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Me cambié, iba camino al hospital...pero me faltaba algo.
La ropa para mi pequeña, tendré que ir a su casa...pero no se como entrar, se supone que vive sola, y ella no tiene nada de sus cosas.Y como si de una bala se tratase, aquél recuerdo me golpeo.Aquél chico en la casa de mi Sam.Pero todo pensamiento desapareció cuando mi madre me llama y me dice que Sam despertó y que me apure.Así que sin más sólo busco ropa mía para ella, puede que con su tamaño le quede algo grande, pero es lo de menos.Pero aquél recuerdo me llegó nuevamente.Flashback—¿Qué haces aquí?—dijimos al mismo tiempo.—Vivo aquí maldito.—dijo con los dientes apretados... Yo pestañeo y lo miro con asombro.&mdas.Narra Stephen.La casa se sentía vacía, no quería admitirlo, no en público, pero...la extrañaba, de alguna manera extrañaba su estúpida parecencia.Sus cosas aún estaban aquí, aveces me preguntaba cuando vendría a buscar sus cosas, así que como un completo enfermo, me iba a su habitación cada noche, porque...de algún modo, me sentía cerca de ella, ademas de que, ella en algún momento tendría que venir por sus cosas, y podre verla, podre hablar con ella, de que vuelva a casa, ya que Sam no puede de estar de invitada por siempre en otra casa.Pero últimamente la tía Susan no me deja ni nombrarla, es algo que la molesta muchisimo.Hoy es domingo...Mañana hay clases, después de saber que ella se iría a la casa de ese idiota, no he ido a clases y Justin se queda conmigo, en mi casa,
.narra Samanta—...Tenía una pequeña hermana, a la cual amaba con todo mi ser.—dijo sentándose en la cama.—Siempre nos contábamos todo, éramos los mejores amigos, hacíamos todo juntos, ella era mi luz, era la niña de mis ojos.—bajó su cabeza y sonrió amargamente —Hasta que cumplió sus 15 años...Ya no era lo mismo, tuvo muchas amigas, pero lo raro era que no le duraban ni una semana, casi no se juntaba ya conmigo, ya no me hablaba, ya no éramos los mismos, ella comenzó a alejarse de mí, hasta que una noche llegué enojado a casa, había peleado con un amigo y la escuché llorar, entre a su cuarto, abrí sin más la puerta, ella en sus manos tenía...tenía un test de embarazo, el cual daba positivo, no medí mis palabras ni nada, la llamé zorra, le dije que era una cualquiera, inclus
.Supe que ella se fue a vivir con el chico de la otra vez, el que estaba con ella, por la cara de mi primo cuando lo fui a ver después de una semana que ella saliera del hospital, supe que no la estaba pasando bien, sabia que no solo el tenia la culpa de todo esto, sabia perfectamente que yo también era culpable del sufrimiento de Sam.¡Por dios! Soy un completo idiota, ¿cómo es que no me consigo un puto trabajo y digo toda la verdad?¿porque no puedo tener el valor de decir todo sin temer que pasara conmigo?Por egoísta, por pendejo, por imbécil, por cobarde...por hijo de puta, enserio soy un real estúpido.Salgo de casa de mi primo en plena noche, necesito pensar, ya no puedo más con la culpa de saber la verdad y ver como Stephen cree algo que no es y Sam sufra y que...esté a casi un paso de la muerte.Mierda.Definitivamente, lo dir&e
.—Amigo, despierta.—escucho a lo lejos la voz de.... ¿Justin? ¿que hace el aquí otra vez?—Mmh.—murmuro dándome vuelta en la cama, intentando abrir los ojos.—Estás...en su cuarto Stephen...despierta.— dijo de nuevo y abrí mis ojos.—¿lloraste?—preguntó en un susurro, mas que preguntando, afirmando lo ya notable.—Cállate.—dije con mi voz quebrada ¡Dios! parezco una puta mujer.—Déjame solo.—¿Sabes? Ya es hora de decirte la verdad.—dicho eso...sentí como quito las frazadas que me cubrían.—Y necesito que estés bien despierto y no me rebanes las bolas.—dijo lo ultimo muy bajito y un poco nervioso.—Mierda. Está bien.—dije y me paré con toda la pereza del mundo de la cama, observo su habitaci&
.—¿Qué te ha pasado Luca?—dije mirándolo asustado por el estado en el que se encuentra.—E-eso no im-importa.—dijo adentrándose mientras se tomaba una costilla, rápidamente le tomé el brazo y lo pasé sobre mis hombros con mucho cuidado.—¿Qué le pasó?—dice Justin parándose para ayudarme y sentarlo en un sofá con suma delicadeza.—No lo sé.—me puse frente a ellos.—¿Qué te ha pasado? - dije mirándolo serio.—Eso no im-importa.—repitió tomando su costilla con dolor.—Tengo que contarte algo...y es de suma im-importancia.—me miró serio.—Dime qué pasa entonces.—exigí un poco más desesperado, no es normal que tu primo venga herido a solo decirte algo.—Hay una verda
.—TENGO QUE MATARLA, SUÉLTAME.—dije gritando cuando Justin me tomó el brazo, deteniendo mi salida de casa.—Viejo, cálmate, cometerás una locura.—dijo sujetándome ahora del torso, su agarre era fuerte, cosa que me desesperaba mas aun.—Justin.—susurré rendido y mi vista se me cristalizo —por favor...mira como me ha hecho tratarla...cuando...cuando ella es la verdadera culpable. - mi voz de apoco iba perdiendo fuerza.—Stephen, piensa lo que harás, mira como me dejó sólo por saber todo...—Luca se tomaba su costilla frente a mi, impidiendo el paso.Me senté súbitamente en el suelo y lloré, sé que es de maricas pero vamos, me siento una verdadera mierda por todo lo que ise.pateo el suelo, grito de la rabia, estoy mas que seguro que me arranque cabello.
.—¿Qué es Luther? - le pregunte por segunda vez a mi amigo.—Sam...—susurró mi Luther, me miro y sus ojos estaban cristalizados. - para mi siempre has sido eso.—¿Qué?—pregunté risueña pero vi su cara y la mía cambió.—¿Es malo? ¿qué pasa?— miré al frente y ellos seguían con una sonrisa, pero también lloraban.Le quité la hoja a Luther y leí, apenas el titulo que salia en letras grandes.... me senté, a mi parecer era algo muy importante, como para que ella escribiera. lágrimas caían por mis ojos y Luther a mi lado me abrasaba, me sentí débil y con una enorme emoción por dentro cada vez que seguía leyendo, cada palabra era emoción pura y de suma importancia para mi.PARA SAMANTA RESMON
.—Mentira.—dijo la voz del puto ese detrás de mí junto a Justin y Luca, los cuales se acercaban lento a donde estaba yo — Ella no es tu hermana. - dijo seguro de lo que decía.—A ver ¿qué está pasando aquí?—dijo el mismo hombre, confundido —Salgan de mi casa, no quiero un escándalo aquí.—habló firme y puso a Sam detrás de él... protegiéndola, el pensaba que yo le haría daño a ella.—Yo no me voy...sin ella, Sam es mi hermana.—hablé con los puños apretados al igual que los dientes, yo vine por ella, había muchas cosas que tenia que hablar con mi hermana.—Oye niño ¿cómo puede ser esta pequeña tu hermana?—dijo un poco calmada la señora esa, parecía muy curiosa.—Ella no es su hermana mam&aa