“Señor Fisher aquí tiene un poco de sopa.” Dijo Kristen poniendo la bandeja sobre sus piernas.

“No hace falta que hagas esto muchacha, Margarita puede hacerlo.”

“No estoy haciendo nada y puedo ayudar con algunas cosas.” Murmuró ella con una pequeña sonrisa, ya tenían una semana quedándose aquí y como Jhon estaba muy ocupado en la empresa y demás, ella no tenía mucho que hacer y se ofreció a ayudar a Margarita en las cosas de la casa.

“Bueno gracias.” Espetó él un poco alegre antes de empezar a comer su sopa, estos días con Jhon y Kristen en casa habían sido muy agradables y estaba cada vez más convencido de que su hijo si había tomado una decisión correcta con Kristen, porque mientras más la conocía, más le agradaba. “¿Cuándo me darán un nieto? Deberían darse prisa con eso.”

Al escuchar esto los ojos de Kristen se abrieron de par en par y luego sus mejillas se volvieron rosas de la vergüenza, aunque ella y Jhon estos días no habían parado de besarse y acercarse, aún no llegaban al pun