Cuando Daniela terminó de hablar, la gente que estaba detrás de Antonio comenzó efusivamente a aplaudir.—¡Muy bien dicho!—¡Exactamente!—Nuestra cultura e historia es de muy vieja data, mucho más que las de esos países extranjeros.—Si no puedes entender lo tuyo, entonces, ¿por qué elogiar lo ajeno? ¡Incomprensible!Sofía no esperaba que su intento de menospreciar a Daniela se volviera totalmente en su contra, siendo acusada de idolatrar lo extranjero. Estaba asombrada, enojada y avergonzada.—Daniela, aunque no te guste, no tienes que calumniarme de esa manera.—Solo quería aconsejarte para que vieras más mundo. ¿Acaso, eso me hace no digna de ser mexicana?—Lo dije por tu bien, pero tú distorsionas mi intención.Daniela, con una voz fría, respondió: —Esa 'buena intención', guárdala para ti. No la uses para perjudicar a otros.—¡Tú!Al ver que el rostro de Sofía se volvía cada vez más pálido, Diego intervino rápidamente: —Son solo bromas entre hermanas, no hay que tomarlas realmente
Sebastián observaba detenidamente en silencio la confrontación entre las dos. Al principio pensó que Daniela, al ser su primera vez en un evento de este tipo, estaría algo incómoda, pero para su sorpresa, se mantenía bastante tranquila y serena. Recordó que en la empresa tampoco se dejaba intimidar tan fácilmente, y de repente se dio cuenta de que, aparte de cocinar muy bien, Daniela manejaba las cosas con bastante habilidad. En cambio, Sofía carecía por completo de esa estabilidad.Viendo a Sofía pálida y tambaleante, finalmente sintió compasión.Sebastián se acercó muy despacio y le ofreció una copa de champaña a Daniela: —¿Te gusta esta pintura? ¿Quieres que la compre para ti?Daniela miró la champaña en su mano y sonrió sin decir absolutamente nada: —A quién no le gustaría un tesoro así. Pero prefiero dejarla para alguien que realmente la necesite.Sebastián levantó con curiosidad una ceja: —Entonces, ¿qué te gusta? Pide lo que quieras.Daniela sonrió nuevamente, sin responder.La
Sebastián levantó una ceja, afirmó levemente y siguió caminando.Sofía le agarró la mano con fuerza: —Sebastián, ¿realmente eres tan despiadado?Sebastián no tuvo suficiente el corazón para apartar su mano.Suspiró suavemente: —Sofía, suéltame en este momento. Esto no nos hace bien a ninguno de los dos.Sofía esbozó una sonrisa muy triste: —Esto no me importa. Solo quiero que estés conmigo.La expresión de Sebastián, aunque algo nostálgica, mostraba una firmeza aún mayor: —Creo que he sido muy claro contigo.—Acepto las condiciones que te propuse, piénsalo muy bien y luego vuelve a buscarme.Dicho esto, intentó apartar con delicadeza la mano de Sofía para irse. Pero ella no lo soltaba.Ambos empezaron a forcejear un poco.Ignacio apareció en ese instante con varios socios comerciales y al ver la ridícula escena, frunció el ceño: —Sebastián, ¿qué está pasando aquí?Sebastián soltó de inmediato la mano de Sofía y respondió con calma: —Solo un encuentro casual.Ignacio no estaba dispuesto
Daniela salió del baño y, efectivamente, Sebastián estaba muy juicioso esperando en la puerta, sin rastro alguno de los demás.—Vamos, ya es hora, la subasta está a punto de empezar.Tal como se esperaba, la multitud ya se dirigía directo hacia la sala de subastas.El organizador había reservado con precaución para Sebastián uno de los mejores asientos.Al echar un ligero vistazo, se dio cuenta de que justo al lado estaban Lucas y su grupo, así que todos se sentaron juntos.Daniela preguntó muy ansiosa: —Lucas, ¿has visto alguna otra obra que te guste?Lucas negó con la cabeza: —Después de revisar minuciosamente todo, la que más me gusta sigue siendo Nocturno sobre el mar.Daniela afirmó: —Entonces veámosla más tarde.Ella también quería confirmarlo una vez más.Sin saberlo, Sofía escuchó esa pequeña conversación.Sofía soltó una risa muy fría.¿Quieren esa pintura? Hoy se aseguraré de que Daniela no consiga nada en lo absoluto.Regresó rápidamente a su asiento y le dijo a Diego: —Papá
