လAbro poco a poco mis ojos, quiero levantarme de la cama y buscar a Gisela en la clínica, pero mi madre sigue estando cerca de mí. Ahora la veo sentada sobre el sillón que está cerca de la cama, con su mirada en el libro que está leyendo. Ella me ha cuidado todo el día y el resto de la noche.Escuché cuando mi padre entró a la habitación y ella le pidió que no insistiera, que no se iría de aquí hasta que nos fuéramos de la ciudad. Mi padre estuvo un par de horas con mi madre y mientras me hacía la dormida ellos conversaban de lo que harán cuando regresemos a casa, ellos quieren ayudar a Gisela y me pone aliviada escuchar eso.Mientras entre a trabajar mi madre se encargará de que ella empiece a estudiar, también una que otro día tiene que acompañarme a la empresa, todo para que ella la conozca y obtenga conocimiento y experiencia, de eso me encargaré yo.Luego de que mis padres y yo ayudemos a Gisela, la dejaré que vuele sola, y solo en ese momento ella se enterara de la verdad, pero
Mis manos se aferran a su cuerpo, el abrazo tan fuerte, cierro mis ojos con fuerza tras decirle lo mucho que la quiero.—No, no agradezcas, al contrario, soy yo la que te agradece por aguantarme —sus besos y sus caricias en mi cabello hacen que chille más fuerte—, no estás sola mi vida, hay muchas personas que están dispuestas ayudarte.Una voz en el fondo de mi ser me dice que no puedo permitirlo porque eso será una catástrofe.Me alejo de ella tras limpiar mis lágrimas. Lucero se queda observándome de arriba hacia abajo hasta que dentro de unos segundos decide llevar su mano a mi vientre y decirme que no todo está mal, Dios sabe lo que hace, ya que todas las cosas son para bien.Exactamente, cuando le iba a preguntar qué es lo bueno de todo lo que me sucede, es cuando ella me contesta que un bebé es el cambio de mi vida y el de muchas personas, y que por estas cosas no debo cambiar todo lo que tenía planeado. Ella me dice que luche por lo que quiero y que no permita que nadie se enc
လYa amaneció y por el resplandor puedo deducir que son las cinco de la mañana y... ¡No he dormido nada!, solo me he puesto a admirar a la mujer que tengo a mi lado, sí, la que ocupa mi brazo como su suave y cómoda almohada, ella es una atrevida, pero como en un par de horas se irá no me queda de otra que aguantar un poco el dolor de la circulación.Tuve dos horas suplicándole que se calmara, que no iba a morir porque ella viajará y que era mejor que dejáramos a un lado la tristeza para disfrutar de la noche. Ella no estaba muy de acuerdo, pero al final aceptó porque dice que soy del tipo de persona que no se rinde hasta obtener lo que quiere y en eso es cierto porque yo quiero que ella se vaya con la paz que su corazón necesita.Me ha quedado claro que ella tiene que dar algo para recibir lo que quiere, mi trabajo temporal es alentarla, lo hago con mucho gusto, aunque deseo que se quede es mejor que se vaya.No voy a negar que me pone de un bate la idea de que ella se vaya y que qued
—Adal, puedo saber por qué no te has quitado esa ropa de hombre serio, tienes que ponerte ropa para entrar a la piscina —salgo de mis pensamientos al escuchar el bullicio de mi abuela.Ella sigue intentando ayudarme, quiere que entre en razón, que me mantenga en familia para ver con mis propios ojos de todo lo que me estoy perdiendo.—Abuela, no pidas mucho, esto es lo que puedes esperar de mí —paso mi mano por mi cabello y ella sonríe—, pero no le veo problema que ande así.—No, vamos a tu habitación y de paso le prestas ropa a Alfonso, ya que no quiero verlos a los dos como los dos hombres payasos, por el hecho de que su vestimenta está fuera de lugar.—Mamá, antes que lleves a los dos pequeños a la habitación quiero que me acompañes, es que nuestra amiga Ana quiere venir —y boom, mi madre me ha salvado de las garras de mi abuela.—Aquí te espero, abuela… —digo en tono divertido.—No, ambos tenemos que ir porque necesito que escojas el traje de baño adecuado y tú, bien puedes hablar
