Capítulo 0141
¡Lisandro estaba atónito!

¡Ximena, una mujer tan tierna y obediente, cómo podría cometer un homicidio intencional?

¡Seguro la habían incriminado!

Lisandro llegó a la comisaría a la mayor velocidad posible.

En ese momento, el día estaba por amanecer.

El cielo del este mostraba un tono blanquecino.

Diego y Mariana estaban hablando fuera de la comisaría.

Mariana le dio una patada a Diego: —¡Si quieres irte, vete tú solo!

Diego bostezaba sin parar: —Está bien, está bien, me quedo contigo, no
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