Callum De Rufus.Al regresar al hotel, Ava ya me esperaba sentada en el sillón de ese pasillo lleno de ventanas, la miro y puedo notar que Helena pasó por aquí, me siento frente a la castaña y solo mira por la ventana, siento mi cuerpo pegajoso por la salada brisa de la playa.— Eres un idiota — río y la miro mirarme — No debiste mentirle, menos a mí, si hubiera sabido que nos parecemos, hubiera planeado intercambiar identidades como en las películas — niego rondando los ojos — Tengo que encontrarla — se levanta pero la tomo del brazo para que no se vaya.— Déjala en paz — parece querer protestar — Aun no sabemos si es tu hermana o no, pueden parecerse mucho y no tener la misma sangre, Ava — se queja y se sienta cruzándose de brazos molesta — Solo, no la asustes… — suspira, me levanto.— La gente se ha ido, mis padres están en su habitación, mi madre parece ser que vio a Helena… — se levanta. — Adela está intentando calmarla… Avísame cuando te vayas — se va dejándome en el pasillo, su
Helena Ramírez. Respiro profundo y volteo a mirar a la puerta en donde minutos antes estaba Callum mirándome, sentí que me ahogaba entre sus feromonas llenas de ansiedad y amargo olor, la puerta se abre otra vez y veo que es William quien entra, miro mis manos y luego lo miro.— Detén a Tara, no quiero que le diga que estoy esperando a sus hijos, William, sé que el encanto que cargo encima hizo que no se diera cuenta de que estoy en cinta pero por favor, no le digas — le suplico y suspira yéndose del cuarto sin decir nada de nada al respecto con la petición que le acabo de pedir.Si quería irme de la mansión, era mejor que ni se enterara que espero dos pequeños seres en mi vientre. Tara quedó tan confundida de como su diagnóstico decía que estoy embarazada pero su olfato la engañaba al igual que William, ahora más que antes podría decir que el encanto tapa el olor de la sangre familiar.Al rato Tara entra y la miro recoger sus cosas, luego se me acerca y suspira sacando un palito con
Callum De Rufus.Regreso a la mansión, subo a mi cuarto, no quería comer y solo me dispuse a dormir en mi cama en donde la fragancia de Helena aún se siente, desperté en la mañana cuando por casualidad sentí el olor de mi luna pasar frente a mi puerta pero cuando bajo al lobby, ya se había ido, William me esquiva sin decirme nada del paradero de la castaña y eso me comienza a parecer extraño.— Fue a ver a mi padre, ¿No? — lo veo tragar saliva cuando hablo, niego y me encierro en el despacho, me siento y comienzo a pensar en todo lo posible que le diría mi padre a Helena y era de suponerse que la mandaran a llamar cuando yo eché a patadas a Alexandre, claro que él le iba a decir algo a mi padre.No pasaron ni 3 horas cuando William entra al despacho y lo miro a los ojos, me levanto notando que Helena acaba de llegar, salgo del despacho y siento a William seguirme, supongo que se preocupa por lo que vaya a pasar, abro la puerta del cuarto de invitados y la veo ahí sacando sus cosas del
Ava Gardernes. Desde muy chica supe que debía seguir los protocolos y las reglas, no por ser hija de un duque, sino por ser la siguiente reina y luna de la manada, papel que le correspondía a mi hermana gemela pero que la vida me robó a los pocos meses de nacida, todos decían que estaba encanta y que por eso no vivirá más que unos días y así fue, me dejó a los meses de nacida.O eso pensé toda mi vida cuando vi a una chica demasiado parecida a mí en aquel baño en la noche de mi compromiso con el príncipe Callum, hombre al que conocí a los 10 años, del cual estuve enamorada gran parte de mi vida hasta que cumplí 18 años y supe que no era su destinada, era más que obvio que no lo era porque yo estaba remplazando a el puesto de mi gemela, la verdadera luna y reina.Al ver a Helena pude notar el olor de Callum impregnado en su cuerpo y ella olía igual en el cuerpo de Callum que por más que intentará eliminarlo se sentía, ellos eran destinados, se notaba con solo mirarlos un momento y eso
