-PUNTO DE VISTA [Narrador]- La mirada de Alessandro da a entender que realmente no entiende el odio que ahora tiene Ekaterina. Muchas veces habían pasado lo de que la última vez.¿Por qué ahora parece tan molesta? — ¿Por qué me miras de esa forma, Ekaterina? Parece que quieres que desaparezca. Ekaterina lo miró sin creer en aquel cinismo, pero parece caer en cuenta de la realidad de ese hombre. — Quiero eso. No quiero volver a verte nunca, Alessandro. Ekaterina pronunció aquellas palabras sentida y a la vez con un gran odio. Aquel odio es su barrera protectora para no caer nuevamente en los brazos de este hombre que parecía un ángel cuando lo conoció. — Creo que merezco una explicación, Ekaterina. No puedes simplemente fingir que no existo en tu vida. Sé que tenemos algo, sin duda alguna. — ¿Me estás haciendo quedar como la mala, Alessandro? ¿Me estás diciendo esto en serio? ¡Qué te jodan! Ekaterina había apuntado con su mano a Alessandro. Se rio de forma sarcástica después de
PUNTO DE VISTA [Leonardo] Me quedo observando a Ekaterina pensando que quizá sea una broma lo que acaba de decir. Me siento después de unos segundos, ella no parece querer decirme que solo bromea, por lo que con cada segundo qué pasa me lo tomo más en serio. — ¿Es una broma? Mi pregunta sale dolida, no es que me duela como si la amara. Desde que vi que ella estaba enamorada de otro, la vi como solo una amiga, pero nunca me cerré a la posibilidad de ser algo más. Ekaterina es una mujer hermosa, yo jamás dudarías en estar con ella. Hermosa e inteligente, me duele verla sufriendo por un patán. Tanto como me dolió cuando mi hermana regresó a Italia después de su fallido matrimonio. — No —ella saca un sobre, me lo da “Laboratorio clínico: Prueba de embarazo” No necesito leerla para darme cuenta que es verdad. — ¿Cuánto tiempo tienes? Me siento como un completo idiota al preguntar esto. Soy un completo idiota. ¿Cómo pretendía que ella solo se olvidara de ese hombre alemán que jugó
PUNTO DE VISTA [Narrador] “La muerte de Joe” Siempre un embarazo puede ser en la mayoría de sus casos Buenas noticias para parejas estables. Para Irina, la mejor amiga de Ekaterina, está siendo increíblemente hermoso. Ella sola ha planeado todo lo que ha querido, pues Joe le ha dado rienda suelta con el dinero. Aunque Joe e Irina son jóvenes, ambos están centrados en lo que debe pasar. Irina está aprendiendo a ser mamá, cuidados y cosas parecidas mientras que Joe lucha para salir ileso en una guerra que el nunca pidió. Aunque aún no ha hablado con Alessandro, mucho menos con Maximiliano, sabe que terminando la misión debe ir a verlos y explicarles porque los va a dejar. Cada día qué pasa es un día más para su boleto de salida. Algo que lo ha mantenido emocionado por mucho tiempo. —PUNTO DE VISTA [Joe]——Joe… ¿Por qué hay movimiento en la carretera 13? ¿El jefe ha llegado? Un lacayo me pregunta, así que me acerco para ver las cámaras. El único jefe que ha llegado es el pedazo
--PUNTO DE VISTA [Narrador]— Irina despierta con el pulso alterado esa noche. Su corazón le hacía presentir que algo estaba pasando, no pudo seguir dormida. Tomó su teléfono con la esperanza de que Joe esta vez le pudiese responder. Una pizca de esperanza le da cuando el ordenador deja escuchar la voz de su amado, cuando se da cuenta se enoja y arroja el celular al piso. — ¿Dónde estás, Joe? Te necesito. Irina teme lo peor. A diferencia de Alessandro, cuando Joe se sintió enamorado de Irina, le confesó exactamente lo que hacía. Por si algo le pasaba, ella no pensara que solo había jugado con ella, para que no le tuviera ninguna especie de odio. — Joe Irina no puede evitar que las lagrimas se resbalen por sus mejillas. … Con la llegada y el ataque que ha sufrido Maximiliano, las alertas de Alessandro están en rojo. Aunque debe estar ocupado, no puede dejar de pensar en esa rubia que lo tiene hechizado. — Ayer hubo un ataque el puesto de Joe, Alessandro El segundo infiltrado m
