Jason se sentó a la mesa y colocó una servilleta en las piernas. En cuanto Tsuki lo vio le sonrió ampliamente.—¿Cómo te fue anoche?—Jason miró a Tsuki de soslayo. Y ésta se sonrojo.—Bien,supongo.Pero Jason negó ligeramente con la cabeza y reprimió una sonrisa. Caín y Tsuki se habían perdido apenas y terminó la recepción del desfile. No había sabido nada de ellos,a pesar de que Caín era su mejor amigo,sabía que de él no lograría sacar nada,pero de Tsuki era diferente.—¿Y a que hora llegaste?.Siguió el interrogatorio,sabía que la ponía nerviosa,pero eso era la parte buena del asunto. Su cuñada no podía ni hablar de los nervios y eso era bueno de ver.—Tarde.dijo lacónicamente.Y Jason volvió a sonreír muy quedadamente.Las cosas entre Kumy Y Liam no habían cambiado. Liam había vuelto solo y Kumy no había llegado a su habitación en toda la noche,lo había buscado y no lo había encontrado.Se levantó parsimonioso. Odió la idea de la culpa, y lo sabía,jamás debió decir lo que dijo,ma
El foro de grabación estaba abarrotado de gente que iba y venía con infinidad de cosas,cambios de vestuario, luces, cables y vasos de café —¿café?—bueno,esto era la locura, quizá lo necesitarán. Me escabullí todo lo que pude hasta quedar parada frente a una puerta metálica con una pequeña placa en medio,decía Hyun Joong. Tomé mucho aire,mucho. Ahí estaba yo parada frente a su puerta y con la firme decisión de no irme hasta lograr mi cometido,una entrevista con el chico más deseado de Corea—después de Kumy,claro—. Sólo que había un inconveniente y estaba consciente de eso. "Kim odia las entrevistas",ya había hecho yo mi tarea e investigado bien,un periodista lo tenía fastidiado siempre, queriendo ventilar su vida a diestra y siniestra, y el adorado Kim tenía tiempo que estaba vetando a cada periodista que conocía, si quería acercarme a él debía ser más astuta que eso.Saqué mis gafas de pasta—Son reales eh— y una libreta negra de piel con un bolígrafo. Toqué dos veces a su puerta antes
Kenneth…¿En qué jodido problema estaba metido ahora este sujeto? Debo confesar que de todas las personas del mundo,con la que menos quería hablar hoy era con Kenneth Roth, siempre me ha parecido un tipo frívolo y sin mucho chiste. Ahí me encontraba yo sentada frente él, tenía el cabello más largo y oscuro, al parecer lo lleva natural. Sus ojos son grandes y muy bonitos al igual que su sonrisa,pero tiene ese aire de "yo las puedo todas" que de verdad me caga.(perdón por la expresión).Se veía tranquilo y algo descuidado,seguramente era por los días que llevaba aquí sin ducharse.—Buenos días señor Roth —Lo saludé lo más distante que puedo,sin pretender tener un acercamiento más personal con él.Sube la mirada y ladea la sonrisa evaluativa que tiene. ¿Está coqueteando conmigo?—¡Puaj!...—Ya dije que no hablaré hasta que William Carter esté aquí.Vuelve a voltear el rostro como si no hubiera nadie en la habitación, ¿qué pasa con este tipo? Primero me mira como si fuera un pastel y luego
Para poder ver a este hombre tuve que caminar algunas horas,ver muchos rostros estirados y sonreír a varias caras ariscas. Desde siempre he pensado que lo que llevó a este señor a dar todo su apoyo a su hijo fue el hecho de que se sentía culpable por no haber estado en cada una de sus etapas de cambio,por no haber figurado en esa fotografía de familia que cada uno tenemos en algún marco,álbum o alguna pared. Pienso que de haber estado siempre a su lado ese chico habría recibido más palizas que abrazos,más regaños que palmas reconfortantes y más gritos que miradas de tristeza. Pero eso sólo me lleva a querer saber qué fue lo que realmente llevó a Jason Mattews a tratar de ser el padre perfecto que todos queremos tener,así que me encontré con él en su oficina. Ahora puedo ver el enorme ventanal que aquel día mirará Kenneth y conocí a la rubia insufrible que decora la recepción del senador.El hombre tiene el aspecto de alguien muy importante sin duda,sus ojos gris verdoso me acompañan h
