Se dio la vuelta para irse, pero Ernesto la detuvo.—¿A dónde vas tan tarde?—Voy... voy a preparar un poco de leche.—¿Por qué llevas el teléfono?Ernesto salió del baño, fijando su mirada en el teléfono que Inés ocultaba en su manga. Como un fantasma, apareció de repente detrás de ella, arrebatánd
Enrique se lanzó hacia ella con rapidez. Por suerte, su reacción fue rápida y logró agarrar la mano de Inés, evitando que cayera del tercer piso. Raúl e Ivonne estaban tan asustados que casi se les blanqueaba el rostro, tropezando entre sí mientras llamaban a gritos por ayuda. El espacio en la venta
» ¡Hermano! Este es mi último acto de bondad hacia ti.Después de gritar esto, Enrique empujó a Ernesto y salió corriendo para ver cómo estaba Inés. Ernesto, nervioso, buscó su teléfono y finalmente llamó a Agustín. El secuestro de Ximena fue idea de Agustín. Pero dónde estaba ella ahora, él tampoco
Inés de repente abrió los ojos y miró a Ivonne, sus labios temblaron ligeramente y su voz sonó áspera.—¿Ustedes ya lo sabían?—Cuando el proyecto gubernamental de Ernesto fracasó, —comenzó Ivonne con una expresión consternada, titubeando—, tú conocías la situación de tu padre pero no nos lo dijiste
—¡La familia Ramírez ciertamente no se atrevería a enfrentarse directamente con Lisandro! Con Elena allí, preferirían aliarse con la familia Mendoza a través de un matrimonio, consolidando su posición. Incluso si la familia Ramírez no planea tal alianza, y piensa en absorber a la familia Mendoza, de
Capítulo 393: Un Aura AsesinaVicente se apresuró a seguirle. Lisandro lanzó una mirada fría y penetrante, de esas que parecen matar. Vicente sintió un escalofrío recorrerle desde los pies hasta la cabeza. No era momento para explicaciones, así que tomó la delantera para guiar el camino. Casi todas
Era la primera vez que Ignacio llamaba a Lisandro «hermano». Sonaba extraño tanto para Lisandro como para Ignacio.» No... no fui yo... Yo no hice nada... Yo no...Ignacio trataba de sonar convincente, pero el oscuro cañón del arma de Lisandro aplastaba toda su arrogancia previa, dejando solo su cob
Ignacio levantó la cabeza sorprendido, sin entender lo que estaba sucediendo, y miró a Ximena. Tanto Armando como Catalina también fijaron su vista en Ximena, confundidos sobre lo que ella planeaba hacer. Ximena observó a Ignacio en silencio por aproximadamente un minuto, apretando con fuerza el lát