Narrador omnisciente:
Calgary, Alberta, provincia de Canadá-traigan a mi peleador estrella… quiero hablar con el – el hombre con voz elegante y ojos gris azulado se quitaba sus guantes de piel negros, dejando a la luz su piel blanca-señor Kingman tengo algo que hablar respecto a el… -tartamudeo nervioso pues, no sabía cómo reaccionaría aquel hombre imponente ante él-¿ah si? Esperó que sea respecto a todas las peleas que siga ganando… - decía mientras se veía frente a un espejo acomodando su pañoleta que tenía en su cuello, el cual le daba un toqué fino-pues… si ganó la última pelea… sin embargó no sabemos qué paso ni en que momento sucedió, pero al parecer… escapó -su voz se hacía cada vez más baja esperando que eso evitara que Kingman se enojaraEl hombre se tensó al escuchar que aquel gladiador que le hacía ganar una fortuna con cada pelea que daba. Se había escapado-¿estas diciendo que mi mejor peNixie Miller Estaba tranquila recostada sobre el césped, la luna estaba en fase menguante, por lo que su luz caía perfectamente sobre la tierra, sin embargo una figura apareció frente a mi, sabia quien era -¿creíste que te librarías de entrenar? -preguntó, a lo que me levante negando con la cabeza -quiero ver tu avance en mi ausencia…. ¡Vamos! -ordenó caminando a la arena de entrenamiento, yo lo seguía por detrás Una vez llegamos, se quito su saco de vestir dejando ver su cuerpo formado de mi padre, tenia una camisa blanca de manga larga, se remango los puños para evitar ensuciarlos, vi su rostro notando que su barba había crecido, teniendo forma de candado y se pintaban algunas partes gracias a sus canas Me coloque a mas o menos dos metros alejada de él, me quite mi sudadera y procedí a colocarme en posición de ataque. No dijo nada solo atacó, empezó a tratar de conectar golpes en mi cuerpo, al parecer mi agilidad había mejora
Adam Meyer Estaba comiendo un poco de lo que Nixie había traído para mi, era un poco de carne cruda, una manzana y un poco de jugó al parecer, no era mucho pero estoy acostumbrado a no comer en exceso más que lo suficiente. Veía el agua con mis pensamientos divagando solo teniendo una imagen fija, la Omega. Simplemente poco a poco ella estaba ocupando el tiempo que descansaba, mi corazón se aceleraba y mi lobo aullaba de felicidad con solo recordar o decir su nombre. -no… no puedo enamorarme – sacudí mi cabeza de un lado a otro – no, sabiendo que me persiguen, ella o a quien le tenga aprecio, morirá – murmure recordando mi manadaImágenes de aquel día regresaban, vivía en España. Un país tranquilo para los licántropos; obviamente nos escondíamos de los humanos pues queríamos evitar la histeria o que pensaran que éramos peligrosos, era pequeño cuando todo sucedió, había cumplido 11 años, jugaba con mis amigos de la man
Adam Meller Habíamos estado entrenando por mas de dos horas, Nixie jadeaba debido al cansancio que sentía respecto al entrenamiento; sin embargo mis pensamientos empezaron a divagar haciendo que me imaginara a Nixie en una muy diferente situación, lo que rápidamente sacudí mi cabeza tratando de ignorar aquellos pensamientos.-siento que no llegaremos a ningún lado de esta manera -exclame un poco frustrado -¿no sientes algo diferente? -pregunté-la verdad no… -¿no te das una idea de como se desencadena que ella te controle?-solo se que pasa cuando me enojo mucho con alguien -se encoje de hombros Pensé por un momento haciendo memoria hasta que recordé que cuando le dije que era “Inútil” fue cuando se salió de control -bien hagámoslo de nuevo -dije suspirando para después colocarnos en posición para pelear Empezaría mi trampa para poder ver si era lo que estaba pensando el como su l
Nixie Miller Adam me sujetó de mis caderas sin separarse de mis labios, se sentó en el césped haciendo que yo quedará sobre su regazo con mis piernas a los lados de su cadera haciéndo que los enredara en el momento que se levantó, sus manos quedaron en mi cintura las cuales bajaron a mis glúteos para sostenerme, nos adentramos en la cueva donde se “hospedaba” Adam. Separó sus labios de los míos para pasar a besar mi cuello, volví a quedar recostada en el pasto que había dentro de aquella cueva, sabía que en esa parte dormía ya que tenía un olor excesivo a él, lo que hizo que mi cuerpo se calentara aún más. Se colocó entre mis piernas, yo incline mi cabeza mostrándole mi cuello, un acto de sumisión inconsciente hacía él, empezó a lamer hasta llegar a mi clavícula mordiendo un poco, seguramente dejará una marca roja. Nuestra respiración estaba agitada, sus manos pasaron a la base de mi blusa pasándola a la parte superior de mi cuerpo con la intención de qui
