Ava Petrova
Desperté y abrí los ojos me encontré en aquella enorme cama de Sergio. Recuerde todo lo que había pasado anoche, Sergio rogando para que me hiciera pasar por su novia y yo aceptando. Ay Dios mío! Me levanté y fui directamente al baño hice mi rutina diaria y salí, tomé una camisa algo larga de Sergio y me la coloqué. No tenía ropa aquí así que no tenía nada más que colocarme y Sergio había vomitado mi ropa anoche así que esa definitivamente no era una opción. Salí de la habitación y bajé las escaleras me amigo estaba en la cocina tomando mucha agua, rei llamando su atención — No te rías — Me dijo mientras yo solo tomaba asiento — ¿Te acuerdas de todo o estabas muy ebrio?— Le pregunté — ¿Que aceptaste casarte conmigo?— pregunto como si nada, colocó una taza de frutas frente a mí— Si lo recuerdo todo — Aún estás seguro de eso o cambiaste de opinión?— le pregunté — Claro que estoy seguro de eso, veremos mañana a mi madre primero y luego en la noche a mi padre que los invito a su casa— Nos invito? El ya sabía que iba a aceptar — le voy a decir al doctor hoy mismo que se encargue de preparar a tu madre— El se acercó a mí — Gracias por dejarme ayudarte — Nos estamos ayudando mutuamente, tu mismo lo dijiste, tu te encargas de mi madre y yo que toda tu familia se crea el cuento — El asintió — ¿Y qué piensas hacer con Andrés?— Le pregunté Antes de que pudiera responder el timbre sono, bufe. Sergio se fue como huyendo de mi, sabía que no huia de mi si no de la conversación, esperaba que fueran Andrés para que se viera obligado a tener esa conversación. — papá!!— ¿Papá?! M****a!!— ¿Que haces aquí?!— Lo oí preguntar, tomé mi bol y caminé para dirigirme a las escaleras, me giré un poco y mi boca se abrió ante la impresión Esto no podía ser posible!!! M****a!!! M****a!! M****a!! M****a!! No puede ser posible. Podía haber entrar al apartamento al hombre de mis sueños aquel hombre fornido atractivo, no puede ser cierto que el padre de mi mejor amigo sea él. M****a! ¿Habrá alguna posibilidad de que él pueda reconocerme? No creo siempre tuve un antifaz puesto que me tapaba la mitad de la cara no había posibilidad de que él se diera cuenta que yo era la mujer que bailaba para él cada viernes en la noche. Se podía arruinar todo si él se daba. Mi pregunta es cómo diablos voy a soportar todo este tiempo para verlo sin siquiera querer besarlo? Debería decirle a mi amigo que su padre iba a verme cada noche? ¿Y qué se supone que tengo que hacer ahora? Corri escaleras arriba, no puedo decirle a mi amigo ahora, si le digo voy arruinar todo para los tres, incluida mi madre y no puedo permitir que eso suceda. M****a!! Sergio en qué cosas me metes y en cosas acepto estar. Llegué a la habitación en donde dormí, es decir la habitación de Sergio y me acosté, cerré los ojos y lo ví nuevamente a él, Así que al fin el hombre de mis sueños húmedos tiene nombre. Alexander Carter Alexander Carter el padre de mi mejor amigo es el hombre de mis sueños?! M****a!! El hombre me lleva al menos 35 años, es demasiada la diferencia de edad. No puedo siquiera volver a tener un sueño húmedo con el, no está bien, es el papá de Sergio. Sergio definitivamente no puede enterarse nada de eso, el no puede saber que su padre me enloquece, que me fascina. Grite cuando la puerta se abrió y ahí estaba Sergio. — ¿Todo está bien?— Preguntó con el ceño fruncido. Todo estaría bien pero acabo de descubrir cosas que no te van a gustar amigo, mentí asintiendo con la cabeza él se encogio de hombros — Mi papá quiere verte ¿Puedes bajar?