Parte 2 capítulo #3

— Allecra, ella aún está un poco asustada por lo que pasó ayer, dale tiempo hasta que se calme y vuelven a conversar mejor de este tema, pero quiero que sepas que no te juzgo amiga siempre te apoyare en todo... Bueno, ahora sí cambiemos de tema, ¿Está pasando algo entre Gabriel y tú?—mi cara arde de vergüenza pero ella tiene razón, debo arreglar las cosas con Dante pero no para unirnos otra vez sino para que cada quién tome su camino lejos del otro, sin querer atacarnos mutuamente a la primera oportunidad que tengamos.

Guardó silencio y le hago un gesto a Bella de que hablaremos después.

¡Querido Dios que fue lo que hice!

Dante

Me siento de buen ánimo pero no es solo por la información que me dio Alessandra, sino también porque muy pronto podré poner mis manos en Vanna y su hermano traidor, estamos cerca de llegar a mi mansión en Londres cuando Alessandra me toca el muslo con segundas intenciones.

Quito su mano lejos de mí, prefiero pasar una noche muy caliente con una desconocida que estar con ella, es una verdadera manipuladora y falsa, debo mandarla a seguir cuando cumpla con mi parte del trato, lo más probable es que me traicionará por volver junto a Vanna.

—¡Lo veo y no lo creo!, Dios mío Dante, esa mujer tiene tu hombría en un fuerte agarre, wow esto si es muy gracioso de verdad— suelta una carcajada que me llena de rabia, tomo su cuello con ambas manos y aprieto fuerte para que entienda que debe callarse.

—Vuelve a insinuar algo que tenga que ver con esa horrible mujer y juro por Dios que te corto la lengua para luego dejarte vivir así de miserable toda tú asquerosa vida—ella está clavando sus uñas en mis manos para que la suelte pero yo solo pongo más presión, su rostro se torna de un rojo furioso, la sostengo un poco más para que le quede claro que no me ando con bromas.

Unos segundos después la suelto y la lanzó con fuerza contra la ventana del auto en el que mis hombres nos están llevando a casa, ella tose y jadea en busca de aire agarrándose desesperada el cuello, se aleja lo más que puede de mí y me mira por primera vez con miedo en sus ojos.

—¡Es...Está bien!, no di...diré nada...nada más—habla con dificultad y tose un par de veces más pero no le prestó atención, es solo que lo que acaba de decir Alessa me hace recordar a la mentirosa de Allecra.

Sino me controlo terminaré matando a Alessandra—Bien, ya sabes lo que tienes que hacer una vez que lleguemos a casa, llamas a Vanna y nada de códigos secretos, la citas a un hotel donde estaré contigo esperando a que ella llegue, ponla alerta y te juro que haré que cada uno de mis hombres tenga un momento a solas contigo de la forma más ruda posible y por días, ¡Está claro!—ella abre los ojos con alarma y asiente rápidamente.

—S...Sí, Dante—estoy ansioso muy pronto será una menos, luego faltarán 4.

Una vez que llegamos a casa, bajamos del auto y agarro del brazo a Alessandra llevándola de mala manera hasta el interior—Emilio ponle las esposas y marca el número que te va a dar, deja puesto el altavoz—agarro mi Heckler & Koch P30, lista por sí se le ocurre dar algún código, Emilio hace lo que le pido, una vez que el teléfono está sonando espero hasta que esa víbora responda.

—¿Quién es?—el solo oír su voz me repugna, no se como pude follar con ella una y otra vez.

—Soy yo Amor, ¿Dónde estás necesito verte?, quiero pasar un buen rato contigo ¿No me has extrañado?—le daré puntos a favor porque sabe hacer su trabajo, aún seguiría bajo mi protección sino se hubiera dejado llevar por Vanna.

—¿Alessandra eres tú?, pero que preguntas son esas Claro que sí cariño he estado muy preocupada por ti, pensé que te había pasado algo no veo la hora de sentir tus labios y tus manos en mi piel, pero antes, ¿Pudiste acercarte a ese tonto? ¿Por qué llamas recién?— zorra astuta, tiene dudas, le hago un gesto de que diga lo que repasamos antes en NY.

—Hubo....hubo un ataque cariño, estaba atrapada en casa de ese tonto pero gracias a eso puede escaparme, te necesito mucho, sentir tus labios, tu dulce cuerpo, no aguanto más, hazme olvidar ese mal rato, te voy a esperar mañana en la tarde en el Hotel Real, en la suite matrimonial, si no vas es porque no te importo lo suficiente amore mio, no me decepciones, debo colgar o me pueden rastrear—con esa señal Emilio corta la llamada.

—¡Felicidades Alessandra!, lo estás haciendo muy bien ahora vamos al siguiente paso, quiero que me consigas a Billy Kray y sino lo haces, puede ser que no llegues a tu cita con Vanna mañana—le hago un gesto a Emilio para que la lleve dónde acordamos, así la convence de cooperar, la toma del brazo y la arrastra al sótano, así sus gritos no me causaran molestia alguna, pero antes de que se vaya del todo lo detengo.

—No lastimes su rostro Emilio, necesito que este bien para atraer al otro pez gordo— él sonríe y asiente, luego se va arrastrando a una llorosa Alessandra.

¡Si tan solo lo hubiera podido hacer todo de una manera diferente, ahora estaría con ellos!

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