenta que no es por eso, aunque mi luna, si ella es mi luna no me importa que digan que ella no es mía, sigue siendo mi luna para mi claro, delante del Alpha voy a tener que llamarla luna suprema, si sigo diciéndolo delante suyo creo que terminaré muerto y aún no quiero morir, quiero ver a mi hijo cr