Ahora que recuerdo, Alfonso sabe una parte por la que fui a España, pero no con la intención desenmascarar a la chica por la que él muere. Lo lamento por él, pero tiene que saberlo y no pienso quedarme callado, todos me culpan que soy un poco hombre e inmaduro por no querer seguir con el matrimonio, perfecto.Desvió mi mirada y le cuento que el amor de su vida no es lo que piensa, ya que ella se encargó de que Gisela no tomara las pastillas anticonceptivas y por eso quedó embarazada.Él se soltó a reír y a decirme que esa mentira no hará que él la deje de amar. ¡Sabía que diría eso! Bueno, y es cuando saco mi haz bajo la manga diciéndole que enfrente a Lucero y que todo lo de las pastillas era cierto, y que la persona que me lo dijo no era un desconocido y menos lo inventó.Empecé a contarle como me enteré y de cómo las cosas iban sucediendo, tampoco quise creerlo y por eso me subí al primer avión.—Lo peor es que vi a Gisela y no tuve las agallas de decirle que estoy arrepentido, la
လ++Gisela++El mundo o universo es demasiado injusto, he encontrado en el momento y tiempo menos indicado al hombre que hizo que mi vida diera un giro enorme. Ese hombre que adoró mi cuerpo, acarició mi piel, hizo que mi sangre ardiera de pasión, sí, de esas que no se olvidan. He disfrutado de la libertad de explorar cada centímetro de él, hmmm… Mi historia con Adal se terminó en el momento que se enteró de mi embarazo, de que llevaba un bebé suyo dentro de mí. Lo sigo recordando porque no es un hombre que se llega a olvidar de la noche a la mañana.“Es que siempre supe que el hombre que amo es un hombre de muchas mujeres y no un pobre hombre que quiere serle infiel a su amiga, su novia, amante o esposa”.Han pasado tres años desde que partí de Berlín y ahora estoy de regreso como una de las encargadas de las empresas de Lucero, durante estos años me he esforzado para aprender y ganarme un lugar en la empresa, como en los corazones de ellos.Soy en la que confían y esperan que enfren
—Lo lamento, acabo de amenazarla y si no me permitía verte iba a abandonar todo el proyecto con la empresa.—Perfecto, son cinco minutos y es mejor que te apresures, ya que el tiempo para mí es valioso.—Gisela, lament...—No… No, quiero saber qué es lo que lamentas —niego con la cabeza, mi mirada se mantiene fija hacia la suya, sin ninguna emoción y parpadeo—, te quedan tres minutos, y no te conviene desperdiciarlo con cosas personales.—Quiero entrar al proyecto, pero siempre y cuando tú seas la que lo dirija, no me interesa nada lo que Lucero está hablando en este momento y... —guarda silencio al darse cuenta de que está diciendo más de la cuenta—. Sí, si quieres que esté en tu equipo deberías hacer trabajo conmigo, quiero que tú y nadie más que tú se encargue de mi contrato.—Espera… Espera… Espera, quiere decir que aceptas el proyecto sin verlo siempre y cuando sea la que te lo presente.—No, no… No digas eso —se acerca, esa mirada acongojada hace que baje la guardia, pero recuer
—¡Bravo, bravo, bravo…! —vuelvo a mi cruda realidad al ver a la persona que esperaba que estuviese frente a mí—, ustedes madrugaron.Lucero entra y eso hace que sienta un alivio en mi corazón, ahora me siento protegida.—Qué bueno que las dos amigas sigan siendo amigas, y oficialmente soy su cliente, bueno, es tiempo de que me retire, mi secretaria las llamará para encontrarnos, ya que debemos celebrar.¿Qué? Este hombre está completamente loco.—No creo que se pueda, tengo muchas cosas que hacer y si quieres celebrar puedes ir con Lucero...—No, se supone que este trato es de los dos, no hagas que me arrepienta.—Es una amenaza —frunzo el ceño.—Puedes tomarlo como quieras, solo que no acepto un no por respuesta, ¡perfecto!, las estaré esperando, pasen un buen día.Él se levantó, dejándome con la palabra en la boca, quería negarme en ese momento, pero Lucero me lo impide diciendo que estaremos sin falta, pero que también a él no se le olvide cumplir con el trato de que los demás clie