Al día siguiente, Esteban se había reunido con algunos hombres lobos para deshacerse de Luke, quién lo estaba esperando cerca del acantilado, siendo el lugar donde alguna vez había comenzado esta historia.

Por el propio bien de estos chicos, había mantenido alejada a Alba para que no estuviera en peligro o saliera lastimada de la peor manera.

Porque Esteban, le había explicado demasiado bien lo que quería hacer, recalcando que lo quería muerto para continuar con sus planes.

—Sabes, lamento darte la noticia de la muerte de Yahiko, pero, no creo que eso te importe mucho—le volvió a decir este humano cuando Luke tenía el mal presentimiento de que algo malo le había sucedido.

A diferencia de Esteban, este hombre lobo no necesitaba armas, sino, jugar un poco sucio con su malicia para darle una lección que jamás iba a olvidar.

Un par de los hombres lobos que estaban en el lado de Esteban, se transformaron en lobos para ir con Luke, quienes no estaban dispuestos a detener para herirlo.