—Yo soy la esposa de Enrique Hernández, presidente del grupo Hernández, Ema—se presentó levantando ligeramente la barbilla con cierto aire de arrogancia.

—Alejandro, no entiendo lo que está diciendo, pero no necesitas traducirme, porque no me interesa su identidad—respondió Ada sin siquiera mirar a Ema, entablando la conversación en inglés con Alejandro.

Ema, con su limitado nivel de inglés, solo entendió un tercio de la conversación. Justo cuando estaba a punto de presentarse nuevamente en inglés, Alejandro curvó ligeramente sus labios y sonrió suavemente, diciendo: —Casualmente, no tengo la intención de presentar a personas irrelevantes a ti. Esta frase confundió completamente a Ema. Sin embargo, en ese momento, se escucharon risas a su alrededor, y ella podía escuchar claramente los comentarios de los demás.

—Wow... ¡Ada se atreve a enfrentarse directamente a la esposa del presidente del grupo Hernández! ¡Realmente tiene valentía y determinación! Pensé que solo actuaba bien, pero