— Que?! No!! No quiero conocerlo así. Quiero dar una buena impresión porque va a ser mi futuro suegro de mentiras. — No creo que sea lo adecuado, no tengo ropa — Oh si, si tienes en el clóset hay una bolsa todo es es ropa tuya, es como te has quedado varias veces decidí comprarte algo de ropa, colocatela — Dicho eso salió de la habitación y me dejó sola. M****a! Yo no tenía más excusas, hoy mismo conoceria a Alexander Carter, el infame padre de mi mejor amigo, el hombre qué va cada viernes en la noche al club nocturno a verme bailar. Camine hacia el clóset y ahi estaba la bolsa justo y como él lo había dicho, lo abrí había ropa casual como la que me pondría normalmente, me coloqué un vestido ligero y muy casual. ¿Me veía bien para conocer al atractivo...? Basta Ava, ningún atractivo nada, conocerias a tu futuro suegro, fingirias frente a él que eres la novia más enamorada. Una vez estuve lista, salí de la habitación y me dirigí a la sala, bajé las escaleras con él corazón latiendo demasiado como si fuera a salirse de mi pecho, había soñado demasiado tiempo con conocer aquel hombre sin embargo no lo estaba estaba conociendo como soñé tantas veces. Una vez que llegué a la sala Sergio fue el primero en levantarse, mi amigo jamás se vio afeminado de hecho si lo vez en la calle jamás sospecharía que podría ser gay, no se si él realmente era así o se forzaba a si mismo a ser de esa manera — Papá quiero presentarte a Ava, mi prometida — Tan rápido? El hombre se levantó, y apenas me vio su mano quedó a medio camino, sus ojos estaba conectados con los míos. Oh, oh. No me digas que ya sabes quién soy. No hay posibilidad, jamás vio mi rostro, no hay manera de que el esté seguro de quién soy en realidad ¿O si? — Un placer señor Carter, soy Ava Petrova — Trate de actuar normal, estiré mi mano hacia él y jamás aparte mi vista de la suya. Él tenía el mismo color de ojos que Sergio ¿Cómo fue que no lo noté? — Un placer conocerla Srita Petrova — Ava, puede decirme Ava— No sé si fui la única probablemente si pero sentía una electricidad recorrer mi cuerpo e instalarse en mi vientre bajo. Lo solté y me acerqué un poco a más a Sergio no podía de olvidar que estaba fingiendo ser su novia, tenía que ser una novia, sumamente cariñosa. — es un placer conocerte Ava — Alexander parecía haber retomado la compostura. Le sonreí sus ojos fueron de mis ojos a mis labios y viceversas tomé la mano de Sergio recordándome y repitiéndome una y otra vez que esto lo estaba haciendo por mi madre, y que tenía que ser la novia más cariñosa. — igualmente no es para conocerlo al día de hoy discúlpeme si me tardé pero es que estaba desayunando— Le hice saber — No pasa nada, más bien discúlpenme ustedes a mí que vine sin avisar pero me pareció haber visto a mi hijo ayer en un night club ¿Que?! M****a!! — yo no voy a ese tipo de lugares— el hombre fijó sus ojos nuevamente en Sergio el precio darse cuenta de lo que había dicho sus ojos Se abrieron como dándose cuenta que había dicho una impertinencia al decirlo frente a mí. Si supiera mi señor guapo que fui yo que se encargó de sacar a su hijo totalmente ebrio de aquel lugar. — discúlpame seguramente me equivoqué de verdad es que a veces no pienso lo que digo— se veía penado pero no conmigo sino con su hijo— Creo que ya te había visto en algún lado— M****a!! — En dónde?— le pregunté tranquila, no podía ponerme nerviosa y que él sospechara de mí— la verdad es que no creo frecuentar los mismos lugares que usted — Segura? — Pregunto asentí — Ava no tiene mucho tiempo, va de sus clases a su trabajo al hospital su madre está muy enferma tiene leucemia está en la etapa terminal— Le informo Sergio. Vi aquellas mejillas calentarse supongo que de la vergüenza — discúlpame la verdad lamento mucho lo de tu madre Ava, en lo que podamos ayudarte puedes contar completamente conmigo — Me hizo saber Le sonreí era muy amable de su parte. Pero yo le había hecho todo lo que estaba en mis manos y lo seguí haciendo para que mi madre pudiera estar bien creo que en este punto solo quedaba de su parte y que Dios hiciera lo suyo. — ¿Le puedo ofrecer jugo?— Le pregunté — No de hecho ya me voy — dijo Me sentí sumamente aliviada darme cuenta que el hombre no se había dado cuenta que era yo quizás lo había sospechado pero no estaba seguro, eso era bueno para mí. Oi el teléfono de Sergio sonar — ¿Amor podrías acompañar a mi padre a la puerta por favor? — preguntó asentí, me sentí nerviosa —debe ser mi madre quien llama— Sergio se despidió de su padre con un abrazo algo incómodo y luego se fue yo por otro lado camina hacia la puerta incompleto silencio junto a el señor guapo — un placer haberlo conocido señor Alexander que tenga un buen día— le dije de forma educada él se detuvo en la puerta, por un segundo me miró luego comenzó a caminar saliendo del apartamento. me sentí tan aliviada de que se fuera porque me daba pánico que me fuera a reconocer aunque una parte de mí me decía que no había posibilidad. — Adiós Viví — dijo apenas se subió el ascensor. M****a!! M****a!! M****a!!! Me habías reconocido Alexander Carter sabía quién era yo, sabía que era que ella bailarina exótica que bailaba para él cada viernes.Ava Petrova — ¿Quieres que la veamos en persona?