Mattew
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Tengo 20 minutos...
Creo que me da chance...
Justo hoy tiene que haber fila...
Era un día bastante caluroso, sentí como el sudor bajaba por mi pecho, la señora frente a mi, no dejaba de gritarle a su teléfono, tenía una discusión bastante acalorada por lo que logré entender...
Salí de mi mente cuando la ví, mis ojos y mis oídos se activaron, la escuché hablar con la señora delante de ella, me enfoque más y detalle su hermoso cabello, castaño sin ser muy oscuro, estaba perfectamente arreglado, un jean holgado y roto que le quedaba demasiado bien, una blusa también holgada, un poco transparente. Era casi de mi tamaño...Vaya, es alta
Si, es verdad.
- Tuan, silakan pergi (Señor, avancé por favor)- escuché volviendo a la realidad.
- Tentu, permisi (Claro, disculpe)- apenado di un par de pasos tratando de mejorar mi ángulo de visión. Introdujo una mano en sus bolsillos, buscaba algo que al parecer no consiguió.-Joder, la dejé en el hotel- mi corazón se estremeció al escuchar el idioma, seguí mirándola y salió de la fila. Ni siquiera dude, -Hola, ¿quieres pasar conmigo?
¿Que haces?ni siquiera te conoce, te va a rechazar.
Dijo esa voz en mi cabeza. Tenía razón pero ya lo había dicho. Ella se giró para verme, sus ojos brillaron al encontrarse con los míos, la vi dudar y mi pecho se apretó.
- ¿Estás seguro? Puedo volver en unos minutos..- su voz fue algo cortada pero tan dulce
Vamos! Piensa algo que la convenza
Estás bastante insistente hoy consciencia
- Si, no te preocupes. Vamos!, así tendré compañía para admirar el arte- la mire tratando de deducir su mirada y extendi mi mano hacia ella. De nuevo la vi dudar, pero un hilo eléctrico recorrió mi brazo cuando sentí su palma contra la mía, tan suave, sus uñas largas y delicadas.
Bloqueé mis pensamientos y la guíe para entrar.- Gracias, soy Vera. ¿Y tu?- sonreí al escuchar su nombre, «¿pero que me pasa?, La acabo de conocer» a mi corazón no le importo mucho que digamos, estaba bastante agitado. Logré controlarme para responder - No es nada, mucho gusto, soy Mattew. No eres de aquí ¿verdad?
Rio por lo bajo -No. Soy de Estados Unidos ¿Y tu?- no pude evitar sonreír cuando la ví repasandome con la mirada "disimuladamente", en ese instante pude detallar más su rostro. Su piel era suficientemente clara como para resaltar sus ojos verdes, su perfil era hermoso, labios carnosos y rosados, mi estómago se estremeció y lo controle.
- Yo igual, ¿De que parte? Yo soy de Texas- respondí antes que notará mi obvia admiración y me coloque en su camino, realmente no se porque lo hice, por impulso tal vez, no me había sentido así desde la adolescencia..
- Ohh, yo de Cleveland- sus mejillas se calentaron e intento retroceder, torpemente porque había un muro en su camino.
Quería probarla así que -Que bueno..- dije cerrando más el espacio entre nosotros, la mire fijamente. Sus mejillas estaban al borde de una explosión, mi corazón latía a toda máquina.
- ¿Te pusiste nerviosa?- le dije mientras una sonrisa se formó en la esquina de mi labio.
-N-no, solo que estás invadiendo mi espacio personal- me dijo girándose para salir de mi vista. Me sorprendió, ninguna chica se había resistido a mi, eso inicio una chispa en mi --Sonreí-- tenía que quebrantarla.
Debo admitir que las obras del museo no fueron parte de mis pensamientos en todo el recorrido. Había algo en esta chica que bloqueaba todos mis sentidos.
Solo tenías 20 minutos ¿Recuerdas?
