—Me caen muy bien tus padres—. Dice Darían abrazándome por detrás.

—Si son un amor no crees—.

—Si ya veo por qué eres así, tan cariñosa con Maikel—.

—Si crecí en un ambiente lleno de amor—. Me giro en sus brazos y lo beso. —Sera mejor que vayamos a dormir amor, tengo que ir por Maikel mañana—.

—Lo se amor vamos—. Me toma en brazos me lleva a la cama, nos acurrucamos y nos dormimos.

Al día siguiente.

Después de dejar a Maikel, en casa de los abuelos regresé a la mansión, como mi lobito estaba muy ocupado decidí dar un paseo, desde que estoy aquí no he salido mucho.

Al fin puedo respirar un poco, el idiota de Roberto no molesto ayer y espero que hoy no lo haga.

—¿A dónde vas? —. Pregunta Briana.

—Iré a dar una vuelta es lo que hago para distraerme—.

—¡Oh! Vaya, ten cuidado ya sabes los peligros que hay por ahí—.

—Soy un demonio Bri—.

—Lo se Emi, pero un lobo herido anda en busca de un amor perdido—. La miro.

—¿Hablas de Roberto no es así? —.

—Si, no lo han visto desde ayer y al parece