— Preguntó Sergio mientras mirábamos casas, todas eran hermosas pero teníamos especificaciones todo para que mi madre pueda estar cómoda.— si, me gustaría que fuéramos personalmente — Le dije el asintió y se levantó, oi su teléfono sonar cuando salió de su despacho supe que era Andrés, Sergio llevaba días ignorandolo, los mismo días que él y yo llevábamos viviendo juntos Habíamos pospuesto la cena con sus padres, más que todo por mi insistir, no me sentía lista para hablar con Alexander nuevamente ¿Cómo lo iba a ver a la cara y decirle que no era yo cuando la realidad era que si era yo aquella mujer? Ese día había soñado con él, había soñado que me pedí fuera suya y la verdad es que en mi sueños no había logrado resistirme.Me sentí tan mal despertar y luego bajar a la cocina y encontrar a Sergio haciendo el desayuno para los dos. Escucha el timbre así que me levanté y fui directamente abrir para mí sorpresa ahí estaba AndrésAbrí lo
Ava Petrova Sergio abrió la puerta para mí como todo un galán, sonreí y tomé su mano, con mucho cuidado ambos caminamos hacia donde estaban sus padres, mi corazón la tía como si fuese a salirse en algún momento de mi pecho y es que me sentía tan pero tan nerviosa ya ni siquiera era por la madre de Sergio sino por su padre, por verlo aquí.Una vez que estuvimos frente a ellos la madre de Sergio se lanzó a mis brazos, me sentí demasiado aliviada así que correspondía que el abrazo tan efusivo, sinceramente me imaginé a la madre de Sergio de otra manera después de escuchar cómo lo está presionando para que se case y su apellido pueda continuar cosa que conmigo no va a pasar, pero eso me hacía creer que la madre de Sergio era diferente era gruñona y cruel como para que él pensara que si le decía que era gay no lo iba a aceptar. — Oh por Dios!! Qué gusto conocerte al fin he escuchado demasiado de ti y le he rogado demasiado a mi hijo para que te pueda conocer pero creo que ninguno de los
Ava Petrova Luego de ver esa casa fuimos a ver otra pero sinceramente me encantaba esa que habíamos visto hasta ahora era la más hermosa según mi opinión, a Sofía también le había gustado mucho así que Sergio y yo habíamos decidido que es a la casa indicada para nosotros con la aprobación de su madre. Luego de eso nos fuimos a dejar en su casa prometiéndole ir al día siguiente para comenzar a organizar la voz y además tendríamos una pequeña fiesta en su casa para formalizar nuestro compromiso ante la sociedad cosa que me daba algo de nervios pero estaba lista.Sergio me llevó al hospital en donde estaba mi madre para poder verla, le diría mi nueva realidad y le diría lo que pasaría de ahora en adelante con nosotras vos esperaba que con eso mi madre estuviese mucho más tranquila. Como cada día saluda en recepción y camine directamente a su habitacion, cuando estaba por entrar me sorprendió escuchar voces pensé que era el doctor así que me apresuré a entrar a la habitación, sin embar
Ava Petrova — ¿Ya tienes que irte?— Preguntó mi madre asentí — No puedes quedarte un poco más?— Preguntó — Es la primera vez que pasas todo el día conmigo y no te quiero dejar ir — Me dijo con una enorme sonrisa.Ay mami — Se que quiere estar con su hija pero ya culminó el horario de visitas y sabes Susana que aquí somos muy estrictos con eso— Le explicó la enfermera.Suspiré.Me acerqué a ella con mi cartera en la mano y besé su mejilla — Prometo que vendré mañana a pasar el día contigo — le dije creo que durante todo este tiempo que haya estado hospitalizada jamás me detuve a pensar si ella quería compañía, yo tenía una sola meta y era hacer el dinero para pagar absolutamente todo lo que ella necesitaras pero jamás pensé que ella necesitaba mi compañía— En unos días nos vamos, solo debo culminar algunas cosas y ya — Le asegure ella asintio.Mi teléfono vibró lo tomé pensando que podría ser Sergio, había prometido pasar por mi."Te he dicho lo hermosa que te ves molesta? Esos ojos
