Demian Stuart

Catalina se interpone entre nosotros, su pequeño cuerpo está temblando mientras se aferra con fuerza a mi cintura. Eso me hace entrar en razón, sacándome de la bruma que nublaba mis sentidos.

¿Qué estoy haciendo?

Jamás haré nada que dañe a mi esposa, mi deber como su marido es protegerla incluso de mi persona. Si, mis acciones la colocan en una situación difícil necesito cambiar eso de inmediato.

Por eso mismo trato calmar mi temperamento inspiro con lentitud el aroma de su cabello que en este momento es lo único que puede darme la paz que necesito. Para no cometer una locura.

Si quiero que nuestro matrimonio continúe de la mejor manera debo prestar atencion a sus peticiones. Porque quiero su felicidad a mi lado no todo lo contrario.

-No, pasa nada. Mi amor, tranquila no voy a caer en su provocación. Está bien, mi niña créeme… si mi amor.

Mi pequeña Catalina continua con sus movimientos involuntarios en todo su cuerpo. Esta tan nerviosa que su pequeño ser esta des