PUNTO DE VISTA [Alessandro] La vista se me nubla de la frustración que tengo. Puedo sentir el crujir del volante por la fuerza con la que lo estoy sujetando. Apenas puedo tolerar que el idiota de Leonardo esté con ella todo el puto tiempo, ahora resulta qué hay otro perro al que debo adiestrar. La cabeza comienza a dolerme tras pasar cinco minutos. La odio, la odio, la odio. ¿Cómo se atreve a tener otro amante? ¿Cómo pudo hacerme esto a mi? Ekaterina a veces se comporta como una auténtica… pero solo contigo debería ser, no con Leonardo, no con el vecino, no con quien sea… solo conmigo. Pensé que de alguna manera estaría consolando a su amiga Irina, que acaba de perder a su esposo, pero no. Parece que deben consolarla a ella. ¡Maldita sea! Una llamada entrante, no quiero responder a nadie. Pero tengo una programación para que se responda sola cuando manejo para Maximiliano. —Me voy a volver loco —dice enojado— Esa mujer me volverá un demente. No estoy para esto, pero tampoco p
-PUNTO DE VISTA [Ekaterina]-¿Hay un solo momento en el que Alessandro no se encarga de lo odié más? No voy a derramar una sola lagrima más por un tipo como este. Ya le he llorado demasiado, aunque siento mis ojos cargarse de agua, no voy a seguir demostrando debilidad por el hombre que amé de la forma más idiota posible. —Hazme el favor de irte antes de que te arrepientas por toda la basura que sale de tu boca, Alessandro. Alessandro soltó una risita sarcástica como respuesta. —¿Toda la basura? Te informo que la basura es la verdad, la única y maldita verdad. ¿Cómo putas se te ocurre que voy a confiar en alguien como tu? Juraste un amor y te casaste en menos de siete días con Leonardo. El odio sigue creciendo en mi pecho. Tengo muchas ganas de gritarle en el rostro. Quiero hacerlo pedazos, destruirlo. —Me casé por tu culpa, Alessandro, pero ahora ya no interesa explicarte nada de lo que pase ahora ni después. No te debo absolutamente nada. Alessandro no me responde de forma
--PUNTO DE VISTA [Ekaterina]— Al colgar la llamada de Irina, subo corriendo hasta mi habitación. Buscando ropa que no marque mi abdomen, si bien no se nota, ya no tengo el abdomen plano. No puedo imaginarme lo que debe sentir mi amiga que está esperado el regreso de su amado. La desesperación, además su embarazo. No puedo creer que la haya dejado sola todo este tiempo. Cuando regrese, hablaré con Leonardo para que nuestros abogados se encarguen del divorcio. Yo no puedo seguir perdiendo tiempo aquí, debo estar a lado de mi amiga. Ella no merece estar sola. Termino poniéndome un vestido verde olivo suelto. Unas sandalias que hacen que luzca muy normal. Pero es como quiero lucir, así que no hay problema con ello. Camino cruzando todo el jardín hasta llegar a mi auto, dentro pongo la dirección de la mansión Santoro, sería la primera vez que voy. Ni siquiera sé si él va a estar allí. El GPS me indica que la mansión Santoro está a una hora con treinta minutos de mi casa. Pensaba que q
PUNTO DE VISTA ¨Narrador¨Alessandro se engrandece al saber que sigue provocando sensaciones en Ekaterina. Ve como ella se aleja, para no caer en la tentación que es él. Así que dibuja en su rostro una sonrisa pícara, mientras se vuelve a poner la toalla en su lugar. Ekaterina camina hacia atrás sin fijarse que va en contra de una mesa que tiene una jarra con agua. Alessandro le diría, pero desea que se moje y poder tener una excusa para que se quede mas tiempo o verla con ese vestido pegado a su cuerpo.— ¿Por qué parece que me tienes miedo, Ekaterina?— No te tengo miedo —responde Ekaterina— Pero no te quiero cerca. No eres un hombre que valga la pena. Ekaterina termina moviendo la mesa, Ekaterina intenta tomar la jarra que se tambalea, pero no alcanza a tomarla. El agua se derrama en la parte del estomago de ella, Alessandro termina tomando la jarra. — Maldición Ekaterina se pone nerviosa cuando su vestido se pega a su cuerpo, de inmediato lo separa. Alessandro la ve, ve los ne