NinaSarah y yo entramos juntas a la cafetería local, donde pedimos dos tazas de té y encontramos una cálida mesa en una esquina para acomodarnos. Me hundí en mi asiento, sintiéndome un poco reconfortada por la perspectiva de una nueva amiga."Así que", dijo Sarah, quitando la tapa de su taza para d
NinaCaminé por la calle, respirando el aire fresco de la tarde. Hoy iba a hacer aún más calor, y la piscina de casa ya me llamaba.Saqué el celular del bolsillo y le envié un mensaje a Enzo: "¿Dónde estás?"."En la tienda de deportes", respondió unos momentos después. "Necesitaba algunas cosas".Ca
EnzoMe quedé acostado en la oscuridad, viendo a Nina dormir tranquilamente a mi lado.Parecía un ángel. Tenía una expresión serena en el rostro y su pecho subía y bajaba suavemente. La tenue luz de la luna que entraba por la ventana iluminaba su rostro, acentuando el suave resplandor del embarazo.
NinaNo aparté los ojos de Enzo hasta que por fin desapareció por la puerta.Una vez que se fue, sentí como si el nudo de mi estómago se hiciera cada vez más fuerte. Sabía que solo iba a estar fuera un día, pero sentía algo raro, no podía decir exactamente qué. Era como si una nube siniestra nos sig
EnzoEl vuelo se sintió interminable. Entre intentos de dormir y mirar distraídamente por la ventana, mi mente daba vueltas en círculos interminables. ¿Qué le diría a Tim? ¿Cómo reaccionaría? ¿Me creería por encima de Mila, su doctora de confianza, a la que conocía desde hace años?Cuando el avión a
Nina"Todo va a ir bien, Nina. Te lo prometo."La voz de Jessica sonaba fuerte y clara a través del móvil, tan tranquilizadora como siempre. Pero a pesar de su insistencia, yo no me lo creía."Es que... siento que algo va a salir mal", me encontré diciendo. "¿Es una locura?""Sí. Sí, lo es." Esa vez
EnzoEstaba sentado en el bar del hotel, tratando de calmar los nervios antes de intentar llamar a Nina, cuando de repente sentí una mano delicada en el hombro y una voz muy familiar."Vaya, vaya... qué casualidad encontrarte aquí, Enzo".Me giré, y fue entonces cuando la vi: Mila."¿Mila?", pregunt
NinaEl corazón me golpeó contra las costillas cuando los aullidos helados volvieron a sonar fuera de la oscura casa. Los lobos nos tenían rodeados. A mi lado, Daphne temblaba de miedo. Se volteó hacia mí, con los ojos muy abiertos y el pelo rojo enmarcándole la cara."¿Qué hacemos?", susurró, miran