Cada vez me cuesta menos entender a estos chicos y por consiguiente encontrar la forma para hablar con ellos. La oficina en la que estaba me dejaba ver un largo pasillo por el que corría gente,iban y venían con prisa,pero eso no me desanimó, al contrario,yo quería hablar con William Carter y así poder entender un poco a ese chico que tantos dolores de cabeza nos causó, y digo nos causó porque no creo ser la única que quería tomar a esos dos de las orejas y sentarnos a hablar para que de una jodida vez se dejaran de tonterías. Apure el paso y me adentré a la pequeña oficina en la que el pobre de Carter estaba esperando. La situación para él no es nada fácil y en la rigidez de su rostro puedo ver que no la está pasando nada bien.—Buenos días señor Carter—Lo saludó y él extiende su mano,de esa forma puedo examinar sus profundos ojos azules y en ellos encuentro una profunda desesperación—Soy la trabajadora social que lleva su caso.Él me mira y asiente levemente con gesto descuidado,com
Las últimas veinticuatro horas han sido muy intensas para todos,no puedo negar que conocer a todos y cada uno de ellos en persona me dejó una sensación maravillosa. Pero ahora me encuentro fuera de la mansión Mattews y aquí en Washington hace un frío de fregada que cala en los huesos. Miro mi reloj de pulsera y me doy cuenta de que es tan temprano que estoy segura de que si Kumy está aquí aún sigue dormido. ¡Maldición! que frío hace.Si sigo aquí parada me haré una jodida paleta de hielo,pero valdrá la pena si logro hablar con él y aunque no me crean estoy nerviosa.Tras pasar un largo,muy largo rato fuera de esa jodida mansión logro ver que el portón principal se abre y por ahí sale un coche deportivo en color blanco con franjas negras. No tengo un buen pretexto o una excusa para estar aquí y lo sé.Él mira hacia los lados con aire distraído y sin poder evitarlo me quedo viendo a sus ojos fijamente, sé que se da cuenta porque siente el peso de mi mirada y hace lo mismo. ¡Santo dios!
Capítulo 1(Liam- diminutivo de William)...Los tripulantes de aquel vuelo solo parecían ser sombras,nada de lo que sus ojos veían parecía ser cierto. Todo debía ser una pesadilla. Kumy iba a Washington a vivir con su padre,del cual,no sabía casi nada,solo lo que su madre le había contado en repetidas ocasiones,dejándole ver que para ella era importante que tuviera trato con él, pero para Kumy,eso era casi imposible,puesto que jamás había tenido nada que ver con ese hombre. Y ahora, se encontraba ahí, a solo unas semanas de la muerte de su madre y un amargo sabor de boca.-¡Kumy! ¿Estás bien?-los dedos de Tsuki su tía acariciaron los suaves cabellos del chico.Kumy volvió el rostro para verla con la mirada oscura y perdida ¿dónde estaba? ¿qué estaba pasando? nada parecía estar pasando de verdad.No dio una respuesta a esa trillada pregunta. Opto por ponerse los auriculares de su y olvidar al mundo que seguía su curso normal alrededor ,y tratar de ignorar por un tiempo más que su tía l
Las cosas se veían mejor siempre con la mente despejada, o eso es lo que Kumy pensó.Su cama era presumiblemente grande y en esos momentos le hacía una fuerte invitación para seguir posado en ella. Pero ni esos cinco minutos de más que solía pedir a Ichiko cada mañana lo consolaba ahora, así que de un golpe se levantó de su lugar para entrar en la ducha. Hasta el baño era enorme, adornado en color negro y blanco. Le gustó de entrada, lástima que no pensara pasar ahí mucho tiempo,quizá con un año estaría bien. Como si sonará a cliché era su primer día en la universidad de Pacific Port, una institución que según su padre tenía historia y estaba cimentada desde los tiempos de Jesucristo,bueno eso era exagerado,pero su padre se hinchaba de orgullo al hablar de ella y contarle que el padre de su tatarabuelo y así sucesivamente habían estado en Pacific. El hecho de haberlo inscrito ahí le hacía ilusión a Jason,pero Kumy trató de no mostrar su total indiferencia ante eso,pero la verdad le