Incluso ahora, después de conocer su presencia, seguía siendo escéptica sobre adorarla como a una diosa. ¿Y si no era más que una entidad que imponía su voluntad a seres inferiores, observando con diversión desde un trono etéreo? Pero, fueran cuales fueran mis creencias, ella era mi única esperan
Mi ira alcanzó un nuevo nivel al ver a Judith flotando sobre mí, deleitándose con mi sufrimiento. —Oh, cómo han descendido los poderosos —se regodeó—. O debería decir, cómo la nobleza se ha vuelto escoria nuevamente. Ahora estás en tu lugar, Aria, en la tierra. Le escupí en el rostro. Judith retr
—La gente es crédula —murmuró Chris con una sonrisa—. Creerán cualquier cosa si se les presenta de la manera adecuada. Todo lo que verán serán dos jóvenes envueltos en un ardiente romance, incapaces de resistirse el uno al otro. —Me encantaría ver la reacción de Noah. ¿Crees que llorará o vendrá
Punto de vista de Aria Mi tormento bajo el control de Chris no cesó en los meses siguientes. Me permitía volver al trabajo para guardar las apariencias y no levantar más sospechas sobre él, pero cuando regresaba con él por la noche comenzaba una nueva ronda de torturas. Había descubierto que ning
—Aria, esto es mucho que procesar —dijo Atlas—. ¡La magia oculta y antigua prohibida es una cosa, pero aquí estamos hablando de seres celestiales reales! Al menos la iglesia estará contenta —murmuró. Los dos guardias que estaban afuera comenzaron a moverse, frotándose los ojos y bostezando. ¡Se m
Ya no era yo mismo. Ahora me presentaba como Megan Arius, la recién llegada en el departamento de gestión de marketing de Bergmann Inc. Uno podría imaginar que después de meses de adoptar identidades falsas, me habría acostumbrado a ello. Sin embargo, mi nuevo papel me hacía sentir incómodo, sobre t
—Morphem augmentio —susurré. No era una experta en magia de ilusión, pero solo necesitaba hacer algunos cambios. Modifiqué el color de mi cabello de castaño a negro, cambié mis ojos de verdes a grises y añadí algunas pecas. Mi disfraz como Megan no era radicalmente diferente, pero lo suficiente c
—Atlas, ¿presentaste el informe sobre... —Noah hizo una pausa al ver a Atlas y a mí—. No sabía que tenías compañía. Atlas y yo estábamos de pie muy cerca uno del otro, susurrando, así que era evidente que no éramos solo colegas. —Oh, este no es ese tipo de empresa —tartamudeó Atlas—. Esto es..