Narra Emily. —Se puede saber que sucede aquí, Emily por qué lloras—. Estrelló mi cabeza en la roca que tiene como pecho este hombre. Me giro con lentitud. —Abuelo—. Digo nerviosa, él está de brazos cruzados. —No sucede nada—. —No te creo capullito ¿por qué llorabas? —. Suspiro y miro a Darían buscando ayuda, pero él tiene una mirada neutra, ruedo los ojos. —Estaba contándole a Darían parte de mi pasado, solo eso no te preocupes—. Él asiente. —Está bien no tardes ya vamos a cenar—. Le sonrió. —Gracias por la ayuda—. Me giro hacia él. —Si abría mi boca era para decirle que eres mi mate—. Bufo. —Vienes o tienes cosas que hacer aun—. Niega. —Para ti mi luna siempre tendré tiempo—. Detesto en verdad detesto su lado empalagoso, solo un poco, aunque creo que es mi lado demoníaco que lo hace. Fuimos a cenar, el abuelo no dejaba de mirarnos tendré que decirle que soy la mate de Darían, tal vez así entienda por qué se la pasa aquí. La cena termino en una plática amena y debo agradece
Yo tenía una cita con un nuevo cliente, al llegar pasé a la oficina, le di mi opinión acerca de algunas inversiones que había hecho, él me contrato para llevar sus finanzas, firmamos el contrato y salí a tiempo para recoger a mi hijo a la escuela. —¿Mami cuando iremos al parque de diversiones? —. Lo miro de reojo. —El otro fin de semana te parece ya que me acordé que alguien por ahí tiene que hacer un proyecto del sistema solar o algo así no me acuerdo bien—. Dije para ver qué reacción tenía. —Ah Santa diosa luna no me acordaba, compraste los materiales, deberíamos regresar—. Estalló en carcajadas creo que mi hijo es más dramático que su madre. —Ya lo compré amor mañana mismo empezamos te parece, creo que nos tomaremos todo el fin de semana haciéndolo—. Me mira con cara de que has dicho. —Mami eso quiere decir que no entrenaré con Darían—. Hago una mueca, escuchar su nombre no me gusta, ese hombre está poniendo mi mundo de cabeza. —Tendrás que decirle que entrenaras más tarde, pr
Narra Darían. —Me diste como mate a un demonio o mejor dicho una demonía, ni se cómo llamarla, ES UN DEMONIO... lo siento madre mía, pero esto me tiene al borde de la locura—. —¿No la quieres es eso?, ¿crees que elegirías mejor de lo que yo lo hice? —. —No diosa luna es que no sé qué hacer—. —Por ahora no lo sabes, pero sé que con los días lo harás—. Caigo de rodillas, no sé qué más esperar de esa chica, me sobrepasa toda esta situación, no sé qué voy hacer, primero un hijo que es más desarrollado que cualquier otro cachorro, luego ella es un demonio. No sé cómo hacer ahora con Maikel tal vez deba decirle que ya no lo entrenaré, algo tengo que inventar para poder pensar bien las cosas. Me levanto del piso y voy a mi cama, me acuesto y cierro mis ojos y aparece ella con su encantadora sonrisa, ella ha logrado meterse hasta en mis pensamientos. No creo que sea tan fácil olvidarme de ella, eso sería imposible y más si él lazo se hace cada vez más fuerte. (*_*) Al día siguiente
Narra Emily. Al ver a Darían viéndome de esa manera sentí un dolor intenso, me miraba como si yo fuera lo peor del mundo, sentí esa misma sensación que sentí cuando Roberto se dirigió a mi para rechazarme, ahora no era por ser una débil humana, si no por ser un demonio. Así no era como yo quería que lo supiera, quería aparecerme delante de él y darle el susto de su vida y arrancarle la cabeza, no mentira, quería decirle lo que yo era y ver si así me aceptaba o me rechazaba. Pero la curiosidad le ganó supongo, y se enteró lo que yo era solo espero su rechazo. No puedo negar que me ha hecho falta no verlo, me está evitando lo sé y se lo estoy poniendo fácil, he tenido más trabajo y no paro en casa. Y claro que también he estado investigando sobre Kimberly, no de la manera que piensan, quiero saber qué fue lo que le paso, dirán, pero pregúntale, pues ya lo hice, ella no me quiere decir nada acerca de su vida, solo me hizo un resumen de su pasado, que él padre de su hija la abandonó e
