—Clara, ¿qué te sucede? — Pol notó claramente que Clara no lucía nada bien y preguntó con preocupación.

—Yo, recuerdo que no puse a Alejandro en la lista negra. ¿Por qué está en mi lista negra? ¿Esto está muy raro? — Clara miró fijamente a Pol, con la mirada afilada.

—Clara.

—¿Fuiste tú? — Clara lo interrogó directamente, —Esta noche, aparte de ti, no tuve contacto privado con nadie más. Alejandro me dijo que me llamó durante toda la noche, pero no se pudo conectar porque lo pusieron en la lista negra.

Los dedos de Pol se apretaron en su rodilla, y bajo sus gafas de oro, pasó un gran escalofrío por su cuerpo.

—Recordé que solo dejé mi teléfono un momento, cuando me dirigí al baño en el restaurante japonés. Así que, ¿lo pusiste en la lista negra en ese ese instante, verdad? — Clara entrecerró los ojos.

—Clara, ¿me estás acusando? — la mirada de Pol seguía siendo clara e inocente.

—No es una acusación, es una aclaración de los hechos—Clara dijo con determinación.

Pol sintió un peso abrum