Charlotte Observo a mi esposo tratando de descubrir el motivo de su silencio. Desde que volvimos de nuestra luna de miel hace más de una semana se ha estado comportado raro, y se que algo me oculta. La pregunta es ¿Qué es eso? ¿Qué es lo que no puede decirme? ¿Acaso no confía en mí? ¿ O tal vez se arrepintió de haberse casado conmigo?-¡Mamá!-el grito de mi hijo me saca de mis pensamientos y logra captar la atención de su padre.-¿Qué sucede, mi amor?-le pregunto a mi niño quien llega a mi lado a las corridas.-¿Puedo ir con los abuelos y mis primos?-me pregunta haciendome ojitos.-Amor,... -empiezo tratando de encontrar las palabras justas para no hacerlo sentir mal, pero al ver su rostro brillando de la ilusión no puedo hacerlo. -Esta bien, puedes ir con ellos, pero te portaras bien y te cuidaras mucho, ¿ok?-le pregunto a mi pedacito de cielo.-¡Si! ¡Me portaré muyyyy bien!-exclama eufórico al tiempo que se lanza a los brazos de su padre quien se ha acercado hasta nosotros
Andriano Firmo cada uno de los papeles que me ha dado mi abogado, nada les hará falta a mi esposa e hijo.No me arrepiento de lo que estoy haciendo, pero me hubiese encantado disfrutar más de ellos.Todo está en orden para que nada les falte, sé que Charlotte me odiará cuando se entere, pero es algo que debo hacer.Me vengaré de ese bastardo, después de todo lo más difícil ya está hecho.Ese bastardo se arrepentirá de haberse metido con mi mujer, lo hará y yo estaré ahí para recordárselo.Dante trato de hacerme entrar en razón, pero no lo logro, es algo que llevo meses pensando y no me retractare, no ahora que estoy muy cerca de cumplir con mi venganza.Otro tema del que me he encargado es de conseguir un abogado para el hermano de mi mujer, es algo complicado ya que él chico se rehúsa a recibir ayuda, y si no lo hace se enfrentara a esa familia que con tan solo mover un dedo lo refunden en la cárcel.No quiero juzgarlo porque si algo he aprendido en este tiempo es que uno no debe ju
Charlotte Despertarte y enterarte que tu esposo te ha abandonado, que se ha ido sin importarle su familia es lo más doloroso que se puede experimentar. No entiendo porque lo ha hecho... Tal vez ya no nos quiere o se ha arrepentido de haberse casado y de haber formado una familia.Ahora no se como se lo diré a mi pedacito de cielo, no quiero verlo sufrir, pero tampoco puedo mentirle.Respiro profundo tratando de controlarme , y cuando lo logro salgo de la habitación para enfrentar la realidad.El primero que se cruza en mi camino es Dante, se que él lo sabe todo, pero no me lo piensa decir porque no va a traicionar a su amigo.-Buenos días, Char.-me saluda observando mis movimientos. -Nada de buenos. Pero buenos días, Dante.-le digo sonriendo forzosamente.-Se que estas molesta, pero tiene sus razones.-murmura suspirando.-Me gustaría conocerlas, nada puede ser tan grave como para dejar a tu familia botada.-digo con dureza. -Realmente no los dejo botados, los dejos protegidos, los
AndrianoLanzo contra la pared el vaso que tenia entre mis manos cuando las imágenes de las cámaras se vuelven borrosas, y se que eso no es una buena señal. -¿Qué pasó con las cámaras?-es lo primero que pregunto cuando el encargado de la seguridad de mi familia me responde.-Señor,... la señora esta encerrada en su oficina con sus padres, y el señor Ferrara... No se que ha sucedido con las cámaras.-informa y eso solo logra alterarme más de lo que ya estaba.-¿Como permites que pase eso cuando están bajo tu cuidado?-pregunto enfurecido de que esto se esté saliendo de mis manos.-Lo lamento mucho, pero la señora es muy astuta. Nos pidió que le demos espacio para hablar con sus padres mientras nosotros hacíamos guardia afuera de la habitación de su hijo.-Me explica son dejarse intimidar por mi enojo.-Encárgate de esto, y más te vale que mi esposa permanezca en esa casa.-ordeno para seguidamente cortar la llamada.Solo espero que mi amigo haya cumplido su palabra de no decir nada, o de
CharlotteLa escena que ven mis ojos es tan difícil de procesar, las autoridades han llegado hace minutos. Estoy congelada en el lugar sin saber que hacer o que decir, solo soy levemente consciente como esposas a Andriano al tiempo que otro grupo de policías empiezan ha inspeccionar el cadáver de Durant.Ese hombre que tanto daño me ha hecho al fin ha dejado este mundo, pero en lugar de sentir paz siento que me ahogo porque mi esposo será juzgado por su culpa, incluso después del muerto se empeña en arruinar mi felicidad. -Char, debemos irnos. Debes reaccionar, buscaremos la manera de que Andriano salga libre de todo esto.-me dice Dante al tiempo que siento que me abraza para demostrarme su apoyo y hacerme salir de ese estado en que me he metido.-Andri... Andriano.-susurro con la voz entrecortada al tiempo que intento liberarme del abrazo de Dante para correr hacia donde se llevan a mi esposo, pero él hombre a mi lado me lo impide.-¡Suéltate!-le gritó desesperada.-Debo ir con él...
