La mujer loba se vistió de prisa cuando la puerta se abrió de golpe.Pocas interacciones había tenido con el licántropo frente a ella, ninguna de ellas memorable, pero recordaba bien ese olor.Selena le habló con calma, pero retrocediendo ante la duda:-¿Eres su Gamma, verdad? El de Erik…El hombre sonrió con desprecio.-¿Ni siquiera me valora lo suficiente como para decirte mi nombre? Ya veo por qué no me llevó con él esta vez… Soy Graham…La mujer respondió mientras daba otro paso hacia atrás:-Lo siento, Graham… Estoy segura que te dejó aquí para protegernos…Él se rió con estridencia, una carcajada que reverberó en las paredes. -Ese será su error… Estoy cansado. Cansado primero de correr tras de tí, para que luego te dejara escapar sin castigo. Cansado de vivir detrás de un tesoro inútil. Cansado de ser su perro faldero, a cargo de mandados sin importancia…Ella negó con la cabeza.-Cuidarnos es importante… Somos familia…-No son nada. Tú, su familia y todo este clan, caerán en e
Cuando Gabriel se tranquilizó, y a pesar de la inquietud que le producían los olores de esa habitación, fue más fácil rastrear a Selena. Lo más alarmante era que no estaba sola.Mientras saltaba por la ventana y comenzaba a correr detrás de su rastro, se sentía culpable por haber bajado la guardia, a pesar de cuánto sospechaba de Elan y de que hubiera más traidores.Sin embargo, a cada zancada veloz, podía sentir que el entrenamiento, en apenas un día, había rendido sus frutos.En la distancia, vio que Elan corría fuera de los límites de Noche Nueva, seguido por Nika. Pensó en seguirlos, para ver qué tramaban, pero Selena era mucho más importante para él en ese momento. Luego resolvería ese asunto.Sus instintos le decían que estaba cada vez más cerca. Podía sentir en el aire la electricidad que lo recorría en cada ocasión en que la mujer que amaba, su compañera destinada, estaba a su lado, pero no sería tan sencillo.De la nada, surgido entre los arbustos, un licántropo desconocido
Nika avanzaba meditabunda.En principio, no tenía ningún plan para sus siguientes pasos. Sólo sabía que su hija estaba segura, que la incursión enemiga había sido dominada, y que, en pocos minutos, ella y su hijo mayor estarían cara a cara con el origen de sus pesadillas.Elan la seguía en silencio. Le había fallado a Kairon, pero al observar a su madre pensó que, tal vez, la licántropa no era una mala opción. Quizá, si la necedad no cegaba al alfa de Luna de Plata, él también sería capaz de ver en Nika a una compañera, una buena madre de cachorros sanos. Después de todo, ya le había dado hace mucho tiempo a un primogénito, aunque no fuera valorado.A medida que se adentraban en terreno enemigo, las miradas comenzaron a incomodarlos, y pronto eran seguidos de cerca por una pequeña comitiva.Muchos reconocían al traidor, Elan, quien ya había estado entre ellos muchas veces en el pasado. Pero nadie sabía quién era la licántropa hermosa que lo acompañaba. Por tanto, no impidieron su pa
"¡Corre! ¡Ve más de prisa, Maia!... Los árboles aún son demasiado altos estamos en territorio peligroso… si nos dan caza…"Ella sólo gruñó, molesta, resoplando con fuerza a cada zancada, pero perdiendo impulso sin remedio.Sé que iba al límite de sus fuerzas y que no podría hacerlo por más tiempo.Pronto debería tomar las riendas y probablemente deteneme.Aún sentía el penetrante olor de la sangre en mis fosas nasales, y en mis ojos perduraban las imágenes de lo que me encontré al regresar a la casa…Salieron de la nada, no los olimos ni oímos al llegar y las alarmas, misteriosamente, no sonaron.Todavía no logro comprender cómo, ni por qué.Esas alarmas, sumadas a los centinelas, por generaciones habían convertido al nuestro en un territorio inexpugnable. Evadieron a nuestros guardias sin mayor dificultad y un grupo de ellos entró a mi hogar… no quedó nadie. Quisiera haber podido detenerme a llorar.No dejaron absolutamente a nadie con vida, o de una pieza..Sólo el tibio líquido r
