“¿Tiffany? ¿Eres tú? ¿Dónde estás?”. Tiffany, Enzo y yo dejamos escapar un suspiro colectivo de alivio. “Estoy en los túneles”, respondió. “Tengo alumnos conmigo. Cambio”. “Bien. Quédate allí todo el tiempo que puedas. El campus está lleno de salvajes – no es seguro. Cambio”. “¿Cuál es el plan
Nina “No”, dijo Enzo con sobriedad. “Ahora lo sé. Estaba hablando de ganar una batalla”. Se me formó un nudo en lo más profundo del estómago. Debería haberlo sabido; por supuesto que Ronan seguía tras de mí. Pero era imposible que todo este ataque girara en torno a mí, ¿verdad? Bajé la cabeza y se
Enzo “Vete, Nina,” le dije. “Te prometo que te veré en las cabañas”. Nina me lanzó una mirada dolorida y desesperada. Sabía que ella no quería que me quedara y quería que me fuera con ella. Yo también quería ir con ella. Pero tenía que quedarme porque sabía que si no hacía algo y detenía a los sal
Nina El sonido de los salvajes se escuchaba cada vez más cerca. Enzo me dio un último empujón para subir la escalera; no tuve elección. Subí el resto de la escalera y me arrastré hasta el suelo del bosque, sollozando mientras Enzo levantaba la mano y cerraba la escotilla tras de mí. Lo último que e
EnzoCuando empecé a caminar hacia las cabañas, algo siniestro me llamó la atención. De repente, me detuve en seco al darme cuenta de dónde venía el olor a sangre. Sentí que se me hundía el corazón cuando lo vi: un rastro de sangre fresca. Iba en dirección contraria a las cabañas; ¿le había pasado a
NinaCon una última y profunda respiración, atravesé el portal con Edward. Por un momento fugaz, sentí que mi cuerpo no pesaba, casi como si ni siquiera existiera. No sabía dónde acababa mi carne y dónde empezaba el vacío que me rodeaba; me sentía todo y nada al mismo tiempo. Luego, todo terminó en
EnzoLuke frunció el ceño y sacudió la cabeza. “No... Creía que estaba contigo”. Sentí que se me hundía el corazón. ¿Le había pasado algo horrible a Nina, o se había escapado de alguna manera? Si Tiffany estaba muerta... ¿Y si Nina también lo estaba? “Tengo que encontrarla”, dije mientras intentab
Enzo“Ven conmigo, Enzo”, dijo mi padre tras salir del portal. Fruncí el ceño y retrocedí un paso. ¿Cómo me había encontrado? “No iré a ninguna parte hasta que averigüe dónde está Nina”, dije. Mi padre parecía preocupado, pero no dijo nada sobre Nina. Solo suspiró y dijo: “Todo saldrá bien. Ven co