Nixie Miller Desperté después de lo que parecía que había dormido una noche completa, poco a poco mi mente se llenaba de recuerdos de lo que había hecho con Adam lo que rápidamente me incorporé notando que no estaba a mi lado, lo cual me decepcionó de cierta forma, me puse de pie sintiendo un dolor entre mis piernas; soltando un gemido de dolor. -mierda… -murmure, suspire una vez paso el dolor y caminé hacia mi ropa que había sido acomodada en un rincón de la cueva.Pero tenía que darme una ducha debido a que olía demasiado a Adam y si llegaba a mi manada oliendo a un Alfa desconocido sin duda mi padre me interrogaría toda la noche, salí de la cueva, mirando a los lados buscando a Adam pero seguía sin haber señal de él. Me introduje en el lago lo cual al tener contacto con el agua fría mi cuerpo se llenó de calma, en otras circunstancias me habría congelado pero necesitaba agua fresca para poder limpiarme y que mi entrepiern
Nixie Miller Dormí toda la noche gracias a Marlon, quién cumplió de mantener a mi padre ocupado, desperté un poco tarde ya que mi cabeza le seguía dando vueltas a lo que Adam me había dicho; sin embargó no iría hoy a entrenar con él, no quería verlo, me quedé acostada viendo mi teléfono que en realidad casi no lo usaba, era más de leer y correr por el bosque pero de vez en cuando me distraía viendo videos y sabiendo mas sobre el mundo humano. Sin duda el mundo era un caos, me dispuse a levantarme caminar al baño para hacer mis necesidades, una vez terminé me dirigí a la cocina con la intención de comer algo, no quería encontrar a ninguno de mis padres… lastimosamente la vida me odia, mi madre estába preparándose un té, y en cuanto me vió, su mirada parecía triste; sin embargó yo seguí mi camino hacia la nevera para ver si había algo que pudiera comer, solo saque el cartón de leche para servirme algo de cereal -nos escuchaste, ¿cierto? -preguntó mi madre haciéndo que derramara un poc
Adam Meyer Minutos después de su encuentro pasional con Nixie… Trataba de recuperar el aliento, mi respiración estaba agitada, froté mis manos en mi rostro para poder terminar de regresar a la realidad; lo que una parte de mi se resistía. Suspiré y giré mi cabeza hacía mi lado derecho, ahí estaba Nixie completamente desnuda, a mi merced… toda ella me hacía sentirme en el cielo, de solo recordar el como se sentía su interior quería volver a repetir nuestro encuentro; mas sabía que era imposible quería convencerme que había sido un error, pero mi corazón latía desbocado cuando decía su nombre, escuchaba su voz y veía cada facción de su cuerpo. Mi mano se acercó a la mejilla de Nixie acariciándola de manera lenta y suave para evitar despertarla. Ella suspiro y pareció que ronroneo de alguna manera, esbocé una sonrisa -¿Qué me hiciste? -susurré para mi -ya no puedo estar lejos de ti sabiendo que alguien te puede lastimar… sin embargó; yo estoy dentro de esa lista -retire mi mano de s
Nixie Miller Ese mismo día… Me había despertado un tanto temprano debido a que tenía que ir a entrenar con Adam, a pesar de lo que había pasado aún necesitaba entrenamiento de alguien más profesional, trataría de ser un día normal como los anteriores, hoy también llegaría ese Alfa con el que mi padre me había emparejado, así que tenía que entrenar antes de que llegará ese idiota. Salí de mi habitación una ves terminé de alistarme, mientras me trenzaba mi cabello para dejarla caer sobre mi hombro, una vez me encaminé por el pasillo para bajar las escaleras escuché unos gritos en la planta baja de la casa. Volví a agudizar mi oído ya que sabía que eran mis padres los que discutían, pensé que estarían dormidos para esta hora pues eran las 5 de la mañana -¡no dejaré que un desconocido se lleve a mi hija!,!Así que será mejor que canceles la reunión de hoy! -exigió mi madre -¿olvidas que soy el Alfa, tu pareja y padre de esa est