Adam Meyer
Día Anterior...Cuando Nixie se fue me quedé confundido, me di un chapuzón en el lago para intentar calmarme, jamás había sentido algo así... Al parecer mi lobo reaccionó al ver la forma en que su loba la controlo, lo forma que ambos conectaron fue... No se como describirlo, una vez mi "amigo" se calmo y volvió a su eterno sueño, salí del agua secandome y me transforme en mi lobo, necesitaba caminar lo mío no era quedarme en un solo lugar, caze a un mapache solo para relajarme, vague un poco por el bosque antes de regresar a mi cueva más mi cabeza seguía pensando en ella, por que me preocupaba tanto? Por que me importaba protegerla desde que la vi? No, solo me estoy asegurando que no diga nada de mi, si la tengo cerca será más fácil tenerla con la boca calladaEstuve todo el día tratando de tener mi cabeza ocupada en otras cosas que en aquella cachorra, estuve vagando hasta que se hizo de madrugada, regrese a mi refugio notando que estaba laNixie MillerCorría mientras perseguía a aquel lobo de pelaje negro mi pelaje se movia gracias al viento, me sentía libre por primera vez después de tanto tiempo, intentaba atraparlo pero pronto esa idea se fue disipando con forme mis sentidos se enfocaron en el bosque, escuchaba los árboles chocar entre ellos, las ramas crujir bajo mis patas y mi olfato percibiendo uno y cada de los olores que habían al rededor incluyendo el del lobo que hasta cierto punto le causaba a mi loba cierta atracción. Ambos empezamos a correr a la par, quería seguirle el paso a Adam... Al recordar que me había dicho su nombre me causaba un movimiento dentro de mi, mi corazón latía muy rápido de solo recordarlo -bien tienes buen ritmo ahora de un paso constante ahora tienes que acelerar en el último momento - el aceleró quedandome consideradamente - !atrás esto hará la diferencia de si eres lobo muerto o logras salvar tu pellejo! Vi que se alejaba cada vez más, mi len
Adam Meyer: Su voz diciendo mi nombre había sonado de una manera dulce y melódica que simplemente no sabia que pasaba... mi corazón se acelero de tal forma que dificilmente podía mantenerlo dentro de mi pecho, mi lobo aullaba con orgullo y complacido . Todo a mi alrededor dejo de existir solo estábamos ella y yo, una vez ella acepto su sumisión ante mi, me quite de encima dejándola libre -no vuelvas a retarme de esa manera… - mi voz salió mas ronca -no se si podre contenerme a la próxima recuerda que eres una omega… -le di la espalda sin embargo después de escuchar que se sacudió supe que se había levantado -tu eres un Alfa ¿verdad? -pregunto murmurando pero pude escucharla sin problema -Si, lo soy… por eso tienes que tener cuidado a quien retas… - empecé a caminar – vámonos tienes que regresar a tu manada antes de que alguien salga a buscarte y piensen que te secuestre No espere respuesta, mi cabeza estaba vuelta un
Nixie Miller Caminaba de regreso a casa con la misma duda sobre Adam, ¿Por qué se había enojado?, Si decía que no era porque lo había retado. El que fuera Alfa me tomo con un poco de sorpresa, aunque ya lo intuía debido a que era mucho mas grande y fuerte que yo. Inconscientemente cuando escuche la forma en que me gritó usando la voz que tanto odiaba, mi cuerpo reaccionó de manera sumisa… al parecer el que me sometiera dos veces mi loba empezó a tener cierta reacción, Tanta que mi loba quería regresar con el lo que mi parte humana se negó aunque me picaran los pies por cambiar mi dirección. Llegue a los pocos minutos a mi manada notando que Marlon estaba entrenando a mis “queridos compañeros”, obviamente no faltó el que Kaiden empezara a molestar -¿por que ella no esta haciendo nada? -expreso molesto y reclamando a Marlon quien le gruño -por si ya lo olvidaste, gracias a ti esta incapacitada y da gracias que el Alfa no est
