Con mucha indignación Isabela Wilson abandona el hotel Crowne Plaza Orlando-Centro. Sube al auto de su hijo para ir a su departamento de soltero.
Media hora después, están subiendo por el ascensor hasta la puerta 306.—Sigo horrorizada, James. Viste como me trató ese imbécil de Rolando. Se atrevió a humillarme como si yo…—Quieres dejar el drama, por favor. Ya no hay nadie escuchando —. Expresa con gran molestia.—¿Drama? Crees que estoy exagerando o fingiendo. ¡No puedo creer lo que dices!—¡Mamá!, he tenido un mal día, como para seguir escuchando tus lloriqueos —. Expresa muy fastidiado, deseando salir pronto del elevador.—. ¿Y se supone que yo tuve un día relajante en el Spa?—No tengo ganas de escucharte.—Cómo puedas tratarme así—¡James! Lo que tengo que decirte es respecto a Emma y el testamento — susurra.—Que tiene que ver ella con lo que está pasando?—Me temo que mucho y si Thomas sabe de ello, su vida está en peligro.James lo mira uno segundos sin saber qué decir.—Hablemos arriba —se pone de pie y las chicas se preparan para ir con él. Pero él les entrega los billetes que le dio su amigo y se quedan meneando las caderas esperando al próximo cliente.Ambos se dirigen a la suite para empezar esa larga charla. Esa lujosa habitación con aire acondicionado y bebidas gratis. James se pone cómodo mientras Henderson sirve los tragos.—Hace once años paso una desgracia en la vida de Emma que marco su destino y el de tu familia. Supongo que conoces parte de esa historia.—Sí, ella me lo dijo antes de irse.—Esa noche, cuando ella llega
—¡vámonos! — dice James entrando al auto.—¿Qué diablos fue todo eso James? Thomas no dijo nada — Reclama Henderson poniéndose en marcha.—No lo hizo, pero el saber que no tiene el testamento los descontroló, cuando salga a buscarlo, iremos por él.—Lo que dijo no son pruebas suficientes para King.—Habrá un segundo encuentro y en ese momento lo confesará todo.—Esperemos que sí.—¿A dónde vamos a hora?—A buscar la confesión de tu madre. King ya está yendo para el departamento.Media hora después estuvieron frente al edificio. King baja del auto y los tres suben hasta el tercer piso.—¿Por qué un número tan bajo? Pregunta King curiosos.—pánico a las alturas—. Responde James.Henderson sonríe e ingresa al ele
Thomas Siempre ha sido un hombre precavido, al enterarse de que su padre estaba siguiendo a Emma, mandó a tres de sus hombres a seguirlos, para encontrarla. Tras suponer que el testamento original estaba en manos de James, viaja a Colombia y va directo a la nueva casa de la señora Díaz, pues sus hombres se han encargado de seguirla y escanear el área para localizar a los que la protegían.Antes de llegar, se encargó de contratar a más matones y en unos minutos terminaron con la vigilancia deHendersonsin levantar sospecha; un trabajo rápido y limpio.Cuando Thomas concurre a Medellín, da la orden de ingreso. Los tomaron desprevenidos y el primero en caer fue Connor con un disparo en la cabeza. Luego derribaron al padre Amaro con dos tiros en su cuerpo, los demás fueron capturados cuando estuvieron en el piso cubriéndose de los disparos.Thomas
Emma se encontraba en Aranzazu, en una casa abandonada en una colina, la vegetación de los alrededores fue aprovechada por sus hombres. Mientras el detective King y su gente se dirigía a la nueva ubicación. Los efectivos policiales a cargo liberaban a las rehenes en Medellín.—¿Cómo está saliendo todo? —Pregunta James.—Ya están a salvo todos, el herido era el padre Amaro, nada de consideración, vivirá. Henderson aprieta los puños y piensa en las muertes de Connor y Ewan. —Casemos a ese Hijo de perra —expresa con Rabia. Cuatro horas después, se acercaban a Aranzazu. A pesar del viaje largo de Estados Unidos a Colombia y la falta de sueño, James se mantenía con energía suficiente como para golpear a su tío.Casi a las cinco de la mañana este le hace una llamada. —Sé que ya estás en camino, querido sobrino. Pero si no dejas a los policías fuera de este encuentro, puedes dar por hecho que ella empezará a sufrir las consecuencias —deja que escuch
