¿Julian y Tessa estaban enamorados? Cuando el reloj marco las nueve el señor White caminaba por su gran mansión con gesto impasible. A ojos de cualquiera definirían al tipo como alguien de la vieja escuela, sereno, pero con voz firme cuando hablaba. Le gustaban los temas como política, finanzas, exportaciones, macro- economía, ganadería entre otras. Un gran hombre de mundo que pertenecía a eso. Bastante ajeno al apego físico. A sus hijos nunca les falto nada, sin embargo no era del tipo de persona que daba besos o abrazos. De joven, tenía días fijos donde sacaba a sus hijos al cine, lugar donde con unos audífonos el prefería ponerse a escuchar la radio o las noticias, mientras sus hijos miraban la pantalla. Por esa razón, Romina White creció con una idea falsa de lo que era el mundo, no tenía inconveniente en creer que todo le pertenecía, y tampoco mucho apego por las personas. Sin embargo, siempre creyó que la emparejarían con él. Todo de cuanto siempre estuvo segura en su vida fue
Ella seguía con sus ojos fijos en el —Y-yo... yo no sé... no sé de qué hablas... ayer...La miro desolado — mentir no es aceptable.Eso la callo de golpe, y desvaneció cualquier tipo de excusa—Pero habías dicho que no lo recordabas...—No lo hacía. —confeso —No lo recordé hasta esta tarde.Las cartas del juego habían sido colocadas y ella solo esperaba el siguiente movimiento. ¿Pero como iba a ganarle a Julian Anderson? Él era el chico listo, el estratega, la cabeza en todo, si ella manejaba los remos, era el quien daba las órdenes. Por qué en su barco, Julian era el capitán.No sabía que decirle. Por primera vez, ella no encontraba las palabras correctas. En otro momento, Julian le hubiera dicho que no tener las palabras correctas era algo inaceptable, sin embargo, en este momento ella no era el experto "James". Ahora mismo ella no era su leal asistente que sabia sobre todo, pues el tema esta vez no trataba de numero o cálculos. Se trataba de lo que sentía. Y... ¿Qué sentía ella? ¿Y
Taylor dio media vuelta perdiéndose entre la multitud, recordando el brillo de sus ojos dorados cual oro. Una persona que valiera oro. No solo por su dinero, sino por dentro. Parecía un chico afligido, agotado de mantener las apariencias. Y ella sintió lastima. Pero... ella no era el reflejo de Taylor, ¿verdad?Cuando más personas se acercaron de alguna forma parecieron reconocerla, y algunas se unieron para platicar con ella.Las mujeres a su alrededor empezaron a atosigarla con preguntas.—¿Dónde conoció a Julian Anderson?—O yo...—¿Fue amor a primera vista?—interrumpía otra con la misma rapidez—No. Yo creo...—Oh, oh, ¿o quizás simplemente fue un arreglo matrimonial?Tessa trataba de responder a las dudas, pero pronto las voces de todas se mezclaban en masas de voces poco audibles. No sabía que tantas mujeres tuvieran tantas dudas—¿Y cuándo piensan casarse?Tessa abrió la boca por duodécima vez, pero antes de poder contestar nada, otra voz la interrumpió. La diferencia, era que
« Dime qué me amas Tessa. O dime que me odias. Pero dime algo. No me tengas con esta incertidumbre sufriendo porque no sabía que tenía un corazón hasta que tú apareciste. Y ahora mismo, —la miro — siento que este podría explotar dentro de mi pecho si te sigo mirando allí parada sin que digas una sola palabra »—Julian...« Solo dime algo »—Julian...« Rómpeme el corazón, destrózalo a tu antojo, ya no me importa. Ya nada importa. Ámame o déjame. Pero no te sigas quedando si al final vas a irte... »—Julian...« Miento. Miento todo el tiempo. Prefiero tenerte asi sea que al final me dejes. Es mejor tenerte ahora, que no haberte tenido nunca... No sueltes mi mano... no me dejes...»—Julian...Entonces, el joven Anderson abrió los ojos. Sus ojos azules brillaron por la luz de la mañana.—Tessa...—murmuro un poco adormilado.Ella estaba aquí. Había sido una pesadilla. Una maldita pesadilla. Había recordado la noche anterior cuando se habían confrontado, tan solo esperando que ella dijera
