Giré mi cabeza y fue cuando la vi, al amor de mi vida mirándome como le estaba siendo infiel mientras estaba penetrando a otra mujer en mis brazos, en ese momento me sentí el hombre mas pendejo del mundo porque no encuentro otra palabra para describirme por haber perdido todo lo que tenía con Daniella con mi mujer por una prostituta como Romina.

Mi rostro se puso pálido y perdió el color en un instante y vi como el rostro de Dany se cubría de lágrimas que no dejaban de caer mientras ella me veía, abrí mi boca y las palabras no salían no podía decir nada no sabia que decir.

“Dany! Yo…”, ni siquiera pude terminar de decirlo cuando ella se dio la vuelta y salió corriendo.

Me agaché y me puse mi ropa rápidamente, mientras Romina me gritaba, “Que haces, déjala ya se fue me vas a dejar así, Marcus!” dec&iac