Finalmente, después de lo que me pareció una eternidad, me desmayé sobre la cama. La cuerda de plata seguía atada a mis muñecas y a mi cuello, un recordatorio constante. Cada movimiento me dolía, y mi lobo no aparecía por ninguna parte.Tiempo después, el sonido de un hierro me sacudió en medio del
Nina"¡Nina! Mira esto".Mis ojos se clavaron en los brillantes hilos plateados que Luke apretaba entre los dedos, casi brillando a la luz del sol. Al principio me quedé boquiabierta, confundida."¿Hilo de plata de joyería? Debió caerse de la blusa de Mila cuando estuvo aquí con Enzo", dije.La sola
Enzo"¡Quita tus sucias manos de encima!", gruñí, revolviéndome contra los dos musculosos sirvientes que intentaban quitarme la ropa. Más manos me agarraron por todos lados, dominando mis débiles intentos.Gruñí insultos hasta que me pusieron una mordaza entre los dientes, que silenció mi ira.Me me
A menos que..."Déjame hablar con mi esposa", ahogué con urgencia. "Quiero al menos verla, hacerle saber que estoy vivo y que la amo antes de...". No pude forzar las horribles palabras, pero no lo necesitaba."Por favor", dije suavizando un poco la voz, "sé que no eres tan cruel como para negarnos u
NinaLuke frunció las cejas cuando escuchó mencionar un portal.Sacudió la cabeza. "No creo que pueda ser un portal", dijo, en voz baja para que no lo escucharan. "Los portales solo pueden abrirse en lugares como Montaña Vista, donde el borde entre reinos es delgado"."¿Qué te dice que el borde no e
NinaLa pareja de ancianos me miraba fijamente a mí y a Luke, al que apretaba la muñeca con más fuerza de la que creía. Luke tenía los ojos muy abiertos, sin pestañear. Yo lo miraba implorante."¿Cómo dices, cariño?", preguntó la anciana, y su voz me devolvió a la realidad. "¿Qué era eso de un... qu
EnzoMe desperté con pereza por el sonido del hierro que gemía en mis oídos. Levanté la cabeza de la piedra helada en la que estaba acostado y distinguí una silueta pequeña que entraba en mi celda con cautela."Despiértese, mi señor", dijo en voz baja la muchacha, la misma de antes. Se arrodilló a m
Nina"Díganme qué quieren, intrusos", repitió el hombre armado con un cuchillo mientras más personas salían de entre el vivo follaje. Fruncí el ceño mientras miraba sus apariencias; ciertamente parecían humanos, pero mi lobo percibió un extraño olor mientras los miraba.Eran cambiaformas, pero no lo