Esta noticia sin duda alguna fue un gran alivio, pero el aire estaba lleno de silencio.

Clara hizo una pausa y habló con calma: —Mi hermano mayor me dijo que Ema estaba mentalmente perturbada antes de su ejecución, incapaz de controlar por completo sus funciones corporales y no podía caminar. Fue arrastrada al lugar de ejecución a la fuerza. La escena fue realmente satisfactoria.

Los labios de Alejandro se movieron ligeramente y su voz sonó ronca y muy profunda: —¿Fue por inyección o por fusilamiento?

—Por inyección.

Clara fijó su inmensa mirada en los oscuros y profundos ojos del hombre y se mordió ligeramente los labios rojos. —Al matarla con una inyección, ¿no le dieron un final rápido? Después de que le inyectaron el veneno, luchó en agonía durante diez minutos antes de que su corazón dejara de latir y finalmente muriera. Estaba atada a una silla cuando murió, con sus extremidades rígidas y su rostro retorcido. Aunque esos breves diez minutos no fueron suficientes para redimir a la