EnzoNina y yo nos dimos la mano y acordamos ser "amigos" por ahora."No puedes dejar que esto suceda", gruñó Fio, enojado conmigo por dejar que esto sucediera mientras veía a Nina alejarse."Lo sé", respondí con un suspiro hacia afuera, metiendo las manos en los bolsillos y dirigiéndome hacia donde
NinaNo quería admitir que me partió el corazón decirle a Enzo que no podíamos estar juntos, pero era lo correcto. Juntos seríamos tóxicos, y además... era demasiado el drama que rodeaba a la pseudorelación que ya teníamos como para que pudiera florecer una relación de verdad.La verdad es que, desp
Nina"Me alegro de verte aquí", dijo Justin con una sonrisa extrañamente cálida. "¿Puedo sentarme contigo?".Me mordí el labio y miré rápidamente a mi alrededor, medio esperando que Lisa o alguien más se estuviera riendo a carcajadas como si todo esto fuera una broma, pero no había nadie más. Parecí
Ojos que no ven, corazón que no siente.El chupito que nos tomamos en el bar empezó a pegar, y pronto estaba bailando junto a mis amigas. Me sentí bien sin tener que lidiar con ningún drama - solo nosotras tres chicas. Me alegré de compartir cuarto con ellas en nuestro primer año de universidad.Pro
EnzoEstaba sentado viendo una película y ahogando mis penas en un bol de palomitas cuando, de repente, mi puerta se abrió de golpe."¡¿Qué coño?!", grité, levantándome de un salto del sofá y derramando palomitas por todas partes.Mis ojos se abrieron de par en par al ver entrar a Luke, con el cráne
NinaMe desperté por el sonido de un trueno y el aullido del viento en una habitación oscura que no era la mía.¿Dónde estaba?Lentamente me levanté y miré a través de la grieta de la puerta que conectaba con otra habitación. Pude distinguir la silueta de un hombre en el sofá. Estaba viendo una pelí
"Te llevaré a casa cuando seas capaz de caminar sin desmayarte", respondió Enzo, sus palabras inmediatamente seguidas por un repentino trueno que hizo parpadear el televisor. "Además, hay un tifón".Me estremecí y me llevé las rodillas al pecho. Enzo se levantó sin decir nada y agarró una manta de u
Nina Cuando llegué a casa, Jessica y Lori estaban furiosas."¿Dónde estabas?", gritó Jessica en cuanto entré por la puerta. Ni siquiera tuve la oportunidad de colgar la chaqueta. "Nos abandonaste", dijo Lori, cruzándose de brazos. "Pensamos que te secuestraron o algo así. Luego llegó el tifón y s