El dolor es grande, sus palabras me muestran el dolor que siente inmensamente. Por lo que, yo también siento un poco de ese dolor que sus ojos me muestran y sin darme cuenta, también me siento debajo de esa nube que lanza fuego en reemplazo del agua.
‘Así se siente esto.’ me digo mentalmente.— Aquí me tienes Maximiliano, estoy bajo esa nube de fuego contigo.— No, por favor no. Tú no mereces ese dolor, no puedo traerte a mi infierno y…— Mírame, Maxi. Estoy lista para quemar contigo. Porque al casarme contigo he prometido estar contigo en las buenas y en las malas. — digo agarrando sus manos para darle besos.Maximiliano suspira profundo, esta tan atormentado que no acepta mis palabras de apoyo. Por eso, hace más intensa esa lluvia que tanto daño le hace.— Pajarita, no debes hacerlo literal. Si te quedas bajo la nube, quemarás tus alas. As&iDurante mi vida, he escuchado a muchas personas hablar del dolor en su mente y yo soy la prueba de como eso daña el cuerpo, el estrés afectó mi cuerpo y yo lo ignoré por completo. Creí que los mareos eran por el agotamiento y solo cuando mi cuerpo no pudo más y todo se volvió oscuro para mí, fue que pude notarlo.Entonces, sus palabras confesando su intento de suicidio, no lo tomo como un chiste, sobre todo, con la sinceridad en que lo habla. Por eso, las lágrimas caen por mis mejillas sintiendo que el mundo se me cae a pedazos.— El día que supe de mi muerte, evité una.— Así es.— Durante mucho tiempo me pregunté: ¿Por qué yo? Había sido una buena huérfana y cuando tuve a mi familia, una buena hija y hermana. Pero ahora lo comprendo, necesitaba salvarte.>> Ese día sucedió así, porque incluso en
Algo que debo reconocer aquí es que Maximiliano y yo somos unos pésimos cuidadores de enfermos, porque aquí… en la ducha, no pensamos en su padre o como se encuentra si no, en como nuestros corazones laten rápidamente por lo que ahora nos estamos confesando.— Entonces es justamente el corazón perfecto para recibir a un dañado hombre.— No te digas así, por favor.— Bueno, es la verdad. — dice Maximiliano sonriendo con tristeza.— Eso quiere decir que somos compatibles. Cancelar ese suicidio fue lo segundo mejor que hice en mi vida, lo primero fue seguir mi instinto y casarme contigo. — dice Maximiliano y yo intento alejarlo de mí para que salga de mí y me abrace.Pero, él me impide ello. Por lo que, lo observo confundida al no dejarme ir cuando ya hemos hecho el amor.— ¿Qué haces?— Te lo dije, un solo acto se
Juntos limpiamos todo el desastre que causamos, pero, Maximiliano parece aburrido y agotado, por eso, busco mi teléfono y coloco música mientras finjo que estamos en un concierto.— ¿Qué estás haciendo?— Vamos a cantar mientras limpiamos, veamos si eres bueno limpiando y bailando. — digo colocando mis canciones favoritas de Maroon 5 que parece ser agradable para Maximiliano.Una canción nos entusiasma y después perdemos el control bailando como divas con Ariana Grande, también lo hacemos de forma exótica intentando mover las caderas como Shakira y ni hablar de lo gracioso que nos veíamos intentando mover el trasero como Nicki Minaj.Por lo que, la comida que Maximiliano tenía la intención de preparar para que comiéramos, se pospone un poco por pasar desde música pop, hasta clásica, donde las risas no faltan por todas las cosas que se nos ocu
