—¿O qué, Bergmann? —se burló Chris—. Estamos en una zona neutral; no puedes obligarme a irme. Además, no olvides que tengo un rango superior al tuyo. Sería una pena si papá se enterara de tu falta de respeto. Noah, enfurecido, lanzó un puñetazo a Chris. Sin embargo, el Alfa Hansen lo esquivó con
Punto de vista de Aria —¿Tony? —dijo Noah, furioso—. Hoy te encontraste con ese tipo y no compartiste nada conmigo ni con nadie de la manada. ¿Cómo diablos puedo confiar en ti si ocultas información así? Me enfurecí ante su acusación. Esta tensión entre nosotros estaba alcanzando un punto crít
—No entiendo esto —dije, entregándole una página problemática. Mi falta de educación formal estaba empezando a asomar su fea cabeza mientras navegaba a través de la literatura densamente redactada. Habiendo pasado la mayor parte de mi infancia y adolescencia aprendiendo sobre medicinas, planta
Punto de vista de Aria Sintiendo que iba a vomitar, empujé violentamente a Noah lejos de mí, tirándolo contra la pared. Noah me miró en estado de shock. Una mirada de dolor cruzó por su rostro al darse cuenta de que acababa de rechazarlo después de tentarlo, después de devolverle el beso y ale
La pregunta era retórica; él ya sabía la respuesta. Además, mi silencio lo decía todo. —¡Maldito Noah! —Atlas maldijo—. ¿Qué hizo él? ¿Te amenazó? ¡Maldito sea! ¡Le pregunté si te había visto y el bastardo me mintió en la cara! Puse mi mano en su hombro para calmarlo. —No, no me amenazaron,
Desde la Perspectiva de Aria —No es apropiado que me contactes directamente —afirmé con calma por teléfono, tratando de mantener un tono neutral y profesional—. En nuestra línea de trabajo, usamos intermediarios por una razón. —Lo sé, lo sé —respondió la voz de Chris, su tono encantador y jugu
—Hola, señor. Sí, hay una mujer aquí para verlo... sí, su nombre es Aria... en este momento, señor. Colgó el teléfono y me sonrió amablemente. —El señor Hansen la está esperando en su oficina —anunció—. Diego la guiará. Agradecí a la recepcionista y seguí a un hombre corpulento hasta el asc
Punto de vista de Aria ¡Diez millones de créditos! Tenía que estar bromeando; no había forma de que ofreciera una tarifa de inscripción tan elevada a alguien de los barrios bajos. Había analizado la situación lo suficiente para notar que su mirada y comportamiento transmitían que tenía algo en me