La subasta comenzó con un precio inicial de tres millones de dólares, y cada oferta debía aumentar al menos en cien mil dólares.Con gran rapidez, el precio alcanzó los ocho millones de dólares.Lucas estuvo pujando continuamente.Daniela, algo preocupada, tiró con suavidad de su manga: —Lucas...Lucas le sonrió muy tranquilo: —No te preocupes, sé muy bien lo que hago.Mientras hablaba, aumentó la oferta en quinientos mil dólares más.Daniela se quedó sin palabras.¿Llamar a eso tener control?Quiso decir algo más, pero Sebastián en ese instante la apartó con un solo tirón.Sebastián se acercó con cautela a su oído y le susurró con los dientes apretados: —Daniela, ya basta.La voz irritada de Sebastián, acompañada de su cálido aliento, hizo que Daniela se tensara un poco y se alejara instintivamente.—¿Qué quieres decir?Sebastián apretó con rabia los dientes: —Estamos en público. Estás demasiado cerca de Lucas, ¿acaso, se te ha olvidado que eres mi esposa?Daniela hizo una ligera muec
En teoría, la probabilidad de que aparezca una falsificación en una subasta es muy baja, pero realmente no es imposible.Daniela se dio cuenta de que esta pintura tenía algo muy extraño, porque Renata le había enseñado cómo restaurar una pintura antigua.Renata le había exigido que aprendiera hasta el punto de poder crear una falsificación casi perfecta.Para su total desgracia, esta pintura resultó ser una de las falsificaciones que había hecho en el pasado.Aún conservaba una marca única que había dejado, muy escondida entre los trazos de tinta.Renata le había dicho que siempre dejara una imperfección en una falsificación para poder así identificarla.Esa marca era la pequeña imperfección que Daniela había dejado.Claramente, Renata había dicho que todas esas pinturas falsificadas se habían destruido en su totalidad, ¿cómo podía esta aparecer de repente en una subasta?Daniela se sintió algo confusa y alterada, sin darse cuenta de cuándo había regresado Sebastián.Sebastián ya sabía
El grupo escultórico de Palermo en sí no es inusual, pero lo verdaderamente extraordinario es el busto femenino de Venus de Illyria.Esta obra maestra exhibe una técnica realista excepcional, con una esculpida muy minuciosa que refleja los logros más altos del arte escultórico romano.Daniela, realmente sorprendida al ver una reliquia tan rara, exclamó: —Esta pieza es increíblemente valiosa.—Este busto femenino de Venus de Illyria, además de estar en perfecto estado de conservación, es en verdad, una joya única.—Su precio está muy por encima del de 'Nocturno sobre el mar'.Mientras hablaba animadamente, sus hermosos ojos brillaban con gran entusiasmo.El corazón de Sebastián latió un poco más rápido y le preguntó: —¿Por qué es tan especial?Daniela lo miró de reojo: —La mayoría de las esculturas de alta calidad están hechas de mármol u otros materiales duros. Esculpir mármol requiere una habilidad excepcional; no solo se necesita fuerza, sino también un control muy preciso para escul
Sebastián finalmente adquirió el busto femenino de Venus por setenta y seis millones quinientos cincuenta y dos mil dólares.No importaba cuánto aumentara la oferta el comprador extranjero, Sebastián siempre añadía un dólar más, lo que casi hizo que el extranjero se levantara furioso a gritar.Javier sonrió sinceramente: —Felicitaciones, Sebastián.Mientras la obra no fuera adquirida por el extranjero, sería una gran victoria para la familia Hernández.El comprador extranjero, definitivamente muy furioso, se marchó.Ignacio salió muy rápido detrás él, probablemente para calmarlo.Daniela, sorprendida, comentó: —¿Esos extranjeros son socios comerciales del grupo Romero? No parece ser prudente no darles consideración.Sebastián respondió con total indiferencia: —Ignacio fue quien insistió en traer a esos socios, esto no tiene nada en lo absoluto que ver con el grupo Romero.Dicho esto, se levantó en ese instante y tomó a Daniela de la mano para irse.Daniela apenas tuvo tiempo para despe