Narrador omnisciente: Calgary, Alberta, provincia de Canadá-traigan a mi peleador estrella… quiero hablar con el – el hombre con voz elegante y ojos gris azulado se quitaba sus guantes de piel negros, dejando a la luz su piel blanca -señor Kingman tengo algo que hablar respecto a el… -tartamudeo nervioso pues, no sabía cómo reaccionaría aquel hombre imponente ante él -¿ah si? Esperó que sea respecto a todas las peleas que siga ganando… - decía mientras se veía frente a un espejo acomodando su pañoleta que tenía en su cuello, el cual le daba un toqué fino -pues… si ganó la última pelea… sin embargó no sabemos qué paso ni en que momento sucedió, pero al parecer… escapó -su voz se hacía cada vez más baja esperando que eso evitara que Kingman se enojara El hombre se tensó al escuchar que aquel gladiador que le hacía ganar una fortuna con cada pelea que daba. Se había escapado -¿estas diciendo que mi mejor pe
Nixie Miller Estaba tranquila recostada sobre el césped, la luna estaba en fase menguante, por lo que su luz caía perfectamente sobre la tierra, sin embargo una figura apareció frente a mi, sabia quien era -¿creíste que te librarías de entrenar? -preguntó, a lo que me levante negando con la cabeza -quiero ver tu avance en mi ausencia…. ¡Vamos! -ordenó caminando a la arena de entrenamiento, yo lo seguía por detrás Una vez llegamos, se quito su saco de vestir dejando ver su cuerpo formado de mi padre, tenia una camisa blanca de manga larga, se remango los puños para evitar ensuciarlos, vi su rostro notando que su barba había crecido, teniendo forma de candado y se pintaban algunas partes gracias a sus canas Me coloque a mas o menos dos metros alejada de él, me quite mi sudadera y procedí a colocarme en posición de ataque. No dijo nada solo atacó, empezó a tratar de conectar golpes en mi cuerpo, al parecer mi agilidad había mejora
Adam Meyer Estaba comiendo un poco de lo que Nixie había traído para mi, era un poco de carne cruda, una manzana y un poco de jugó al parecer, no era mucho pero estoy acostumbrado a no comer en exceso más que lo suficiente. Veía el agua con mis pensamientos divagando solo teniendo una imagen fija, la Omega. Simplemente poco a poco ella estaba ocupando el tiempo que descansaba, mi corazón se aceleraba y mi lobo aullaba de felicidad con solo recordar o decir su nombre. -no… no puedo enamorarme – sacudí mi cabeza de un lado a otro – no, sabiendo que me persiguen, ella o a quien le tenga aprecio, morirá – murmure recordando mi manadaImágenes de aquel día regresaban, vivía en España. Un país tranquilo para los licántropos; obviamente nos escondíamos de los humanos pues queríamos evitar la histeria o que pensaran que éramos peligrosos, era pequeño cuando todo sucedió, había cumplido 11 años, jugaba con mis amigos de la man
Adam Meller Habíamos estado entrenando por mas de dos horas, Nixie jadeaba debido al cansancio que sentía respecto al entrenamiento; sin embargo mis pensamientos empezaron a divagar haciendo que me imaginara a Nixie en una muy diferente situación, lo que rápidamente sacudí mi cabeza tratando de ignorar aquellos pensamientos.-siento que no llegaremos a ningún lado de esta manera -exclame un poco frustrado -¿no sientes algo diferente? -pregunté-la verdad no… -¿no te das una idea de como se desencadena que ella te controle?-solo se que pasa cuando me enojo mucho con alguien -se encoje de hombros Pensé por un momento haciendo memoria hasta que recordé que cuando le dije que era “Inútil” fue cuando se salió de control -bien hagámoslo de nuevo -dije suspirando para después colocarnos en posición para pelear Empezaría mi trampa para poder ver si era lo que estaba pensando el como su l
Nixie Miller Adam me sujetó de mis caderas sin separarse de mis labios, se sentó en el césped haciendo que yo quedará sobre su regazo con mis piernas a los lados de su cadera haciéndo que los enredara en el momento que se levantó, sus manos quedaron en mi cintura las cuales bajaron a mis glúteos para sostenerme, nos adentramos en la cueva donde se “hospedaba” Adam. Separó sus labios de los míos para pasar a besar mi cuello, volví a quedar recostada en el pasto que había dentro de aquella cueva, sabía que en esa parte dormía ya que tenía un olor excesivo a él, lo que hizo que mi cuerpo se calentara aún más. Se colocó entre mis piernas, yo incline mi cabeza mostrándole mi cuello, un acto de sumisión inconsciente hacía él, empezó a lamer hasta llegar a mi clavícula mordiendo un poco, seguramente dejará una marca roja. Nuestra respiración estaba agitada, sus manos pasaron a la base de mi blusa pasándola a la parte superior de mi cuerpo con la intención de qui