NARRA ALBERTEsa visita de la estúpida Clarisse no me gusta para nada, otra vez está jodiéndome la vida, pensé que ya tenía resuelta mi vida, amar a alguien con locura, tener el amor verdadero junto a mí, que ella me ame como yo a ella, lo tengo todo carajo, pero de nuevo esa maldita arpía regresó, alzo la mirada y veo a un bello ángel acercarse a mí, esa inocente sonrisa me aloca y más cuando la bandida relame sus labios sin dejar de mirarme y le inquiero—Mi amor, mi corazón salta cada vez que te veo —Dianne llega a mí para besarme sin dejarme siquiera reaccionar, me encanta, me gusta, me mata de amor, esta chiquilla rebelde, la adoro cuando me habla—Albert, te amo mucho, te amo tanto que no me da miedo lo que amenazo la zorra esa, sé que me amas como yo te amo, solo quisiera que luchemos juntos contra ella, sin mentiras, sin secretos, para no darle fuerza alguna para separarnosMierda mi ego se infla cuando la escucho hablar de esa forma tan cariñosa y tan segura que me hace conte
El doctor Carter y sus hijos se están acercando a la habitación, pero la doctora tiene una mente muy rápida e ideo un plan a toda velocidad, nos ordenó.—Levántense los dos, Dianne saca las sabanas y ponlas dobladas en el tacho, yo las lavo más tarde no debemos dejar que tu padre las vea y Albert corra a ducharse usted primero yo lo retengo, mientras me los llevo, tú, hija, sales de aquí y te vas a tu habitación a ducharte, mientras, Albert cuando termine baje a la sala primero, ah hija te secas el cabello y te peinas bien.Salió muy rápido mientras yo solo miré a Dianne que tenía una linda sonrisa y me exclamo.Entra a bañarte, yo debo irme de aquí, más tarde nos vemos amor.Le lancé un beso volado, pues, el tiempo se nos venía encima, entre a ducharme, para seguir el plan de la doctora, yo bajaría para saludar y lanzaría la pregunta de cómo haríamos para que esa mujer no se entrometa en la relación entre Dianne y yo.NARRA DIANNE LA REBELDEIba camino a la habitación donde estaba Alb
La empleada subió a llamar a toda la familia para que se reúnan en la sala, bajaron todos, se sentaron en los sofás y la primera en levantarse y hablar fue mi mamá—Bien, ahora debemos resolver como protegernos de esa arpía de mujer que está interesada en Albert, ahora más que nunca debemos estar alerta, ella va a tratar de separarlos con alguna trampa, así que lo primero que haré será prohibirle la entrada al colegio, a la clínica a todas nuestras propiedades, ya nos pasó ese susto con esa rusa de mierda que casi mata a AndrewTodos nos miramos, pues, mi mamá tiene mucha razón y mi papá acoto—Yo quisiera es que Albert también hable con sus guardias para que no la dejen acercarse a esa mala mujer y cuidarse cuando salga porque ella va a estar muy pendiente de sus pasos—Lo haré doctor, no se preocupe, yo soy el más interesado en tenerla lejos, me repugna esa mujer —lo dijo con seguridad AlbertTocaron a la puerta y al abrirla escuchamos la voz de mi hermano Joseph que comento—Hola,
NARRA ALBERTEstaba alistándome para salir cuando escuche voces afuera, pero no le di mucha importancia hasta que escuché unos gritos nombrándome y la voz que reconocí de inmediato me hizo sentirme de la patada, no salí para no aumentar su estupidez, solo esperaba que se fuera, mis hombres tenían órdenes de no dejarla entrarLa oí que maltrataba a uno de mis guardias, pero otra vez gritó y me colmo la paciencia. Salí para responder a sus histéricos y arrogantes gritos diciendo que se largue que es una cualquiera, fue tan cínica que hasta quiso compararse con mi bella novia una chica tranquila y se lo restregué en la cara que mi Dianne es decente y que ella es una puta, que se largara, se fue amenazándome que se las pagaría, pero a eso ya no le di nada de importancia, ella siempre ha sido así como el perro que ladra y no muerdeMe fui en mi auto rumbo al colegio, ya las ganas de ver a mi rebelde me comían de las ansias. Deje el auto en el estacionamiento, cuando salí, me encontré con Ma
