Mina.Al llegar cerca de la mesa me detuve y está vez llene un vaso pero de Whiskey para luego tómatelo de una sola vez, arrugando un poco mi rostro por lo picante de la bebida.Uff la cosa está caliente.¡Dios! Él corazón se me va salir.—¿Quieres irte? —escuché que preguntó él.Me giré de inmediato y lo miré.—Si… pero necesito ir al tocador.—Esta bien, te espero.Me encaminé en esa dirección. Al entrar me fui de inmediato hasta el espejo y miré mi reflejo en el.¡Ay Por los cielos! Estoy más roja que la bandera de china. Tapé mi rostro con mis manos.¿Qué acaba de pasar?Quité mis manso de mi rostro y acomodé mi cabello al igual que mi vestido. Es inevitable que por mi cabeza se reproduzca el la cinta de lo que ocurrió. Aún lo estoy procesando.Solo fue un beso y ya Mina. No es nada del otro mundo.Después de recuperarme decidí salir y me fui en dirección a dónde se encuentra Kiev. Quien está mirando su teléfono con atención. Me detuve a su lado y lo observé.—Ya estoy aquí —avisé
Mina.Como todas las mañanas levantarme temprano para iniciar mi trabajo de cada día. Ya lista me fui a la habitación de Milán para que se arregle he ir al instituto. Cuando entré ya se encontraba despierto mientras mira a sus peces y les da comida.—¡Buenos días! —saludé detrás de él.Él niño se giró y me miró —Buenos días, Mina.—¿Cómo amaneces? —revolví su cabello.—Bien —sonrió.—Que bueno, Milo. ¿Ya no sientes picazón en tu cabeza? —inquirí.Él negó —No.—Eso es bueno —le regalé una pequeña sonrisa —. Bien, vamos debes arreglarte.Él asintió. Así que comencé arreglarlo y ya listo bajamos junto con nuestras mascotas para dejarlos en su zona de Confort. Después nos dirigimos hasta el comedor y tomamos asiento para iniciar la comida que después de unos minutos nos marchamos camino al instituto.Hoy debe ir a la casa de Evelyn ya que tenemos que hacer una especie de taller de tres personas ella, Harry —que es el otro de nuestro grupo—y yo. Ella me dio la dirección a si que me fui has
Mina.Sábado y eso significa descanso. Me levanté un poco tarde llegué a la casa en la madrugada y creo que Kiev no se dio cuenta, así que me salve de que me dejarán fuera. Antes de bajar a desayunar me fui a la habitación de Milán pero al entrar vi que no había nadie.Fruncí el ceño confusa ¿Para dónde y cuándo se fue?De inmediato marque al número de Kiev quien a los minutos respondió.Llamada.—¿Y Milán?—Hola, Mina. Buenos días. Yo amanecí bien, ¿tú?Hay Mina ¿Adonde se fueron tus modales?—Me alegro. Buenos días.—¿Milán está contigo?—Estamos con… bueno ya sabes y mi tío Leonard.Solté un gruñido de disgusto.—Ayer invitaron a Milán a un partido de fútbol. Así que en estos momentos estamos viendo a Emmet jugar ¿Necesitas algo?—No, no. Nada, que disfruten. Solo me pareció extraño…—Bueno, adiós. Colgué la llamada.Me fui en dirección al comedor y tome asiento para iniciar mi desayuno. Luego de comer me coloqué un traje de baño y junto con Pequeñin me fui en dirección a la pisci
Kiev.Al abrir mis ojos pude ver la hora en el despertador que reposa en mi mesita de noche a mi lado derecho. Apenas está amaneciendo. Miré a mi lado izquierdo y pude ver la espalda desnuda y blanca de Mina. Levanté con cuidado la manta para ver su trasero carnoso y algo grande cubierto por su bikini negro.¡Dios! Está para comérsela de nuevo.En ese momento sentí que se movió entre las sábanas y se cubrió el cuerpo completo. Pero de pronto su teléfono comenzó a sonar en toda la habitación. Ella hizo un sonido extraño y se sentó en la cama mirando a los lados algo adormitada y perdida.—Hola —rascó su cuero cabelludo y miró a su lado izquierdo mientras estruja sus ojos —¿Dónde está? —frunció el ceño y encendió la lámpara para luego levantarse de la cama.Aún acostado desde la cama miró cada movimiento que hace mientras veo sus pechos desnudos revotar un poco por cada movimiento que ejerce. También pude ver qué nuestra ropa está regada por todas partes de la habitación.—Esta aquí —sa