Callum De Rufus.En el momento que se fue Ava, salí del despacho a comer algo aunque mi cuerpo me rechazara lo que sea que me metiera a la boca, por más que intento mantener la mente ocupada, todo me recuerda a ella por cada rincón de la mansión por el que paso, hasta en el bosque cuando paso veo una ilusión.— Que milagro de la diosa que hayas salido de su despacho, su alteza — escucho a William, lo miro para luego ignorarlo, salgo al jardín en donde veo el atardecer — ¿Va a cenar? Los gemelos quieren comer con su alteza — respiro el aire fresco y lo miro.— ¿Crees que mi olor no les molestara? — pregunto y mira hacia otro lado, asiente entendiendo y se va entrando a la mansión, me siento en la banca intentando distraer mi mente en algo cuando de pronto siento el olor de Alex acercarse, supongo que viene con el cronograma de la próxima semana, encima de eso, la boda se hace en un mes, eso significa que tengo desde ahora 30 días para casarme.Y todo se adelantó porque a mi padre se le
Helena Ramírez. Me siento exaltada en la cama, mi frente sudada y mi respiración agitada, he vuelto a tener las pesadillas de siempre, toco mi vientre y es lo único que ahora me relaja de una manera tranquilizadora. Me levanto de la cama al mirar la hora de la mesita de noche que da las 8 de la mañana, lo que me indica que tengo que ir al trabajo.Han pasado 2 semanas desde que deje Londres y regrese a esta pequeña ciudad de hermosos bosques de Francia, pero claro, no volví a trabajar con Monic Belle y creo que es lo mejor, ahora teniendo dos bebés en camino, no puedo darme el lujo de estresarme y no descansar por las exigencias que toma uno al ser asistente. Termino por vestirme y salgo del pequeño piso que logre conservar, gracias a William pude obtener un poco de dinero a pesar de que Callum me daría más dinero del cual no pensaba aceptar porque no trabaje en el tiempo en el que estuve en Londres.Llego a la cafetería saludando al personal, la dueña es muy amable conmigo, por algu
Callum De Rufus.Una semana después.Analizo los últimos detalles de la empresa de cervecería antes de ir a la fábrica a revisar el producto, encima de eso, revisar el viñero para dar vino en la boda, no he visto a Ava desde hace unos días, supongo que salió como me había dicho y que volvería un día antes a la ceremonia de la luna llena, no me podría estresar por eso, excepto Alex y Adela que no sabían cómo es que Ava se volvió a escapar cuando creían tenerla vigilada.No es nada raro en una chica de 23 años escaparse, hasta podría decir que tiene la misma manía que Helena y eso que son gemelas. Termino y recibo una llamada, por suerte nadie me controla el teléfono personal.— ¡Hermano! — alejo un poco el teléfono al contestar — Llegare mañana en la tarde, tenemos mucho que hablar, bye — cuelga sin dejarme contestar o algo por estilo, suspiro negando y guardo el móvil, entro al coche y este maneja hacia la fábrica, por suerte todo está hecho y arreglado, tanto la ceremonia como la bod
Ava Gardernes.Bajo del tren a notar que he llegado al pueblo en donde se encuentra Helena, suspiro aliviada de haber logrado escaparme, supongo que no tengo mucho tiempo antes de que sepan mi paradero, tomo mi teléfono y llamo a Callum antes de apagarlo para más seguridad. Miro a todos lados y me acerco a la salida en donde lo llamo.— ¿Dónde estás? — pregunta apenas contesta, como si estuviera esperando mi llamada, claro que llevo días sin aparecerme delante de él, me río un poco nerviosa y sé que debe de darse cuenta ya.— Pues disfrutando mis últimos días de soltera, no te preocupes, no te dejare en el altar... o tal vez si — me río un poco más, lo escucho suspirar molesto, supongo que no puedo hacerles bromas de mal gusto, sigo caminando a ver si encuentro a Romina que me comentó que estaría en este pueblo.— Más te vale que ni se te ocurra dejarme en el altar, no pienso ser el hazmerreír de nadie, Ava — suspiro por su exageración pero tiene razón en eso, no puedo hacerle eso, a