Baje del taxi decepcionada por aquella voz, pues la imaginación era realmente hermosa.
Quería alejarme de él pero me estaba siendo imposible, ya me estaba acostumbrado a su presencia, a pasar la mayoría de tiempo con él... no sabía si algún día iba a poder sacármelo de la cabeza, no sabía si me olvidaría de él al salir completamente de la escuela, al entrar a la universidad... estaba sintiéndome completamente confundida y deseosa en dos razones, una...jamás separarme de él, y otra, olvidarme de él definitivamente...
Me encontraba encerrada en mi habitación con desesperación en mis ojos, tenia ganas de gritar "¿porque tenía que pasarme a mi?". Iba hacer el intento, le voy a dejar de hab
Entramos y el aula está vacía lo cual me sorprendió.-Y sus alumnos?-pregunto y no le escucho responder, por lo que me giro hacia él quien está apenas en la entrada.- Les di este modulo libre...-dice-ah...Sonríe y me giro dándole la espalda. Camino hacia su escritorio, noto sobre el una hoja en blanco, me acerco, no había nada escrito en ella.-luces bien con el cabello suelto...- dice y me sorprendo -siempre lo traes en cola.Sonrío y apuesto a que estoy sonrojada.Creo verle acercarse a mi, pero confirmo mi equivoc
Permanecí mucho tiempo dando vueltas sobre la cama, no quería verlo, tenía mucha vergüenza. Pero sabia que en cualquier momento debía levantarme e ir a cumplir al fin las últimas horas de servicio para conseguir mis papeles.Aquel día use unos jeans azules, una blusa de manga larga gris y unos tenis blancos, sujeté mi cabello en una trenza dejando escapar unos flequillos sobre mi rostro. Risé mis pestañas y puse sobre ellas mucha mascara negra para alargarlas, pinté mis labios frotándolos entre si. Me vi por ultima vez en el espejo y suspire fuerte. El simple hecho de saber que me toparía con él en cualquier momento comenzaba a fastidiarme.Bajé del taxi y caminé hacia la entrada de la escuela, antes de cruzar la calle mi celula
Atravesamos la plaza cívica, mis pensamientos me ahogaban y él permanecía a mi lado.—Y por fin... ¿Dónde estudiarás?—dice rompiendo el silencio.—Ouh! Aun no lo sé...—respondo con las manos dentro de mis bolsillos.—Creí que ya estabas decidida—dice en paso lento.Niego torciendo el labio.—En realidad, no estoy convencida...—permanezco con la vista al frente—quiero esperar...Me observa atento.—Ok...—responde en tono curioso.
Tres meses después.Me sentía frustrada por no saber con certeza lo que estudiaría o a que me dedicaría. Nico y Elia habían entrado ya a la universidad, mientras su torpe amiga se encontraba todavía en dilema. Se que quería hacer muchas cosas pero no sabía por cual de todas empezar.—Es asombroso Elia!—digo por el teléfono. Realmente me esfuerzo en sonar animada.—Deberías ver esto—comenta la enana— todos los chicos por aquí son atractivos.—No creo lo que oigo—vacilo.—¿Por que?—contesta.
Me mira dudoso mientras que yo mantengo una sonrisa sorpresiva. Siento como mi cuerpo entra en calorcreí que no volvería a verlo.No se si estaba emocionada o llena de susto por su presencia.—Sofi—apenas escucho—... Que... ¿que haces aquí y a estas horas de la noche?—trabajo aquí... No, bueno —corregí —no aquí en la panadería si no por aquí...—¿En serio? ¿Donde? —pregunta aún confuso.¿A caso también se siente nervioso?No, para Sofi.—a media cuadra hay una boutique... Vainilla ahí trabajo.
La situación de Karla iba de mal en peor. No tenía un bebé dentro, la situación era en verdad mala. Había pescado una infección, u enfermedad. No estaba del todo informada. Pero físicamente lucía mal. La Señora Claudia la ayudó económicamente para que ella se fuera hacer estudios. Después de semana y media volvió recuperada. Estaba bien, la había extrañado. Aun estaba en recuperación por lo que no tenía que hacer cosas tan complicadas.—¿No te buscó?—cuestiona Dulce.—En ningún momento...—responde Karla.—Bueno, será mejor que no te vuelva a buscar... o mas bien que tu lo vuelvas a aceptar!—amenazo y
Era julio y el cielo se encontraba despejado, habían anunciado en las noticias que llovería, pero el sol no tenía la intención de desaparecer, no aún. Me confíe de ello y no lleve conmigo paraguas y abrigo, para colmo, había llevado una blusa sin mangas, lo cual no era muy común en mi. Ya que si había algo que odiaba era mostrar mis brazos, hombros y piernas, y sin exagerar mis pies.No había día que no tarareara camino al trabajo, si no lo hacía, venía hablando con el cielo. Esto a la gente parecía extraño, pero en realidad no me importaba. Si eso me hacía feliz, no tenía por que cambiar al respecto. Aquella tarde la señora Claudia me había ordenado comprarle un café, al salir del local, sentí el frío viento recorrer por mi cuerp
Karla tomó el carro conmigo, y esta vez le conté todo. Me hacía falta desahogarme con alguien, alguien quien supiera a detalle todo, incluyendo los mensajes y más.—¿dices que es casado ?— cuestiona. Su preocupación se nota en su rostro. Intenta mover los labios pero parece que no puede hablar, la entiendo.—Este sentimiento es mas fuerte que mi voluntad...—Pero... no ha pasado de un menaje ¿cierto?—pregunta esperanzada.—No, obvio no—contesto de inmediato.Todavía...pienso.—Realmente no se que decirte, creo saber que ya sabes en lo que te estás metiend