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Capítulo 9 Cuando la atracción es irresistible entre los dos.

Camine hacia él y su sonrisa me cautivo, cuando estuvo frente a el tomo mi mano entre la suya y la acerco a su boca, pude sentir su aliento y como sus labios rozaron miel.

Mi corazón estaba latiendo tan rápido y mi piel se erizo al instante, mis piernas casi se vencían cuando por fin escuche su voz de nuevo, “Dany mucho gusto, soy Marcus” dijo sin desviar su mirada.

“Hola Marcus” le dije y mi voz salió como si fuera un suspiro que solo él podía escuchar.

“Bueno ya que se terminaron las introducciones, creo que es momento de irnos no creen” dijo Jason.

“Me parece una buena idea, vámonos” dijo Ivana, pero yo no podía quitar la mirada de esto hombre que me tenía fascinada.

Tome mi bolsa y mi celular para irnos y solo sentí como el tomo mi mano entre la suya, apretándola pero no demasiado fuerte solo con firmeza, como si no quisiera perderme.

Salimos del departamento rumbo al elevador y el estacionamiento, él estaba parado junto a mí y baje la mitrada por un instante hacia nuestras manos entrelazadas.

El me miro con curiosidad y vio hacia donde se dirigía mi mirada, “Lo siento te molesta que tome tu mano?” me pregunto con ternura.

Pero me puse tan nerviosa que las palabras no salieron de la mejor manera que esperaba, “Si!  no!  Lo que quise decir es que! Perdón! es que no estoy acostumbrada!”, le dije y por dentro me sentí la mujer más estúpida del mundo.

El solo mostro una sonrisa tan sexy y me dijo, “Espero que esto no sea demasiado rápido para ti y que poco a poco te acostumbres, porque lo único que quiero es cuidarte y estar cerca de ti, después de lo de ayer, no pienso permitir que nada de pase” me dijo y sentí como mi corazón palpitaba al escuchar sus palabras, que locura, lo acabo de conocer y siento que ya lo conozco desde hace tiempo.

Hay situaciones en la vida que cambiar tu manera de ver la vida y a la personas a tu alrededor, cuando sientes que conoces a alguien por mucho tiempo pero su cercanía pasa desapercibida, crees que es algo normal para ti.

Pero entonces llega es apersona que mueve tu mundo por un segundo, como si lo conocieras toda tu vida y único que quieres es estar en sus brazos y sentirlo cerca a cada instante o te volverás loca, eso es lo que estoy sintiendo con Marcus, pero no quiero que me lastime.

A pesar de que siempre doy mi imagen de rebelde, fuerte y mujer con una gran seguridad, por dentro soy como bambi, tengo miedo de todo y de todos, pero lo que más me dolería es que me lastimaran al entregar todo de mí.

Quizá el destino me está diciendo, que me deje llevar y que me arriesgue por esta vez, sin tener mi plan trasado solo vivir día a día con Marcus y porque no, puedo sentir que se siente atraído a mí, me hace sentir segura y protegida con el simple hecho de tener mi mano entre la suya.

Su cuerpo se mueve de una manera en la que el mío reacciona sin pensarlo siquiera, que no puedo explicármelo es como si fuéramos uno solo.

Al llegar al estacionamiento, vi su auto ese BMW negro y me dirigió a él, pero vi que Jason se llevaba a Ivana hacia otro auto, miré a Marcus desconcertada.

El mi mero y vio a Jason, “Le dije que trajera su auto, para que podamos tener más privacidad y conocernos un poco más, pero si te sientes incomoda puedo decirles que vengan con nosotros’, me dijo esperando mi respuesta.

“Está bien, me parece una buena idea” le dije y él sonrió por mi respuesta, entre al auto y el cerro la puerta, le dio vuelta al auto y entro, se sentó y se inclinó hacia mí, nuestros rostros estaban a escasos centímetros e inconscientemente cerre mis ojos esperando que me besara por primera vez.

Pero eso nunca llego, solo escuché el sonido de mi cinturón de seguridad y abrí los ojos, pude sentir que me estaba poniendo roja de vergüenza, al pensar que él iba a besarme, su rostro estaba a escasos centímetros del mío, tenía una enorme sonrisa y me dijo, “lo siento solo quería ponerte el cinturón de seguridad”.

“Claro, que otra cosa seria” le dije e intente no verme como una idiota, gire mi cabeza hacia el vidrio de la ventana, y pensé “Dios abre el pavimento y trágame tierra, que vergüenza acabo de insinuarle que quiero que me bese o quizá no”, gire mi cabeza y lo vi, pero el me mostro la sonrisa más picara del mundo y supe que capto perfecto lo que hice.

El siguió manejando y de vez en cuando me miraba sonriéndome, hasta que llegamos a un restaurant bastante elegante, estaciono el auto y salió para abrir mi puerta.

Extendió su mano y al tomé para salir del auto, pero al cerrar la puerta se acercó a mí, mi cuerpo estaba entre el auto y el, mi pulso se aceleró cuando el comienzo acercarse a mí y sentí su aliento en mi oído.

