Kiev.Hace años atrás.—Para saber si una persona te está mintiendo —él se detuvo y luego tomo asiento en su sillón —. Debes observar su lenguaje corporal, hijo. Cuando habla aparte de prestar atención a lo que dice; debes también prestar atención a sus miradas y expresiones; los gestos que en ese momento aparecen en su rostro….Desde mi asiento lo miró directo a sus ojos verdes con atención.—Debes observar y luego de eso analizar todo. Y te darás cuenta de la diferencia entre una sonrisa fingida y una sincera. Entré las palabras llenas de mentiras y las que vienen con genuina verdad.Él agarró su vaso que está por la mitad de Whisky y tomo un trago.—Kiev. Leer muchos libros te puede ayudar a descifrar bien a una persona y también te darás cuenta cuando te mienten o no —hizo una breve pausa —. Pero recuerda el perfecto mentiroso siempre existe.Tragué con suavidad y acomodé mi cabello corto hacia atrás —Entendido, Papá.Él hizo una afirmación. Su ceño está muy fruncido —Bien. Entonc
Mina. Me levanté igual. Modo Zombie ya que ayer luego de traer a Milán a casa tuve ir a la universidad y salí a eso de las 3 de la madrugada. Pero bueno, cosas que se hacen cuando se estudia. Ahora estamos todos esperando a Kiev en el comedor. Sheila y Nicolle le hicieron un pastel de su sabor favorito, fresa con chocolate. Loan trajo una botella de Champagne para brindar, ya que según todos ellos, Kiev prohibió que le hicieran algún tipo de fiesta. Aunque no conozco mucho ha Adam pero seguramente le hará algo. Al escuchar los pasos lentos que se escuchan en dirección a la cocina, apagamos las luces del comedor y esté quedó totalmente oscuro. Y en lo que escuchamos que entró y se detuvo al ver que todo está completamente en oscuridad, Sheila encendió la luz. —¡SORPRESA! —gritamos todos al unísono y Milán sonó un pito de fiesta que carga. —¡Feliz cumpleaños, hermano mayor! —exclamó él niño con alegría y al mismo tiempo pegando briquitos. Kiev nos miró con algo de sorpresa y una dim
Kiev. En ese momento el teléfono de Mina vibró. Ella me hizo un gesto de que atendería y luego se alejó. ¿Por qué Mina diría eso de mi tío? Que yo sepa ella recién lo conoció. No debería hacerle caso a sus palabras porque conozco a mi tío Leonard desde que nací y nunca ha sido una mala persona. Miré nuevamente en dirección a donde se encuentra Milán, quién juega con un niño de cabello castaño y una niña de cabello rubio. —Creo que ya deberíamos irnos —musitó Mina llegando a mi lado. Asentí mirándola —Esta bien. Mina se acercó hasta el pequeño parque para luego regresa junto con mi hermano agarrados de la mano. Caminamos en dirección a donde se encuentra la camioneta, Milán subió y cuando fui abrir la puerta para subir, sentí su suave agarré en mi muñeca. Me detuve y la miré a sus ojos verdosos —¿Qué? Ella sacó del bolsillo de su vestido rojo una especie de pañoleta también de color rojo. Fruncí el ceño. Ella sonrió y mostró la pañoleta —Debes ponerla. —¿Dónde? —sujeté la pañ
Mina.Al llegar cerca de la mesa me detuve y está vez llene un vaso pero de Whiskey para luego tómatelo de una sola vez, arrugando un poco mi rostro por lo picante de la bebida.Uff la cosa está caliente.¡Dios! Él corazón se me va salir.—¿Quieres irte? —escuché que preguntó él.Me giré de inmediato y lo miré.—Si… pero necesito ir al tocador.—Esta bien, te espero.Me encaminé en esa dirección. Al entrar me fui de inmediato hasta el espejo y miré mi reflejo en el.¡Ay Por los cielos! Estoy más roja que la bandera de china. Tapé mi rostro con mis manos.¿Qué acaba de pasar?Quité mis manso de mi rostro y acomodé mi cabello al igual que mi vestido. Es inevitable que por mi cabeza se reproduzca el la cinta de lo que ocurrió. Aún lo estoy procesando.Solo fue un beso y ya Mina. No es nada del otro mundo.Después de recuperarme decidí salir y me fui en dirección a dónde se encuentra Kiev. Quien está mirando su teléfono con atención. Me detuve a su lado y lo observé.—Ya estoy aquí —avisé