Por primera vez esa voz servía de algo. Ya estaba a punto de terminar el recorrido, pero quería pasar más tiempo con ella. Saque mi celular y le envié un mensaje rápido a mi secretaria para que pospusiera mi reunión unas horas. Ya eran las 12:30, que mejor que una buena comida para conocer a alguien.
-¿Quieres almorzar conmigo? el restaurante está cruzando el parque- mi voz salió más entusiasta de lo que creí.Para mí suerte, aceptó. En días anteriores había ido a este restaurante y me pareció alucinante, tanto el ambiente como la comida eran increíbles. Al estar frente a la puerta, gire para verla y un destello cruzo por sus ojos, ese simple hecho me hizo feliz, nunca había sentido eso por alguien y en tan poco tiempo menos. De hecho no pensé poder volver a experimentar esta sensación con nadie..
Al cruzar la puerta, la necesidad de impresionarla me sobrepaso, ya me había demostrado que mis encantos no eran suficientes. Mi madre me había enseñado a ser un caballero antes que todo, pedí la mesa, me acerque para acomodar su silla y me senté para encontrarme con ella frente a frente. Ahí bajo la luz cálida de las lámparas, se veía aún más hermosa. Tras unos minutos de admiración de los alrededores y de ella.. decidí llamar al mesonero.
-Halo selamat sore. Kami siap memesan (Hola, buenas tardes. Estamos listos para ordenar)- le dije tratando de pronunciar cada palabra correctamente, una de las condiciones de papá fue que aprendiera el idioma para desenvolverme bien con los lugareños.Pedí una lasaña y le pregunté a Vera que quería ordenar, para mí sorpresa pidió lo mismo. El mesonero se alejo de la mesa, dejando un gran vacío, mucho silencio, las palabras no eran lo mío, era lo más difícil del trabajo, tener que hablar con tantas personas y tratar de convencerlas de que trabajen con nosotros. Pedirle a vera que me acompañará al museo fue un impulso lleno de adrenalina, pero ya ahí, en la calma, mi boca estaba seca y sellada.Por suerte, el silencio no duro mucho. Vaya que a ella no le costaba expresarse, su iniciativa era sorprendente, cada pregunta tras otra fue interesante. Mi atracción ya no era solo física, su mente era asombrosa. De vez en cuando soltaba una respuesta o interrogante para no parecer mal educado, y con cada palabra que salía de su boca, mi cuerpo tenía 2 arranques...
Para mí sorpresa, era menor que yo, para nada lo reflejaba. Una que otra vez la vi dudar..Claro, esta aquí con un desconocido
Bueno, me alegra que haya aceptado mi invitación.
- Y..¿A que viniste a Bali?- pregunté tratando de salir un poco de mis pensamientos.
- Bueno, después de graduarme. Conseguí una oferta de trabajo aquí, que me permitía trabajar desde el hotel. Así puedo conocer y hacer lo que amo. ¿Y tu?- contesto observándome con interés
- Oh, bien. Yo estoy por negocios. Mi padre me envió para representar a su empresa. Pero te admito que me ha encantado el viaje- sin darme cuenta mis ojos bajaron hasta sus labios, la vi tensarse, eso me gusto.
No es tan resistente.
Giro la vista, pero era tarde, pude notar como mordió suavemente su labio inferior inconscientemente antes de voltearse. El mesonero interrumpió el momento lamentablemente y en lo que siguió de la tarde no pude dejar de ver cada detalle de su cara, sus rasgos eran delicados sin parecer frágiles, sus dientes alineados y sus cejas un poco desordenadas.
No le hice ninguna insinuación, siempre he detestado esos comportamientos. Además si quería saber más sobre ella, una sola noche no bastaría. Y por lo que he visto, no creo que ella siquiera aceptaría una propuesta así.
Decidimos pedir el postre y vaya que verla degustar esa tarta como lo hizo, erizo algunos de mis puntos débiles. Insistí en pagar la cuenta, a ella no le agrado la idea pero no traía cartera así que no tuvo opción.