“Yo también me muero por besarte, quiero probar tus labios y te prometo que antes de que esta noche termine lo hare” me dijo y coloco su mano en mi cintura para entrar al restaurante.

Ivana y Jason ya estaban esperándonos en la entrada, “Buenas noches, Marcus, hace tiempo que no venias por aquí” dijo la recepcionista con demasiada confianza para mi gusto, pude ver que se llamaba Claudia por la etiqueta de su uniforme.

Eso me hizo pensar, que quizá ellos se conocían y me aleje un poco de él, pero eso solo ocasiono que Marcus me acercara más y su mano sujetara mi cintura con fuerza, “Te agradecería que no me llamaras con tanta familiaridad, como si tuviéramos alguna relación, como puedes ver vengo acompañado de la única mujer que me importa y no quiero que malinterprete tu saludo” le dijo directamente y eso la verdad me hizo sentirme más segura de él.

“Lo siento Sr. Myers no volverá a pasar”, dijo la recepcionista.

“Reserve el área privada de la terraza para nosotros, espero que ya esté lista?” pregunto Marcus.

No había tenido oportunidad de venir a este restaurante y la verdad era hermoso, Marcus tomo mi mano y subimos por unas escaleras, hacia la parte superior del restaurante, había luces por todos lados que parecían luciérnagas, una mesa en el centro con únicamente velas y al luz tenue de la iluminación de la luna.

No pude disimular mi asombro al ver tanta belleza, “Wow esto es hermoso” dijo Ivana y Jason la llevo a sentarse a la mesa.

Yo solo me quedé parada admirando todo a mi alrededor, sentí unas manos que me abrazaban por detrás y me sujetaban de la cintura, Marcus se acercó a mí y su pecho estaba pegado a mi espalda. Sentí como sus labios rozaron la piel de mi cuello y me estremecí, aun mas cuando susurro en mi oído.

“Te gusta?” me pregunto.

“Jamás había admirado una vista tan hermosa y las luces, parece como si estuviéramos en el bosque de noche, es precioso” le dije sonriendo.

“Qué bueno que te gusté, porque lo hice para ti” me dijo y me dio un beso en la mejilla, giré mi cabeza para verlo de frente y solo pude sonreír como tonta.

La velada fue bastante agradable, la comida estuvo exquisita y escuchamos anécdotas de Marcus y Jason de cuando eran niños, Ivana platico un poco de ella y yo solo estuve escuchándolos, fue la noche más divertida que había pasado en mucho tiempo.

Al terminar nos dirigimos al estacionamiento y Marcus volvió a tomar mi mano, para guiarme entre la gente.

Al llegar a su auto, nos despedimos de Ivana y Jason, ya que Marcus tenía otros planes para nosotros.

Me acerque a darle un beso a Ivana, “Que te diviertas y no se te olvide usar globito” me dijo burlándose de mí, “! Ivana” le dije y me puse completamente roja por su comentario.

“Nos vemos después Dany”, dijo Jason y se fueron.

Me dirigí al auto de Marcus y él ya estaba mirándome, recargado en la puerta de su BMW, “Lista” me dijo y no pude evitar sonreírle, “Lista a donde me llevaras” le dije.

Abrió la puerta y me dijo, “Lo más cerca posible del paraíso”, me dijo y no puede evitar sonreír por su comentario.

Durante el camino se negó a decirme a donde nos dirigíamos, pero pude ver que era cerca de algún bosque, porque la carretera era algo oscura y me dio un poco de miedo, creo que él se dio cuenta y me miro.

“Dany, jamás te lastimaría y no hare nada que tu no quieras” me dijo seriamente y yo asenté con la cabeza, confiando en él.

El camino se tornaba cada vez más oscuro y pude ver que nos dirigíamos a una cabaña que estaba justo en la orilla de un acantilado, sostenida por unas grandes vigas de madera y hacía que estuviera sostenida en el aire.

“Hemos llegado, espero que te guste” me dijo y se bajó para abrir mi puerta, me tomo de la mano y nos dirigimos a la cabaña, por dentro era hermosa con detalles rústicos y hogareños.

“Que te parece?” me pregunto.

“Me encanta, tiene un cierto aire de tranquilidad y paz” le dije.

“Precisamente por eso, es por lo que me gusta tanto venir aquí, cuando necesito estar solo y relajarme, me quedo unos días, la compre hace algunos años precisamente pensando en que fuera mi pequeño lugar secreto, donde puedo ser yo mismo y alejarme de todo” dijo mirándome.

“Ven, tienes que ver esto” me dijo tomando mi mano entre la suya, subimos las escaleras hasta su recamara y mi corazón latía sin parar, de tan solo pensar que en unos cuantos minutos sus manos acariciarían mi cuerpo.

Y solo pude morder mis labios de ansiedad y nervios, de tan solo pensar en lo que pasaría al llegar a su cuarto.

“Por dios quiero que me bese y que me haga suya esta noche, lo deseo tanto”.

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