—¡Maikel me asustaste hijo! —. Se hecha a reír por mi dramatismo. —Mami exageras demasiado vamos a bañarnos y después vamos a la feria si—. Lo grita con entusiasmo. —Bien vamos a bañarnos, pero primero—. —¡No mami no! —. Lo agarro, lo tiro a la cama y lo empiezo a llenar de besos y hacerle cosquillas. —¡Mami para para ya! —. Dice entre risas. —Vamos que estas muy ansioso—. Nos metemos al baño y nos duchamos, después de duchados, nos vestimos igual, con una camiseta azul con estampado de un lobo y unos vaqueros azules, tenis Nike negros y una gorra negra. Ya vestidos vamos a desayunar. —Hola Diego—. Lo saluda Maikel. —Buenos días—. Saludo también. —Buenos días ya veo que están listos para la diversión—. —¡Sii! —. Grita Maikel. Nos sentamos a desayunar. —Es una lástima que yo no pueda ir—. Dice con lamento. —Te avisé con tiempo para que nos acompañaras—. Le digo. —Si, pero salió esto y no puedo ir—. —Sera después—. —¿Qué les parece si cuando acabo los acompaños? —. —Si por
Narra Emily. —Te vas o quieres quedarte, está muy tarde—. Le digo nerviosa no quiero que mal interprete mis palabras. —¿Quieres que me quede? —. Pregunta. —Si... bueno no se si tú quieres—. Sonrió nerviosa. Hay Emily como te metes en estas cosas. —Claro que quiero quedarme contigo, siempre—. Ruedo los ojos. —Eres tan exasperante—. Le digo. —No hagas que me arrepienta—. Aparezco unos pantalones para que él se cambie. —¿Y eso? —. —Para que te cambies, no pensaras dormir con esa ropa—. —No preguntare como hiciste eso—. —Que bien por qué no sabría cómo explicarte—. Sonrió. —Si te vas a duchar ahí está el baño—. Señalo él cuarto baño. —Me duchare después de ti o podemos ahorrar agua—. Dice divertido, lo fulmino con la mirada. —Okey sera después —. Resoplo. Busco mi pijama y me meto al baño, tomo una ducha rápida, me visto y salgo cediéndole el paso para que se duche. Y ahora la gran pregunta, ¿dónde rayos voy a ponerlo a dormir? —Uff—. Lo único que podría hacer es compartir la
Mi verdadero demonioTodo estos días Daimon me a presionado para que saque mi verdadero demonio, estoy harta no se como decirle que no puedo, y a la vez no quiero, me da miedo convertirme en eso que me dice Daimon y perder mi lado humano y por otro lado él lobo no deja de pedirme que salgamos a cenar creo que es una especie de cita.Tanta presión me tiene al limite y al borde de la locura, ya empecé a buscar un local para montar mi oficina, hoy veré uno, ya eh visto cinco y ninguno llena mis expectativas, o es que yo soy muy exigente, por suerte hoy me acompaña la abuela y Kim.—Les agradezco mucho que me acompañen estoy apunto de pegarme un tiro—. Les digo.—Cariño tu misma te complicas, puedes agarrar cualquier inmueble y hacerlo relucir—. Me dice la abuela.—Eso es c
Empiezo a comer, al terminar voy con Maikel y él lobo, nos vamos al sendero, Maikel aun sigue con sus entrenamientos, hablare con Darían haber si en su manada hay una escuelita para ellos, recuerdo que en la manada luna roja había una donde entrenaban los cachorros como ellos le dicen.—Nos vemos luego—. Le doy un beso a mi niño. —Quiero hablar contigo luego—. Le digo a Darían.—Si mi luna—. Que puedo hacer con este hombre.Me traslado a lo profundo del sendero. —Espero hoy vengas mentalizada para sacar tu verdadero demonio—. Dice Daimon.—Lo intentare aunque no creo que pueda—. Me aterra esta parte.—Tienes que hacerlo para que puedas avanzar con la siguiente enseñanza—.—¡Crees que no lo se, tengo miedo que quieres que haga!—.<