Después de la parada que hace Sara y su familia, el camino se vuelve largo y tedioso, ella esta cansada por su recién cirugía y el cuidado de sus pequeños, mariane y Roberto ahora van juntos en la parte de adelante, ella finge que esta profundamente dormida, y los escucha hablar.

-Robert, mi amor, debemos dejar ir a Sara y a los niños, déjalos ir, te prometo que conseguiré todo su dinero y podremos inclusive escapar fuera del pais- Mariane toca a Roberto quien sigue conduciendo sin tan siquiera responderle.

Sara apenas tiene sus ojos entreabiertos, otro recuerdo viene a su cabeza, sabia que entre su mamá y su esposo existía una relación mucho tiempo antes de que ella hubiera tenido el accidente, pero se negaba a creer que ellos le estaban haciendo eso. Sentía una gran opresión en su pecho, solo podía abrazar a su pequeña y a su recién nacido, los ponía más cerca de su pecho, y prometía que nada les iba a pasar, no lo permitiría.

-Robert, ¡escúchame por favor!, estamos secuestrando