Puedo ver primero a un Dante muy sorprendido, para luego pasar a uno jodidamente furioso y con cara de querer matar a este hombre que me sostiene y apunta a mí cabeza con su arma, detrás de Dante está Emilio en shock y sin poder creer lo que ve, Isabella está junto a sus locas amigas aterradas, que no saben si gritar o correr, pero más las puede la curiosidad así que se quedan de pie a un lado a una distancia segura.

—¡Quita tus jodidas manos de mi mujer!, Leoluca o me olvidaré de todo lo que has hecho por mí, no estoy jugando—sisea entre dientes Dante, Emilio hace que mi hermana y sus amigas se retiren y después regresa junto a Dante.

Mi sofocó va en aumento, no sé que jodidos me pasa, pero todo esto me está enojando, nunca he sido una chica débil de desmayarse por estás simplezas, pero creo que de verdad estoy intoxicada por comer algo o algún virus he agarrado justo antes de mi boda.

Dante me mira y su expresión está entre preocupado y enojado ambas emociones en partes iguales—¿Al