Mina.Como todas las mañanas levantarme temprano para iniciar mi trabajo de cada día. Ya lista me fui a la habitación de Milán para que se arregle he ir al instituto. Cuando entré ya se encontraba despierto mientras mira a sus peces y les da comida.—¡Buenos días! —saludé detrás de él.Él niño se giró y me miró —Buenos días, Mina.—¿Cómo amaneces? —revolví su cabello.—Bien —sonrió.—Que bueno, Milo. ¿Ya no sientes picazón en tu cabeza? —inquirí.Él negó —No.—Eso es bueno —le regalé una pequeña sonrisa —. Bien, vamos debes arreglarte.Él asintió. Así que comencé arreglarlo y ya listo bajamos junto con nuestras mascotas para dejarlos en su zona de Confort. Después nos dirigimos hasta el comedor y tomamos asiento para iniciar la comida que después de unos minutos nos marchamos camino al instituto.Hoy debe ir a la casa de Evelyn ya que tenemos que hacer una especie de taller de tres personas ella, Harry —que es el otro de nuestro grupo—y yo. Ella me dio la dirección a si que me fui has
Mina.Sábado y eso significa descanso. Me levanté un poco tarde llegué a la casa en la madrugada y creo que Kiev no se dio cuenta, así que me salve de que me dejarán fuera. Antes de bajar a desayunar me fui a la habitación de Milán pero al entrar vi que no había nadie.Fruncí el ceño confusa ¿Para dónde y cuándo se fue?De inmediato marque al número de Kiev quien a los minutos respondió.Llamada.—¿Y Milán?—Hola, Mina. Buenos días. Yo amanecí bien, ¿tú?Hay Mina ¿Adonde se fueron tus modales?—Me alegro. Buenos días.—¿Milán está contigo?—Estamos con… bueno ya sabes y mi tío Leonard.Solté un gruñido de disgusto.—Ayer invitaron a Milán a un partido de fútbol. Así que en estos momentos estamos viendo a Emmet jugar ¿Necesitas algo?—No, no. Nada, que disfruten. Solo me pareció extraño…—Bueno, adiós. Colgué la llamada.Me fui en dirección al comedor y tome asiento para iniciar mi desayuno. Luego de comer me coloqué un traje de baño y junto con Pequeñin me fui en dirección a la pisci
Kiev.Al abrir mis ojos pude ver la hora en el despertador que reposa en mi mesita de noche a mi lado derecho. Apenas está amaneciendo. Miré a mi lado izquierdo y pude ver la espalda desnuda y blanca de Mina. Levanté con cuidado la manta para ver su trasero carnoso y algo grande cubierto por su bikini negro.¡Dios! Está para comérsela de nuevo.En ese momento sentí que se movió entre las sábanas y se cubrió el cuerpo completo. Pero de pronto su teléfono comenzó a sonar en toda la habitación. Ella hizo un sonido extraño y se sentó en la cama mirando a los lados algo adormitada y perdida.—Hola —rascó su cuero cabelludo y miró a su lado izquierdo mientras estruja sus ojos —¿Dónde está? —frunció el ceño y encendió la lámpara para luego levantarse de la cama.Aún acostado desde la cama miró cada movimiento que hace mientras veo sus pechos desnudos revotar un poco por cada movimiento que ejerce. También pude ver qué nuestra ropa está regada por todas partes de la habitación.—Esta aquí —sa
Mina. Llegó el lunes y bueno hice lo de siempre. En realidad me pase toda la mañana estudiando para la prueba que tendré hoy en la universidad. Milán asistió a sus clases como de costumbre y llegó feliz porque le dieron una estrella en su clase de matemáticas. Decidimos pasar la tarde en la piscina ya que salió el Sol. Así que aprovechamos para nadar un rato. Nicolle se acercó con dos batidos de fresa uno para Milán y otro para mí. —Gracias, Nicolle… —Milán y yo le agradecimos tranquilamente. —De nada —ella se despidió con una pequeña sonrisa. Ambos comenzamos a tomar tranquilamente del pitillo. Milán se acostó en el flotador y yo me acosté boca abajo una de las sillas para broncearme un poco. Nos quedamos así por un bueno rato. Luego nos colocamos nuestras batas y decidimos volver a entrar a casa. —Ya que hoy no hubo prácticas de piano…. Y aún falta para que vayas a la universidad sería bueno que viéramos una película —Milán me observó. Asentí —Si. Lo haremos. Nos detuvimos