Nina"Y aterrizamos en Montaña Vista. Gracias por volar con nosotros".La voz apagada del piloto sonó por los altavoces del avión, despertándome de un sueño agitado. Cuando abrí los ojos, la anciana que estaba a mi lado me sonrió."¿Dormiste bien?", me preguntó.Asentí con la cabeza, ahogando un bos
NinaLos sollozos de Lori sacudían su cuerpo y yo me aferraba a ella con fuerza, intentando ofrecerle todo el consuelo que podía. La estéril sala de espera del hospital parecía estar a mundos de distancia de los tranquilos pinos de afuera, y el olor de los productos de limpieza era casi mareante."L
NinaLori y yo llevábamos sentadas en la estéril sala de espera de ese hospital una eternidad. Los segundos pasaban como horas, los minutos como días. Hace tiempo que habíamos salido de la cafetería, después de renunciar a intentar calmarnos con un café amargo.Por fin se abrió la puerta de la sala
La abracé con más fuerza, ofreciéndole todo el consuelo que podía. "Iremos paso a paso, Lori. Estaremos aquí para Jessica, pase lo que pase. Y en cuanto a cuidarte, te ayudaré. No tienes que pasar por esto sola".Lori asintió, con los hombros caídos por el cansancio. "Gracias, Nina. No sé qué haría
EnzoEl entrenamiento estaba a punto de terminar y el equipo de hockey realizaba un último simulacro antes de que los dejara ir por hoy.Estaba apoyado en el pilar junto a la pista, vestido con ropa sencilla; hoy no quería estar en el hielo por si había una llamada de emergencia de Nina, cosa que Ti
NinaNo sé exactamente cuánto tiempo Lori y yo estuvimos sentadas en la habitación del hospital, contemplando el cuerpo dormido de nuestra amiga. Cada minuto parecía derretirse en el siguiente, y ambas nos sentíamos impotentes. Hice lo que pude para consolar a Lori, pero no fue tarea fácil.Finalmen
Enzo"¿Seguro que eres humano, Enzo?".Mila y yo estábamos parados en la habitación poco iluminada, con el zumbido del equipo médico llenando el aire. Ella acababa de repasar los resultados de mi fisioterapia, y sus ojos ya no estaban fijos en la tableta que tenía en la mano, sino que me miraban fij
NinaLori y yo volvimos al hospital esa noche a medianoche, con el peso de la situación sobre nuestros hombros. Estuvimos allí por la mañana, pero ahora era diferente, de noche, cuando las enfermeras no estaban haciendo sus turnos."¿Estás lista?", pregunté una vez que estacionamos en el estacionami