"La hija de papá es más hermosa ahora". Chris besó con cariño la mejilla de su hija, haciendo reír a la niña en sus brazos.

"Lo recogeré a las ocho de la tarde", dijo la mujer rubia, poniéndose las gafas de sol y preparándose para salir.

Chris sostuvo el brazo de la mujer, Chris pareció dudar pero sintió que tenía que decirlo.

"¿No puedo dormir con Alea esta noche? La llevaré mañana". Al escuchar lo que dijo Chris, la mujer frente a él cloqueó enojada.

"¿No es claro nuestro acuerdo? Sólo puedes verlo una vez cada dos semanas, sólo una vez y no más". La mujer enfatizó las últimas palabras que dijo.

"Sólo por esta vez Jess, quiero estar con él por más tiempo...", suplicó Chris.

"Esta vez dijiste una vez, y la segunda vez preguntarás una vez, luego de un tiempo te lo llevarás. No creas que no conozco tu astuto cerebro, Chris". La chica llamada Jessica resopló. Estaba completamente harta y quería dejar a este hombre frente a ella lo antes posible.

De hecho, si no fuera porque Chris es el