Se encontraba acorralado, tenía que encontrar una salida rápida o nunca disfrutaría de esos billones que tanto le habían constado obtener.—Suéltala, tío— insiste James dando un paso — no tienes a donde ir, yo puedo hablar con la policía, podemos llegar a un acuerdo. Puedes quedarte con el dinero, no me interesa. Solo, déjala ir.—Te daré a elegir, no puedo entregar a ambos. La policía afuera, ha cambiado mis planes. Aunque pensándolo bien, creo que mi hijo y yo necesitamos tiempo a solas.—No, llévame a mí— grita Emma— deja que William se vaya.—Al fin sale tu instinto maternal, pero supongo que yo también tengo derecho a estar con él— la arrastra hasta la silla de William. James también se acerca lentamente.—Déjalo ir, un niño no será un escudo para ti, llévame —insiste Emma. —tentador oferta, no obstante el pequeño y yo tenemos planes, considero que después de todo, si quiero tener un heredero. La empuja y dispara contra ella, dos veces, Emma cae a
Thomas se carcajea a más no poder, mientras acelera y hace saltar del asiento al pequeño William.—Tú y yo nos llevaremos muy bien —le dice mirándolo una vez más—Tienes el carácter de tu madre. No pensé que tuvieses las agallas para jalar del gatillo.—Sabías que no tenía balas.—Me crees tan tonto para dejar un arma cargada ante la vista de un mocoso llorón e impulsivo. Pero debo confesar que me agrada tu valentía.—Eres un monstruo.—Sí, lo sé. Y no estoy ansioso por que me llames padre, pues en cuando estemos lejos, te enviaré de vuelta a casa.—¿Lo harás? —pregunta a media voz, muy sorprendido—¡Por supuesto!, no tengo por qué cargar con un niño llorón el resto del viaje. Además, sé que te gustará volar, incluso a la polic&iac
Henderson acompañó a Emma al Hospital San Vicente de Paúl, en Aranzazu, después de que James se fuera con el detective King en la persecución de Thomas. Al llegar se encargó del papeleo y de lo que hizo falta para su atención, mientras llegaba su familia. Ellos ya habían sido informados de la nueva ubicación de Emma, pero no llegarían de inmediato, se encontraban en el Hospital Universitario San Vicente Fundación, en Medellín, acompañando al padre Amaro. Su viaje sería un poco largo, unas seis ahora.un par de horas más tarde de que ella abandonara el quirófano y que ni un médico le diga nada, uno de los doctores se acerca.—Usted es familiar de Emma Díaz — Pregunta el galeno.—Soy amigo cercano de la familia. ¿Cómo está ella, doctor?—La intervención quirúrgica para extrae
Un beso tierno que acarició sus corazones, mientras desvanecía los miedos y temores. Después de un largo y apasionado beso, la pregunta indiscreta llegaría.—¿Qué paso con Thomas y William?—El detective King ya tiene todo controlado, es cuestión de tiempo para encontrarlos. No quiero que te angusties, prometí que iré por él y lo haré, la próxima vez que me veas entrar por una puerta, será con William de la mano. Confía en mí.—Sí, confió.En eso una llamada entrante lo sobresalta, al mirar la pantalla, observa un número desconocido, su corazón le manifiesta que es Thomas.—Regreso en un momento— le declara a Emma dejando un beso en sus labios antes de correr a la salida. Cuando está afuera, llama a King con un gesto, este llega de inmediato.Último capítulo