Ava Petrova — ¿Quieres sushi?— Preguntó Sergio mientras me los mostraba, negué yo no era amante del sushi me gustaba más el arroz chino, las lumpias.— En algún momento vas a tener que probarlo — Le hice seña como si fuera a vomitar el se carcajeo. no importa cuántas veces comiéramos lo mismo Sergio cada vez me ofrecía Sushi y yo cada vez le hacía la misma seña creo que ya era más un ritual entre nosotros.— ¿Cómo crees que vayan las cosas mañana con mi madre?— me pregunto.no tenía ningún problema con su madre su madre estaba encantada con el hecho de que no fuésemos a casar esperaba que me dejara opinar después de todo esto sería mi primera y posiblemente última boda y sería con mi mejor amigo así que realmente quería disfrutarla al máximo además también quería involucrar a mi madre y que mi madre también pudiera disfrutarlo al máximo conmigo.— Creo que bien, tu madre me agrada mucho — Le dije con sinceridad.— Tu le agradaste mucho a ella, te dije que cuando te conociera te iba ama
Ava Petrova Desperté buscando a Alexander en mi cama solo para confirmar que no había sido un sueño, solo para confirmar que lo de anoche había sido real sin embargo me encontré con el hecho de que estaba completamente sola en la cama, abrí los ojos para confirmar y si, estaba sola ¿Alexander se había ido?! ¿Por qué?! ¿Acaso solo había sido un sueño? No podía ser, había sido tan real, yo lo había sentido tan real.Me levanté desanimada, no había rastro de que mis recuerdos fueran reales, no había fila en el suelo y la cama está desastrosa pero porque yo dormí ahí ¿No?Me adentre al baño hice mi rutina sintiéndome tonta ¿Otra vez había soñado con él señor guapo? Esta vez se había sentido tan real todo, está vez había sentido sus besos y todo lo que me había dicho.Me adentré a la ducha, el agua comenzó a caer por mi cuerpo y mientras eso sucedía cerré los ojos no pude evitar recordar el sueño, como Alexander besaba cada parte de mi cuerpo, como me poseía, con aquella pasión, como solo
Ava Petrova Mi corazón latía aceleradamente Dios mío!!!¿Y ahora que?Me senté en la silla tratando de verme más relajada.— está bien no te voy a mentir conocí a un hombre o sea poco antes que me propusieras casarnos él está haciendo su esfuerzo para conquistarme así que vino y me trajo todo esto— Le dije, de verdad esperaba que mi mentira la creyera — Cuentamelo todo — Pidió emocionado mientras se sentaba junto a mí, sentí una libre al darme cuenta que él se estaba creyendo todo lo que yo le estaba diciendo. — No puedo creer que no me lo hubieras dicho antes ¿Que clase de mejor amiga eres?! — Preguntó con una sonrisa en su rostro.Definitivamente soy una muy mala mejor amiga eso es alguien más Sergio, de verdad mereces alguien que fuese incapaz de hacerte lo que yo te estoy haciendo.— Es que no estaba segura si entre él y yo podía llegar a pasar algo es que él es un hombre diferente ¿sabes?— mi amigo tomó la caja de Cartier y la abrió — me queda claro que es adinerado, no me ha
Ava Petrova — Te gusta?— Le pregunté a mi madre mientras la veía comer hoy se veía de mejor ánimo a pesar de lo sucedido está mañana.— no me encanta la comida de hospital pero tengo que admitir que esta está un poco más rica— Dijo con una sonrisa — Pensé que la comida de aquí era más rica — dije lo que ocasionó una carcajada de Sergio — La comida en todos los hospitales sean privados o públicos saben fatal — Dijo mi madre asintió dándole la razón.— No te creas está sabe mucho menos pero aún así no sabe tan buena como una comida casera — Pronto podra comer mucha comida casera, Ava y yo estamos buscando personas para que cocinen y estén pendientes de su dieta de nosotros — dijo Sergio con una sonrisa.Sergio realmente apreciaba a mi madre — No hace falta yo puedo ayudarlos a cocinar— Fue la primera en negar con la cabeza y Sergio me siguió — No estoy tan enferma aún tengo fuerza — Bueno esa fuerza debes guardarla para la boda, para que me ayudes a hacer muchas cosas porque hay m