Para ser Julian alguien muy listo, Tessa habia llegado a la conclusión de que su solución no era nada práctica. —¿Dejaste la ropa en el lugar indicado?— pregunto el joven de cabellos oscuros —La deje en el baño, tal y como me lo pediste —Bien— se acomodó un botón del traje — Las cámaras de ese corredor estan apagadas. Podrás entrar y salir con libertad Ella asintió escéptica —¿Ya has desayunado? ¿comiste algo? Tessa sentio su estómago revolverse, y luego negó —Deberías comer algo.—sugirió el —Si como algo ahora, voy a vomitar.— dijo, y luego Tessa alzo la vista hacia él y su traje holgado se agito levemente —y esa propuesta viniendo de alguien que solo desayuna un café es algo audaz ¿no? El tomo asiento a su lado — que yo no coma no quiere decir que tu también debas hacerlo. No soy el mejor ejemplo a seguir. —Nunca imagine que tu desayuno siempre fuera un café. Eso también te puede hacer daño, ¿sabes? —Bueno, me traes uno todas las mañanas— se lo hace notar — no creí que no
—Un placer tenerlos de vuelta — sonríe Julian. Tessa más creía que estaba improvisando un buen saludo. Uno digno de ser el anfitrión de una gala Ellos dos asintieron. Y la joven Romina se acerco mas a el interesada. —Si esta solo este dia, puedo hacerle compañía — dijo mientras se auto invitaba a colgarse de su brazo desplazando lejos a James — noto que esta vez no esta acompañado por nadie, seria triste pasar un dia tan importante solo ¿no cree? Tessa puso los ojos en blanco. El interés de esta mujer por Julian era algo mas que evidente, y eso empezaba a molestarla. ¿Por qué le irritaba tanto? ¿presenciar un coqueteo tan descarado en sus propias narices? Iba a decir algo, lo que sea, inventarse cualquier excusa con la única intención de sacar a Julian de allí cuando el chico a su lado hablo — no es de asombrarse que su prometida no se presentara hoy Eso llamo la atención de Julian —¿Cómo ha dicho?— murmura desconcertado, pero algo en sus ojos siempre estan alertas. Julian estaba m
Adam puso el grito en el cieloEsto no podía quedar asi. No podía creer que Tessa después de la cara que mostro ante el fuera ese tipo de mujer.Cuando noto que esta se marchó, el con paso firme se encamino hasta el baño para encarar a ese asistente malagradecido de Julian.—¡James!— había gritado mientras abría las puertas del servicio. —no te escondas. Se que estas aquí— pero cuando abrió la última puerta se dio cuenta de que en realidad se equivocaba.No había nadie allí.Parpadeo varias veces, y por un segundo considero que quizás había visto mal. Que se lo había imaginado.Pero no. Eso era imposible. Sabía lo que había visto.Miro hacia la pequeña ventana y pensó, que quizás el muchacho debió haber escapado por allí.Después de todo, solo había seguido hasta aquí a James para discutir el tema de un documento perdido que había solicitado a recursos humanos y aun no llegaba. Quería que agilizara ese proceso hablando con ese departamento, y por eso descubrió la verdad.Miro hacia su
Si. Si. Casualidades mis pantuflas.Tessa, algo rígida, se dio media vuelta para observarlo. El solo verlo le hizo recordar la manera en que habia tratado de amedrentar y humillar a Julian en su nombre. Ella no necesitaba que nadie la "defendiera"—Hola.— saludo de manera un tanto secaPor el contrario, Taylor sonreía en un gesto vivo. —Pensé que no vendría.—Podria decir lo mismo de usted— contesto ella —después de todo, creí que habías dicho que este no era tu tipo de fiesta—Nuestro tipo de fiesta —corrigió.—Si claro. Nuestra.—ella tomo aire, quería dejar claro ciertas cosas — Señor White, si dije o hice algo la anterior noche que le haya dado el aire o la idea errónea de que yo detesto a mi prometido de alguna manera, espero me disculpeEl rostro le cambio —¿Cómo?—Si. Estuve con el señor Julian hace un momento. No quiero tener problemas con nuestro compromiso ya fijado—¿De verdad deseas casarse?— le pregunto, y algo en el parecía sincero, y eso la desconcertó un poco — si te es