Al salir, sabía que no podía dejarla ir simplemente. Mis manos empezaron a transpirar un poco, trate de disimular jugando con ellas. Me arme de valor, la vocesita en mi cabeza estaba segura de que fracasaría.
- Bueno Vera, ¿Hacia dónde vas tú? - escupí antes de arrepentirme
- Yo me estoy quedando en el Tinggal lama Hotel - un alivio me invadió
- ¡Que!, Yo también. Que coincidencia. Bueno entonces seguimos juntos.- la emoción de mi voz fue tan espontánea --en completo control jamás hubiese dicho eso-- pero es muy claro que mi control no está presente desde hace rato.
- Si, que bueno..- dijo ella tratando de descifrar mi expresión
Volvimos al hotel y en el camino hablamos un poco más, me contó que vivía con su mamá desde muy chica porque su padre había muerto, ya teníamos algo en común. Yo le conté un poco de mi historia acortando el trayecto de vuelta, sin darnos cuenta ya estábamos en el lobby del hotel. Mi habitación estaba en el ala A, pero no dude en acompañarla a su ascensor. Antes de despedirme le di un vistazo para guardarla en mi mente hasta que la volviera a ver.
Si eso pasa
Bueno, gracias por tu optimismo.
Mis ganas de besarla eran muy fuertes, sentí mi corazón latir en mi pecho, mis manos sudando, mis ojos se enfocaron en sus labios, suaves, carnosos. Se humedecio ligeramente el labio inferior haciéndolo más rojo, pude ver el deseo en sus ojos.
Pero no, así no
Me acerque lentamente y deposite un beso en su mejilla izquierda y me alejé para ver su expresión confundida. Sus labios se abrieron ligeramente para pronunciar un - Adiós - antes que las puertas del ascensor se cerrarán. Dejándome ahí, perplejo, ¿porque no la había besado?, algo en mi sabia que no era lo correcto, no con ella.
Mi semblante era trágico, mi mente divagaba, ¿porque ella era diferente?. Sin respuesta para mis incógnitas, camine al otro extremo del lobby y subí al ascensor, necesitaba cambiarme para ir a la reunión. Pero por qué ella, que tenía de especial
¿Que tiene de especial? si te la quedaste viendo como un bobo desde que la notaste, hasta tu sabes esa respuesta
Vaya que esa bendita voz lograba irritarme pero no estaba tan equivocada después de todo.
Pasó una semana y todos los días aproveché de turistear en los tiempos libres, desde aquel día Mattew se había vuelto más cercano y se unía a mis planes cuando tenía ratos libres de su trabajo.Estaba tomando un café en mi habitación, eran las 6:30 de la mañana, el día estaba soleado, las cortinas del balcón se movían ligeramente con el viento. Por poco lo olvido, hace unos días me anoté para una excursión que ofrecía el hotel así que me arregle y baje al lobby para encontrarme con un montón de personas que tenían el mismo plan. Entre ellos Logan, lo saludé desde lo lejos y el respondió con un saludo militar lo cual me hizo sonreír. Esperé unos minutos hasta que un hombre alto nos indico que ya podíamos
Dadas las 6, decidimos regresar al hotel, al llegar nos recibió el portero y nos informó que había noche libre en el bar. Yo no tomo, nunca me ha gustado el sabor amargo del alcohol ni el efecto que tiene en la gente, pero Mattew me pidió que lo acompañara.Eso basta para convencerteSolo acompaño a un amigoAjáEntramos y tomamos asiento en la larga barra que cubría uno de los laterales del gran salón, apenas alumbrado con pequeños faros tenues, muy elegante, y nosotros venimos de la playa, que decentes. Matt ordeno un Gintonic y yo una soda de limón.Junto a nosotros estaba se
