—¿Cómo que me volviste a pedir comida?—Me preocupaba que al mediodía volvieras a comer algo sin nutrientes —la voz magnética de Lisandro sonó desde el teléfono, sonando especialmente encantadora.Ximena, con la punta del pie dibujando en el suelo, dijo: —Tú comes comida en caja en casa, y yo como platos gourmet fuera, ¿siento como si te estuviera maltratando?—Tú eres el sustento de nuestra casa, tú come bien y gana más dinero, para que me puedas mantener.—Está bien, te mantendré —Ximena c
Ximena miró hacia abajo y asintió: —Sí, ¿pasa algo?—Vaya…Sofía tiró de Ximena para bajarla de la escalera, apuntando al collar de zafiro en la foto y preguntó con indignación: —¿Sabes cómo se llama este collar?—No, mi esposo no lo mencionó.—Este es…Sofía se llevó la mano al pecho, parecía mal.Ximena rápidamente la ayudó a sentarse y buscó una pastilla en el bolso de Sofía, pero esta la rechazó.—Estoy bien —Sofía tomó un respiro y preguntó de nuevo—. ¿Sabes cuánto costó este collar?
Al volver a su habitación para buscar su libreta de ahorros, se sorprendió al descubrir que la tarjeta bancaria que le dio a Lisandro el día que se casaron, estaba allí, en su cajón.Ximena, con la tarjeta en la mano, preguntó a Lisandro ¿cuándo la había puesto allí?—¡Así que abriste mi cerradura!—Yo no hice eso —Lisandro no admitió.Ximena sabía que Lisandro se sentía avergonzado para admitirlo, así que le colocó la tarjeta en la mano.—Solo hay tres mil dólares en ella, ¡no cubre ni lo
Ximena estaba en blanco, mirando a Lisandro con los ojos perdidos.Él estaba escuchando atentamente el teléfono, pero antes de que pudiera hablar, la llamada ya se había terminado.—Tengo un hijo —Lisandro bajó el móvil, sin mirar a Ximena.Ximena se quedó paralizada, tardó un buen rato en recuperar algo de reacción.—Lo siento, ¡es que estoy tan sorprendida! Hace tanto que nos conocemos, y nunca lo mencionaste...Ximena se apresuró a explicar su reacción, temiendo que Lisandro malinterpret
—Papi está ocupado trabajando —Mateo, impaciente, empujó a Elena y recogió su robot del sofá.—¡Podrías hacer un berrinche, llorar y hacer que vuelva! Él te quiere mucho, seguro que volvería.—No puedo llorar —Mateo, abrazando su robot, intentó subir las escaleras, pero Elena lo atrapó y lo trajo de vuelta.—Mateo, ¿no quieres que tu papi esté contigo como los demás niños? ¿Que tome el desayuno, el almuerzo y la cena contigo todos los días? ¿Que te lleve al jardín de infancia, te recoja cuand
Ximena recordaba vagamente que Elena había sido la reina de la belleza en la universidad.Se decía que provenía de una familia rica y poderosa y había sido coronada varias veces como la más bella de la Universidad de Aurensia.En el recuerdo de Ximena, solo había tenido un encuentro con Elena.Fue en el Estudio Arte Puro. Ximena llevaba su uniforme de trabajo y Elena, vestida con un elegante vestido largo, disfrutaba de una copa de vino con otras damas de alta sociedad. Al ver a Ximena, la ll
En aquellos tiempos, cuando Ximena acababa de entrar a la universidad, alguien publicó una foto de ella de pie bajo un árbol de Jacarandas en plena floración, llevando una maleta negra. Inmediatamente fue nombrada la nueva belleza de la Universidad de Aurensia.Por su rostro inocente y dulce, con un toque de gracia infantil, todos la llamaban «la jovencita del primer amor».—Desde pequeña, nuestra Ena siempre ha sido la más guapa de la escuela, ¡es inevitable siendo tan bella! —Mariana le guiñ
—¡Un niño es una vida viva, es su pariente de sangre, no es una ficha de negociación para una casa! —Ximena discutía con Antonio.Antonio soltó una carcajada, con un aire de despreocupación: —El niño también es su pariente de sangre. Si pueden ser tan crueles de querer las casas y no al niño, ¡qué vamos a lamentar nosotros!María intervino también: —Cuando Bequi y Andrés se casaron, ustedes prometieron darles una casa, ¡y ahora se retractan! ¡Si ustedes actúan sin compasión, no esperen compasi