Andriano

Disfruto de tener a mi mujer entre mis brazos despues de que le pidiera ser mi esposa. Todos fueron mis complices, tenia tanto miedo de que está hermosa mujer me dijera que no, pero para mi suerte no lo hizo y ni siquiera se imagina lo feliz que me hace.

Tenía pensado pedírselo hace ya unas semanas, pero no habia encintrado el momento indicado para hacerlo.

Todos están acompañandonos, bueno casi todos,... mi hermana no quiso venir y mucho menos escucharme cuando intente hablarle, pero bueno, tal vez fue lo mejor, no queria que este momento se arruinará por nada del mundo y si ella venía todo sería muy tenso.

-Estás hermosa, mi amor.-le susurro a mi futura esposa,... "Mi futura esposa", que bonito suena eso.

-Tú estás guapo con ese traje.-susurra con sus mejillas sonrojadas sacandome una sonrisa al saberla tan tímida, tan hermosa, y tan mía.

-Pense que dirías que no.-confieso lo que por un momento temí.

-Solo me tomo por sorpresa, aunque debo reconocer que esto va