Al terminar la clase me despedí de todos, pero no alcance a llegar a la puerta cuando vi que de nuevo estaba el campanero en la puerta observando para todos lados y Dianne me volvió a besar y yo, pues, también si el amor quiere triunfar, quién soy yo para negarle su paso.Nos miramos alegres y hablé con decisión.—Mi amor no es prudente dar que decir, ya cambio la hora debo ir a mi clase. Mejor, a la salida nos vemos afuera.—Entonces llamo a mi mamá para que me venga a recoger, ella si nos da tiempo para nosotros amor —me contesto Dianne a lo que asentí con mi cabeza y salí.Iba tan feliz de ver lo que mis alumnos nos apoyan en todo, Mario salía de donde impartía clases, me observo sin quitar su mirada encima de mí, cuando allí se quedó parado esperando que pase a su lado e inquirió divertido.—Querido profesor de amor, antes de que alguien se fije en ti, límpiate la boca, primo querido, tienes lápiz labial en ellos, jajajaja, qué cosas hace el amor, jajaja.Ya lo dijo en tono burlón
NARRA ALBERTAy, mi Dios, Dianne no se aguantó de besarme y sus compañeros la acolitan en todo, me encanta su manera de ser, pero creo que estas cosas pueden traernos consecuencias, cuando salí del aula de mi rebelde lo vi allí afuera de otra aula a mi primo que me observaba jocoso y me dijo que tenía carmín en los labios, pero por no hacer las cosas más grandes apreté mis manos hechos puños y me fui a dar mi clase.Ojalá lo hubiese escuchado y haberme limpiado mis labios, pues después de diez minutos la rectora entró para dar un aviso. Me di cuenta de que me observó muy fijo y su semblante denoto enojo, pero no sabía por qué motivo se puso así, solo que antes de irse ordenó.—Antes de irse a casa, deseo hablar con usted muy seriamente, profesor Collins.Solo asentí y por dentro estaba pensando en cuál fue mi falta, pues, nadie nos vio a Dianne y a mí besándonos o abrazándonos. Seguí con mi clase a la espera de la hora de salida para averiguar de qué se trataba la plática.Cuando ya te
Tomé el celular para contestar a la doctora Carter y habléHola, doctoraAlbert, carajo desde el momento en que ella llegódebió regresarla y no estar follando con ellaPero doctora, yo... no pude hacerloLo entiendo, ya me imaginaba, por eso dejéTerminar la cirugía a mi esposo y regresé temprano a casaConozco a mi hija, no se iba a aguantar, pero ahoraA usted le voy a pedir, no, mejor le voy a ordenarQue no reciba a Dianne y así le vaya a rogar a su casaNi en el colegio ni en ninguna parte, o le jurosoy capaz de buscar cualquier motivo paraQue no se casenCuando escuché lo que me estaba amenazando, me asusté y grité¿Qué? No, no, no, por favor. Haré lo que digaLa amo, yo me quiero casar con DianneEntonces cúmplalo y le prometo que se casarán y serán felicesBien, entonces que Dianne me espere en su casaVoy yo misma a recogerlaEstá bien, doctora, adiósCerré la llamada con un fuerte resoplido, mirando a mi rebelde que estaba con la curiosidad por saber lo que me dijo su madr
NARRA CLARISSEM*****a sea que no puedo agarrarlo solo y el muy bastardo que me aleja de Él. Esa mujer, si me dio miedo, tiene algo que me inspira temor, pero yo quiero a Albert conmigo. M****a, quisiera tenerlo en mi cama, me gusta cómo nadie, no sé si será obsesión, pero el solo mirarlo me alocaYa tengo a mis hombres siguiéndolo, lo que no me imaginé es que ya follara con esa mocosa de m****a, además me parece increíble que sus padres le dieran permiso para hacerlo, la odio consiguió que mi Albert se enamorara de ella, la adora, la protege, me da una rabia saberloPara rematar, tengo prohibido entrar al colegio, tengo que pensar en cómo hacer que se fije en mí, no creo que sea un imposible. Para todo zapato hay un descosido y yo quiero ser quien arregle ese descosidoDe lo que estaba ardida con mis fracasos de llegar al corazón de Albert, no había escuchado que entraron a mi casa, puesto que lo supe cuando unos fuertes brazos me rodearon y unos labios besaron en mi cuello. Sentí ese