Si ni siquiera Rocío puede tocar a alguien que está fuera de su alcance, es fácil imaginar cuán poderoso debe ser el protector de Ximena. Primero, esa persona podría ser incluso más poderosa que Lisandro. Segundo, podría ser el mismo Lisandro. Que Lisandro decida proteger a alguien por encima de Roc
Armando sintió un temblor momentáneo en sus pupilas, pero rápidamente recuperó la compostura, como si aquel temblor hubiera sido una ilusión.—No, —respondió.Ramón lo observó fijamente y volvió a mirar la oscura superficie del río. No había luna esa noche y gruesas nubes cubrían el cielo. Tras una
La vida de casados entre Armando y Aurelia era tensa y desarmónica. Armando rara vez estaba en casa y detestaba ese matrimonio que se había forjado a base de manipulaciones. Serena, por su parte, consideraba que un compromiso roto era un compromiso roto. Ninguna excusa o circunstancia cambiaba el he
Cuando Armando pronunció esas palabras, Ramón apenas pudo sostener la caña de pescar en sus manos.—¿Qué tan involucrado estás con ese accidente? —preguntó con la voz temblorosa.Armando sonrió, como si se riera de sí mismo en el pasado, y también de su padre, quien lucía visiblemente perturbado. El
—¡Armando, qué abuelo tan incompetente eres!Después, Ramón añadió.—Espero que no hayas hecho nada demasiado atroz en el pasado. Si mis queridos nietos se quedan sin padre o madre, incluso si estoy bajo tierra, me levantaré para ajustar cuentas contigo.Ramón, con las manos en la espalda, se alejó
Ximena acompañó a Yazmin a una pequeña reunión de damas de la alta sociedad. El encuentro se trataba de jugar cartas, charlar sobre chismes y disfrutar de café y postres.Las damas pensaban que Ximena era la amante que Lisandro mantenía en secreto y la invitaron para acercarse a la Familia Mendoza a
—Estoy tratando de aprender. —Ximena sonrió.De hecho, Ximena sabía jugar muy bien, pero solo jugaba durante las festividades con su familia, ganando siempre. En este nuevo círculo, ganar demasiado sería hacerse enemigos innecesarios. Las dos damas que ganaron estaban muy contentas e invitaron a Xim
El corazón de Ximena dio un vuelco. ¿Sería que su abuelo le hablaría nuevamente sobre la necesidad de alejarse? Con inquietud se dirigió a la habitación de Ramón y, tras una larga espera, él comenzó a hablar con seriedad.—¿Amas a Lisandro?Ramón preguntó de repente, lanzando una pregunta de gran ca