Sophia Rodrigues.

Me despierto con besos en la cara.

''Es hora de despertar, mi amor.

Cuando abrí los ojos sentí un pequeño dolor en el cuello.

''¡Allá! ''Puse mi mano en el lugar del dolor.

''Debería haber mencionado la habitación de atrás, pero terminé olvidándome, perdónenme.

Le doy una pequeña sonrisa.

''No te preocupes, el dolor pasará pronto.

''Está bien, bajemos, el auto nos está esperando.

Tampoco diré nada al respecto.

Nos bajamos del jet privado y veo a un hombre muy alto y musculoso con traje parado al lado del vehículo negro.

''Bienvenido una vez más, mi señor. Me alegra mucho saber que ya estás casado. ''El hombre te saluda con acento francés.

''Gracias Denis, basta de charlar y llévanos al hotel, mi bella esposa y yo estamos cansados. ''Hablaba con su manera grosera a la gente.

''Por supuesto, mi señor.

Rápidamente le abre la puerta a Vincenzo, luego hizo lo mismo por mí, tan pronto como me senté, Denis la cerró.

''¿Quieres parar a comer? El hotel dispone de restaurante,