Atravesamos la plaza cívica, mis pensamientos me ahogaban y él permanecía a mi lado.
—Y por fin... ¿Dónde estudiarás?—dice rompiendo el silencio.
—Ouh! Aun no lo sé...—respondo con las manos dentro de mis bolsillos.
—Creí que ya estabas decidida—dice en paso lento.
Niego torciendo el labio.
—En realidad, no estoy convencida...—permanezco con la vista al frente—quiero esperar...
Me observa atento.
—Ok...—responde en tono curioso.
Tres meses después.Me sentía frustrada por no saber con certeza lo que estudiaría o a que me dedicaría. Nico y Elia habían entrado ya a la universidad, mientras su torpe amiga se encontraba todavía en dilema. Se que quería hacer muchas cosas pero no sabía por cual de todas empezar.—Es asombroso Elia!—digo por el teléfono. Realmente me esfuerzo en sonar animada.—Deberías ver esto—comenta la enana— todos los chicos por aquí son atractivos.—No creo lo que oigo—vacilo.—¿Por que?—contesta.
Me mira dudoso mientras que yo mantengo una sonrisa sorpresiva. Siento como mi cuerpo entra en calorcreí que no volvería a verlo.No se si estaba emocionada o llena de susto por su presencia.—Sofi—apenas escucho—... Que... ¿que haces aquí y a estas horas de la noche?—trabajo aquí... No, bueno —corregí —no aquí en la panadería si no por aquí...—¿En serio? ¿Donde? —pregunta aún confuso.¿A caso también se siente nervioso?No, para Sofi.—a media cuadra hay una boutique... Vainilla ahí trabajo.
La situación de Karla iba de mal en peor. No tenía un bebé dentro, la situación era en verdad mala. Había pescado una infección, u enfermedad. No estaba del todo informada. Pero físicamente lucía mal. La Señora Claudia la ayudó económicamente para que ella se fuera hacer estudios. Después de semana y media volvió recuperada. Estaba bien, la había extrañado. Aun estaba en recuperación por lo que no tenía que hacer cosas tan complicadas.—¿No te buscó?—cuestiona Dulce.—En ningún momento...—responde Karla.—Bueno, será mejor que no te vuelva a buscar... o mas bien que tu lo vuelvas a aceptar!—amenazo y
Era julio y el cielo se encontraba despejado, habían anunciado en las noticias que llovería, pero el sol no tenía la intención de desaparecer, no aún. Me confíe de ello y no lleve conmigo paraguas y abrigo, para colmo, había llevado una blusa sin mangas, lo cual no era muy común en mi. Ya que si había algo que odiaba era mostrar mis brazos, hombros y piernas, y sin exagerar mis pies.No había día que no tarareara camino al trabajo, si no lo hacía, venía hablando con el cielo. Esto a la gente parecía extraño, pero en realidad no me importaba. Si eso me hacía feliz, no tenía por que cambiar al respecto. Aquella tarde la señora Claudia me había ordenado comprarle un café, al salir del local, sentí el frío viento recorrer por mi cuerp
Karla tomó el carro conmigo, y esta vez le conté todo. Me hacía falta desahogarme con alguien, alguien quien supiera a detalle todo, incluyendo los mensajes y más.—¿dices que es casado ?— cuestiona. Su preocupación se nota en su rostro. Intenta mover los labios pero parece que no puede hablar, la entiendo.—Este sentimiento es mas fuerte que mi voluntad...—Pero... no ha pasado de un menaje ¿cierto?—pregunta esperanzada.—No, obvio no—contesto de inmediato.Todavía...pienso.—Realmente no se que decirte, creo saber que ya sabes en lo que te estás metiend
—Estoyafuera—respondo.A unos pasos de distancia, veo a Chris salir del restaurante para encontrarse conmigo.—¿Todo bien?—pregunta preocupado.¿Por que lo estaría?—No logre limpiarlos del todo—respondo ocultando mi nerviosismo.Quedó pensativo por unos segundos y luego me indico la entrada.El restaurante era estilo vintage, las luces en de cada mesa era una decoración en jarrones metálicos, y los muebles viejos le daban ese estilo perfecto. Las flores sobre las mesas eran realmente el toque final.—Creí que la orden había llegado &mdash
No dejaba de mirar mi mano, está aún podía sentir el rose contra la suya. Estaba soñando despierta, parecía como si de pronto todo comenzara a acomodarse a un ritmo inesperado. Chris comenzaba a invitarme a salir con más frecuencia, pero como sus horarios se cruzaban con los míos nunca pude verlo, sino hasta cuando cerraba las cortinas de Vainilla.Tan solo en esos minutos Chris comenzaba a ser mas afectuoso conmigo, ya que bajaba rápido del auto y me daba un abrazo fugaz. Al principio me sobresalté, ya que me tomaba de sorpresa, pero los demás días conforme repetía su acción respondía rápido. Pues aunque su abrazo era fugaz, ese tiempo para mi era eterno.Comenzaba a darme cuenta que recibía más mensajes de Chris en to
Desde pequeña había soñado con enamorarme, encontrar a un hombre que me amara tal y como papá amaba a mamá. Claro, en mis planes siempre fue prioridad la escuela, aunque siempre a sido difícil concertarme mantenía apego a los libros. Comencé bien en secundaria y en preparatoria ni se diga, mi centro eran los estudios. Aunque no tenía clara mi meta, nunca fue prioridad enamorarme, mucho menos de alguien como Chris.¿Porque tuvo que ser así?Mi intriga en ese momento fue que pude convertirme en el tipo de adolescente que más repugnaba. ¿Salir con un hombre casado? ¿En cerio Sofi?. En la persona que menos quería parecerme, me estaba convirtiendo.Mis piernas colgaban de la cama, mi res