Mina. Llegó el lunes y bueno hice lo de siempre. En realidad me pase toda la mañana estudiando para la prueba que tendré hoy en la universidad. Milán asistió a sus clases como de costumbre y llegó feliz porque le dieron una estrella en su clase de matemáticas. Decidimos pasar la tarde en la piscina ya que salió el Sol. Así que aprovechamos para nadar un rato. Nicolle se acercó con dos batidos de fresa uno para Milán y otro para mí. —Gracias, Nicolle… —Milán y yo le agradecimos tranquilamente. —De nada —ella se despidió con una pequeña sonrisa. Ambos comenzamos a tomar tranquilamente del pitillo. Milán se acostó en el flotador y yo me acosté boca abajo una de las sillas para broncearme un poco. Nos quedamos así por un bueno rato. Luego nos colocamos nuestras batas y decidimos volver a entrar a casa. —Ya que hoy no hubo prácticas de piano…. Y aún falta para que vayas a la universidad sería bueno que viéramos una película —Milán me observó. Asentí —Si. Lo haremos. Nos detuvimos
Mina.Los días pasaron y yo aún sigo con la angustia del porque Kiev me dijo esas palabras, que realmente me tienen preocupada y más cuando me dijo que era algo peligroso.Hoy es la fiesta de compromiso de Adam y en estos momentos me encuentro junto con Bett comprando un vestido para la ocasión.—Crees que este me queda bien —comenté mientras le muestro uno de color azul claro.—Pruébatelo —pidió.—Claro… voy a seleccionar otros dos y vamos al probador.Ella asintió mirándome.Continué mi búsqueda, me gustaría uno color pastel.—¿Entonces el profesor te pidió que le hicieras sexo oral? —comentó ella indignada.—Si, no sabes lo enojada que me sentí en ese momento, Bett.—Es asqueroso… no me lo quiero imaginar, y solo para aprobar una materia.—La verdad creo que el sexo oral es algo muy personal y no a todas las mujeres les gusta —vi un vestido de color pastel con cuello tipo Ve y ceñido en forma de sirena hasta los talones. Lo que lo hace ver más resaltante y delicado son las diminuta
MinaMiró a través de la ventana los jardines de la inmensa casa, están completamente mojados, ya que hace una hora atrás dejó de llover. Han pasó varios día desde esa noche en la que escuché todo eso y ha sido un poco malo. Pero aún así no me voy a poner triste, por más que lo esté trataré de no pensar en él. Aunque lo veré todos los días mientras esté aquí pero debo acostumbrarme.Definitivamente no tengo suerte con los hombres.Marqué el número de Bett y está descolgó de inmediato.Llamada.—Hola —la saludé.—Holaa —saludó ella.—¿Qué haces? —inquirí mirando a mi perro que duerme plácidamente en su cama.—Estoy mirando una película ya que estaba lloviendo y no tengo ganas de salir el día de hoy.Continué mirando al frente —Si entiendo…—¿Estás bien? —inquirió ella.—Po supuesto.—Claro…—Bueno te dejó. Veré Game Of Thrones por quinta vez.—Buena opción, amiga. Adiós.Reí y después colgué la llamada.Así que eso hice. Son aproximadamente las 18h39 de la tarde y Milán no está. Que ab
Mina. Al llegar al frente nos detuvimos y entramos nuevamente.—Te mostraré la parte de arriba.—Esta bien.Subimos por las escaleras que están aún lado de la pared. Al ingresar comenzamos a caminar por un pasillo grande lleno de puertas a ambos lados, las paredes son de un color verde claro, hay lindos cuadros de en las paredes.—Hay 14 habitaciones —comentó él caminando junto a mi.—Lindo pinturas, ¿esas dos puertas grandes de que son? —miré al frente.—¿Estás?… —Kiev se acercó y las abrió —. Entra.Eso hice entre y pude ver qué es gigante con paredes de color blanco, la cama es grande con sus mesas de noche a cada lado. Hay un televisor en frente súper grande, Hay una especie de repisa grande en donde hay medallas, trofeos de diferentes tamaños y modelos.—Es mi habitación —comentó él he introdujo sus manos dentro de su mono.—Wow, es gigante —comenté y después miré la repisa —. ¿Todos son tuyos?Él afirmó también acercándose.—Allí está mi primer premio, hasta el último que me ga