CharlotteTiemblo entre los brazos de mi esposo, lo aprieto a mi con todas mis fuerzas, mis lágrimas ensucian su camisa, pero a él no parece molestarle porque me corresponde el abrazo con la misma intensidad.Después de 48 horas lo tengo junto a mi, después de creer que no ganaríamos el juicio, y que lo condenaría... lo tengo de regreso y no pienso permitir que se vuelva a alejar, no puedo imaginarme una vida sin él y sin nuestro hijo.-Shhh,... ya paso, amor.-susurra con dulzura tratando de calmar mi incontrolable llanto, pero no puedo hacerlo aunque quisiera. Es una mezcla entre miedo y alivio, hemos pasado por tantas emociones en menos de tres días que no se como sobrellevar todo.-No... no vuelvas a dejarnos. -le digo con la voz rota.-Prometo no hacerlo, mi dama.-me promete y le creo.-Hay unas cosas que debe firmar señor Santoro.-interrumpe una voz desconocido que supongo pertenece a algunos de sus abogados.-Lo haré más tarde, ahora solo quiero ir a casa y estar con mi familia.
Dos años después Charlotte Sonrio ante la escena que me regalan mis amores. Andriano cargando a nuestra bella hija de tan solo seis meses mientras que nuestro hijo está sentado a su lado observándola con admiración. Florence Santoro, es la niña de nuestros ojos, nos ha enamorado a los tres, y solo ha traído más alegrías a nuestras vidas. No esperábamos tener más hijos, ambos ya tenemos más de treinta años y estábamos lo bastantes ocupados con nuestras obligaciones y nuestro pedacito de cielo como para siquiera pensarlo, pero en el mismo instante en que nos enteramos que un pequeño ser se estaba desarrollando en mi vientre amamos la idea. Andriano pudo disfrutar de mi embarazo en esta segunda ocasión, y siendo honesta también pude disfrutarlo más que el anterior ya que esta vez no estaba preocupada por lo que podría pasarle a mi bebé o por no tener como alimentarme durante el embarazo. Mi pequeño niño estuvo encantado con la noticia desde el primer momento en que se lo dijimos, n
CharlotteSuspiro cansada de que siempre tengamos la misma discusión, y de que no entienda mi posición.-Andriano, no empecemos de nuevo con eso.-le pido agotada.-No me pidas que no reaccione así cuando mi hermana no entiende la gravedad de sus acciones.-me dice enojado.-No levantes la voz, no quiero que nuestros hijos escuchen nuestra discusión.-le digo entre dientes.-Lo siento, amor. No quería gritar, es solo que me desespera esta situación. -dice arrepentido de haberme hablado así.-Lo entiendo, pero ya sabes como son las cosas, así que no hay que enojarse porque eso no soluciona nada. Solo debes ir con los niños y listo, además tengo cosas que hacer así que me mantendré ocupada hasta que regresen.-le digo restandole importancia y sin ganas de prolongar esta conversación. -No, no pienso irme sin ti, ya lo aguante por años, esta vez no me vas a convencer.-dice con seriedad y cuando estoy por responder la puerta de nuestra habitación se abre dejándonos ver a nuestro hijo de 13 añ