Vera...Vera...- Matt déjame dorm...- me interrumpí al sentir un peso sobre mi, abrí los ojos y la noche estaba demasiado oscura para ver su cara, solo vi la sombra sobre mi a horcajadas y el destello de esos ojos, esos ojos que me han perseguido por mucho tiempo. Sus manos estaban por encima de mi rostro controlando las mías..-¿Que haces? Bájate! Déjame!- en la negritud de la habitación solo pude sentir como se acerco a mi rostro, su respiración era fría y agitada, susurró con una voz áspera y horrible -Eres mía... siempre serás mía- dijo con un tono macabro y lamió mi mejilla haciéndome repeler su contacto-
MattEse último mensaje me cabreó, ni siquiera quise responderle, tenía algo mejor en mente. Me puse mi camiseta de los Beatles y corrí al ascensor. Baje al lobby, subí al otro ascensor y toque su puerta. Espere un par de segundos y la puerta se abrió dejando ver una Vera bastante sorprendida. Sonreí internamente, estaba excelente, llevaba unos vaqueros ajustados, una camisa y un blazer sobre ella de color crema, llevaba tacones no tan altos, por poco pasaba mi estatura. Dios así se ve incluso más hermosa.- Matt! Que haces aq..- soltó asombrada-Así que no pensaste en mi, eh?- apoye un brazo en el umbral de la puerta, ella se cruzó de brazos y la vi tragar pesadamente, me observó
Llamar a mamá no fue tan difícil como había pensado, tal vez porque Matt estuvo conmigo y su sola presencia me transmite mucha calma. Por suerte mamá lo tomo bastante bien, al principio no le agrado mucho la idea de ver a su niña sola y expuesta a todo esto. Pero finalmente entendió los motivos y lo aceptó. Han pasado unos días desde eso, no hemos resuelto nada sobre el anónimo que dejó la nota. La policía aquí no está muy dispuesta a investigarlo sin más pruebas. Y aunque no me gusta admitirlo, no estoy para nada tranquila. He llegado a pensar que podría ser él, pero él está en la cárcel. Tiene que ser alguien del hotel o del trabajo.Pero Matt nunca ha ido a tu trabajoSi, es cierto.
Estaba sentada en mi oficina, porque si, ya me han dado una oficina. Después de solo un mes de haber empezado a trabajar aquí, un logro bastante importante para mi. Suspire cuando entró una chica a traerme unos cuantos casos más, últimamente hemos estado muy ocupados, con lo del Contrax, y un par de casos que esta llevando la policía, cada vez que pienso que estoy terminando llega más trabajo. Con el tiempo aquí, he descubierto que el doctor no es tan amargado, solo esta cansado, supongo.Mamá esta bien, hablo con ella a menudo, hace un par de semanas le envié dinero para que tomara unas pequeñas vacaciones, porque tanto trabajo rendía sus frutos, debo decir que mi cuenta de banco justo ahora esta bastante decente.El Contrax ha avanzado bastante r
Agh!..Mi cabeza...Sin abrir los ojos intento mover mi mano para tocar mi frente, nunca me había dolido tanto, antes de llegar a mi piel siento un pequeño jalón, abro los ojos y era un aguja conectada al dorso de mi mano. Un momento. ¿Donde estoy?Trate de incorporarme en la ¿camilla? pero, ¿Qué me paso? Lo último que recuerdo fue a Matt en el suelo, junto al paramédico y sentí esa punzada y todo se puso oscuro.Ya va¡Matt!Justo paso una enfermera por el frente de mi, la llame.- Hola, yo.
-¿Estas bien?- Matt me saca de mis pensamientos- Si, yo.. solo estaba pensando- sonrío a medias-¿Segura? Te pusiste pálida de repente- toma mi barbilla para alzar mi rostro hacia él- Si, estoy bien. Si quieres llama un delivery de donde quieras, yo invito. Voy a hacer unas cosas y vuelvo- le digo, le doy un corto beso en los labios y tomo una gabardina para tapar mi pijama, no cualquiera, la que uso para trabajar- No tardo- Pero...- y antes de que termine ya estoy a medio camino hacia el ascensorTengo que conseguir ese caso, como sea. Tal vez no sea tan difícil, espero que no. Aguardo hasta que las puertas se abren dejándome ver e