Maximiliano es alguien impredecible, eso lo he aprendido en estos días juntos. Pero, no pensé que llegaría a tanto al punto de mencionar la condición de su padre y mostrar su posesividad de esta forma.— ¿Realmente estás celoso?— Sí, le estás quitando la ropa como lo haces conmigo.— Pero, no deseándolo como lo he hecho contigo.— Tienes razón, eso me gusta. — dice Maximiliano feliz.‘Es un niño pequeño que no deja que alguien me toque por ser su juguete favorito.’ Me digo mentalmente.— Aun así, no me agrada que vayas a bañarlo, a mí no me has bañado aún y conmigo debes probar todas tus primeras veces.— Pero, te he llevado a la ducha y…— No me has bañado acostado.— Maximiliano Barack, ¿Qué piensas pedir ahora?— V
Después de las bromas de Maximiliano y sus celos sin sentido, logro que él camine hacia la puerta para poder marcharse hacia su trabajo que ahora más que nunca puede dejar solo, cuando hay tantas amenazas que solo podrían complicarlo todo.— Me resulta tan innecesario marcharme cuando aquí puedo divertirme un poco.— A dónde vas también te vas a divertir. Serás como mi héroe que elimina a los malos. — digo sonriente y Maximiliano me observa complacido.— Tienes razón, debo proteger a mi esposa.— No solo a mí, también a tu padre. — digo con seriedad.— Sí, tienes razón. Mi familia está compuesta por mi padre y por ti. Por eso, los he traído a un lugar seguro para ambos y así no me preocupo tanto. — dice Maximiliano con firmeza.Sonrío porque al menos esta vez ha incluido a su padre
Me alegra que él se exprese de esa forma respecto a nuestra relación, me hace sentir que al menos en esta parte de nuestro trato si la estoy cumpliendo. Sobre todo, porque la forma en que me mira cuando menciona eso, es muy gratificante.— Ojalá sea así siempre.— Eso depende de nosotros. Cada rumbo que tome nuestras emociones, dependerá de cómo decidamos ver las cosas y las decisiones que tomemos. Así que, no sé qué piensas hacer, pero yo estoy determinado en tener este tipo de relación contigo. — dice Maximiliano y de inmediato queda en silencio cuando la puerta se abre.Sonriéndome, coloca la comida frente a la cama y me describe lo que va a almorzar, por eso, yo hago lo mismo y sin tenerlo físicamente a mi lado, tengo un almuerzo con mi esposo estando yo en la luminosa, espaciosa y con colores claros que hay en el comedor, mientras Maximiliano parece tener el cont
Me giro sin saber porque no encuentro mi acomodo, pero, un tintineo me hace despertar, aturdida, abro mis ojos notando que el causante de ese tintineo está a mi lado sentado en una silla mientras me observa sonriente.— Buenas noches, esposa. — dice Maximiliano sonriente, mientras toma un poco de licor.— ¿Has llegado hace mucho tiempo? — pregunto confundida mientras agarro mi teléfono.— No lo sé, no he contado el tiempo en que te veo durmiendo.— Son las dos de la mañana. — digo aturdida.Maximiliano se encoje de hombros demostrando que poco le importa ello cuando parece entretenido bebiendo mientras me ve dormir.— ¿Has cenado? — pregunto y él niega.— La vida es tan injusta. — dice Maximiliano y yo me siento frente a él porque parece herido de más de una manera.— ¿Qué injusticia ha realizado
Con una respuesta de esa manera, no puedo quejarme. Él es alguien que hace lo que quiere, pero recompensa por ello, yo ya lo he comprobado. Por eso, solo niego sonriendo mientras él me giña un ojo disfrutando los beneficios económicos que le proporciona ser el jefe de la mafia.‘Tal parece que no podré ganarle una discusión a Maximiliano.’ Me digo mentalmente.— Abusas de mi confianza y buena fe.— Lo sé, cariño. Lo siento, te recompensaré… ¿prefieres dólares o euros?— Ambos si es posible.— Vaya mente de tiburón, pajarita. Eres sorprendente. — dice Maximiliano.— Debo serlo, mi esposo es el jefe de la mafia, también debo ser sorprendente. — digo sonriente y él me abraza.No me dice algo más, solo se queda en silencio mientras el agua se ve cada vez más roja. Por lo que, dudo q