Nadie conocía su pasado, pero, de algún modo, había logrado escalar hasta la cima del mundo corporativo, ella, una mujer con la que todo era misterio.Y, para generar aún más susceptibilidad, no dirigía cualquier empresa, sino aquella más grande y competitiva del ambiente, aquella tan seductora y difícil: la del perfume.Era extranjera en ese país, pero aunque el enigma que la rodeaba era atractivo, nadie, nunca, se atrevería a preguntarle a Selena Wolf de dónde venía y cómo era su familia.Tenía un olfato único para los negocios, de eso no había ninguna duda, y parecía haber devorado, casi literalmente, a toda su competencia. Por eso mismo, no confiaba en nadie.Por eso mismo, su última asistente temblaba frente a ella como una hoja, lívida como el papel.-Susan, había una sola persona en toda la empresa que tenía acceso a la fórmula de mi fragancia en desarrollo… ¿sabes lo que eso significa?La joven no podía ni mirarla a los ojos.Selena era alta e imponente, con un cabello castañ
Toda su vida había perseguido una utopía. Una obra maestra que fuera su mejor creación.Era joven, pero ambicioso y lleno de vigor, luego de todo lo que había sufrido.No encajaba en el mundo que lo rodeaba y eso probablemente podría adjudicárselo a su orfandad.Crecer en ese orfanato horrible, sufriendo además el acoso de sus compañeros por tener un aspecto pálido y débil, lo había vuelto más reservado.Sabía que era diferente a los demás, podía sentirlo en lo más hondo de su ser.Pero, al llegar a la adolescencia, ya no le importó. Y todo cambió.Ahora era alto y bien formado de ojos y cabello profundamente negros, así que pronto dejaron de molestarlo tanto, lo suficiente como para sumergirse en sus propios intereses y aficiones, empezando por la química. Pronto se dio cuenta de que debía explotar además esas cualidades de líder nato que los deportes despertaron en él, y también estudió una carrera empresarial.Siempre curioso, siempre buscando más.Por sobre todo, anhelante de pod
Selena evaluó el cumplido, mirándolo directamente a los ojos.Intentaba descifrar si era un hipócrita buscando caerle bien, o si sus palabras eran honestas.De los falsos amigos estaba agobiada, y sin duda podía apreciar la sinceridad en un momento como éste. Decidió, mirando la oscuridad de sus ojos, que estaba siento honesto.Y eso le agradó. Necesitaba esa tranquilidad.Por supuesto, era más que consciente del peligro que representaba para ella contratar a Gabriel para un puesto en el que estarían en contacto continuamente, aunque podría encontrar el modo de disminuir esos contactos al mínimo, viéndose las caras en ocasiones estrictamente necesarias. Pero, por otro lado, ahora que lo tenía allí, frente a frente, sintiendo cómo sudaban las palmas de sus manos y el aroma potente y a la vez sutil de los cedros y las magnolias de un bosque húmedo que le hacía casi imposible no abalanzarse a él y reclamarlo, parecía titánica la tarea de renunciar a su presencia.Lo quería cerca, aunq
Gabriel estaba en su oficina concentrado en los expedientes, cuando percibió nuevamente el aroma que lo estaba enloqueciendo.Luego, escuchó su voz saludando a Carol.Esperó a que tal vez la señora Wolf golpeara la puerta para confirmar su presencia, pero la sintió detenerse un instante en su puerta, para luego continuar su camino.Pasaron incluso un par de horas más, en las que ella parecía ignorarlo."No seas ridículo, Gabriel", se dijo a sí mismo, "está trabajando. Concéntrate en lo tuyo".Si fuera un empleo común, con un jefe común, no sería raro.Cada uno en lo suyo y con el contacto limitado a lo formal. Pero no tenía sentido engañarse. Deseaba verla de nuevo, quién sabe por qué absurda razón. Selena supo que él había aceptado el trabajo apenas llegó a su piso. No necesitaba confirmarlo.Pero ya había decidido su estrategia de supervivencia: mantener la distancia.Le preocupaba más su fórmula robada, así que llamó a un detective que parecía bien calificado y habló rápidamente